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La revisión a la baja del PIB anticipa un crecimiento más débil para 2021

La revisión a la baja del PIB anticipa un crecimiento más débil para 2021

El INE reduce del 2,8% al 1,1% el crecimiento de la economía en el segundo trimestre, lo que obligará al Gobierno a rehacer las cuentas para final de año

Jueves, 23 de septiembre 2021, 10:04

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La economía no carbura tanto como se esperaba inicialmente, ni siquiera de forma tan considerable como los primeros datos apuntaban. El INE ha revisado a la baja el crecimiento del PIB en el segundo trimestre situándolo en el 1,1% en comparación con el inicio del año. Esta cifra es muy inferior al dato adelantado por el organismo estadístico en junio, cuando apuntaba un incremento del 2,8%, del que la economía se ha quedado muy alejado.

La revisión ha sorprendido en todos los analistas económicos al publicarse apenas dos días después de que el Gobierno actualizara el cuadro macro que sirve para preparar los Presupuestos Generales del Estado de 2022. En esos cálculos, la ministra de Economía, Nadia Calviño, se mostró «prudente» y dejó sus previsiones sin modificar: un alza del 6,5% para este año y un 7% para el próximo. Y anticipó que la «actividad diaria y el empleo» estarían a finales de año por encima de los niveles pre-covid. Un escenario que ahora con la revisión del INE está en duda: la recuperación sería previsiblemente más moderada de lo estimado, salvo que el comportamiento del verano sea mucho mejor de lo esperado y permita compensar un alza del PIB menor de lo estimado en la primavera.

Sin embargo, España estaría en el segundo trimestre con un nivel de actividad un 8,4% inferior a la que había antes de la pandemia. Y, sobre todo, que durante el segundo trimestre se habría recuperado un 62% del desplome por el confinamiento, es decir, unos diez puntos menos de los estimados inicialmente por el organismo estadístico.

Con esta actualización de datos, fuentes de Economía apuntan que «a lo largo del año hemos visto múltiples revisiones al alza y a la baja». Sus previsiones, insisten estas fuentes, «siempre han venido marcadas por la prudencia». Y el regisro del INE es «una revisión más en las que, además, sí se confirma la tendencia de menos a más y se mantiene en la línea del crecimiento».

No opina lo mismo el PP, cuya vicesecretaria sectorial, Elvira Rodríguez, considera que «España está estancada». «¿Cómo cuadra esto con lo que nos contó el Gobierno el martes?», se ha preguntado en redes sociales al referirse a las nuevas perspectivas económicas del Ejecutivo, que ahora se ponen en duda. «Calviño nos debe explicaciones», indica y considera que el Gobierno debe abandonar el camino de las subidas de impuestos que viene planteándose para las cuentas públicas del próximo ejercicio.

El propio Banco de España admite que tendrán que modificar sus perspectivas incorporando estos nuevos cálculos del PIB. Pero lo harán cuando corresponda por calendario. Y no antes, según fuentes del supervisor. El Banco de España preveía una cierta moderación de la actividad económica en 2022, con un alza del PIB del 6,3% para este año (por debajo del 6,5% del Gobierno) y de un 5,9% para el próximo (frente al 7% gubernamental). Para el supervisor bancario, la economía alcanzaría el nivel de PIB previo a la crisis en el transcurso de 2022.

El INE se escuda en la dificultad de realizar aproximaciones a la evolución económica en un periodo tan convulso como el vivido en los últimos meses. Y explica que «en el análisis de las revisiones de los agregados macroeconómicos sobre los resultados avanzados se ha de tener presente la dificultad inherente a la medición de la coyuntura a la que nos venimos enfrentando desde el primer trimestre de 2020. Es un período de grandes y rápidos cambios en la evolución a corto plazo de la actividad económica que, tanto por su origen como por su magnitud, suponen un desafío estadístico sin precedentes». Además, el organismo ha realizado una revisión de todas las series estadísticas económicas desde el primer trimestre de 2018.

Menos consumo, menos inversión

El dato confirma que ni el final del estado de alarma, que llegó el 9 de mayo, sirvió para impulsar la actividad económica más allá de la propia inercia que arrastraba tras la crisis del coronavirus de todo 2020 y buena parte del primer trimestre. La revisión del INE indica que el consumo de los ciudadanos creció entre abril y junio 4,9%, una cifra positiva que, sin embargo, contrasta negativamente con el dato adelantado del 6,6%. El gasto de los hogares sigue siendo el principal pilar en el que se sustenta la economía.

La inversión, por su parte, retrocedió un 2,2% entre abril y junio tras tres trimestres en cifras positivas, con caídas del 4,3% en el caso de la inversión en maquinaria y bienes de equipo (+5,2% en el trimestre anterior) y del 1,5% en la inversión en vivienda, tasa que se ha moderado frente a la registrada en el primer trimestre (-3,1%).

Las exportaciones y las importaciones aceleraron en el segundo trimestre su ritmo de crecimiento trimestral hasta el 0,9% y el 4,2%, respectivamente, en contraste con los avances del 0,3% y del 0,4% del periodo enero-marzo.

Los datos son más positivos en términos interanuales. En este caso, el PIB se disparó un 17,5% tras el parón sufrido en 2020 y en el primer trimestre de este año por el impacto de la pandemia. Esta tasa es 21,7 puntos superior a la del primer trimestre, pero se encuentra 2,3 puntos por debajo de la estimada inicialmente por el INE (19,8%).

El consumo doméstico sigue siendo el verdadero motor de recuperación de la economía, al sumar 17,3 puntos al PIB interanual, una cifra 20,3 puntos superior a la del primer trimestre, mientras que la demanda externa tuvo una aportación de dos décimas, 1,4 puntos más que en el trimestre anterior.

Por su parte, el empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, registra una variación intertrimestral del 4%. Esta tasa es de menor magnitud en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del 0,0%, lo que supone 1 punto menos que en el primer trimestre) debido al aumento que se observa en la jornadas medias a tiempo completo (4%).

En términos interanuales, las horas trabajadas crecen un 29,5%, tasa 32,2 puntos superior a la del primer trimestre. Los puestos equivalentes a tiempo completo aumentan un 18,9%, 21,3 puntos menos que en el primer trimestre, lo que supone un incremento de 2,8 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.

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