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Florentino Pérez, presidente de la Superliga. Ángel Díaz (Efe)
Principales diferencias entre la Superliga y la Champions
Terremoto en el fútbol

Principales diferencias entre la Superliga y la Champions

El volumen de ingresos, el modelo de acceso y el formato de competición constituyen las divergencias más destacadas entre el torneo auspiciado por las grandes potencias del fútbol y el campeonato estrella de la UEFA a nivel de clubes

Óscar Bellot

Madrid

Lunes, 19 de abril 2021, 11:03

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El seísmo provocado por la creación de una Superliga europea impulsada por buena parte de las principales potencias futbolísticas del continente marcará un antes y un después en el deporte rey. El revolucionario formato de competición privada en el que vienen trabajando desde hace mucho tiempo clubes como el Real Madrid, el Barça, el Atlético, el Manchester United, el Manchester City o la Juventus, entre otros, cobró carta de naturaleza la madrugada de este lunes cuando los doce miembros fundadores anunciaban el nacimiento de un torneo que ha desatado las iras de la UEFA y de las principales ligas nacionales, que ven su negocio amenazado y su competición estrella, la Liga de Campeones, cuya remodelación se presentó este mismo lunes, en tela de juicio. Estas son algunas de las diferencias más notorias entre la Superliga, la Champions actual y la reforma de esta última a partir de 2024.

Participantes

La Superliga europea involucrará a veinte equipos cada temporada. Quince de esas plazas serán fijas. Corresponderán a los doce miembros fundadores -Milan, Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, Barcelona, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham-, más otros tres que serán invitados a unirse antes de la campaña inaugural -candidatos como el Bayern o el Borussia Dortmund ya se han posicionado en contra y el PSG también se mantiene al margen-, cuyas fechas aún no han sido precisadas porque el proyecto sigue envuelto en la incertidumbre ante las amenazas de los órganos rectores del fútbol en lo que no es sino una guerra por controlar el negocio. Los cinco participantes restantes se clasificarán anualmente sobre la base del rendimiento de la temporada anterior, sin que por el momento se haya precisado el sistema de acceso de esos clubes -seguramente en función de su clasificación en las cinco principales ligas europeas-. Se trataría, por tanto, de un sistema casi cerrado, equiparable al que rige en las ligas norteamericanas de baloncesto (NBA), fútbol americano (NFL), béisbol (MLB) o hockey sobre hielo (NHL).

El actual formato de la Champions reúne, por el contrario, a 32 clubes distribuidos en ocho grupos de cuatro en su primera fase, una vez superadas las rondas previas, si bien la reforma que se presentó este lunes eleva ese cupo a 36 conjuntos a partir de 2024 y desaparece la fase de grupos, en beneficio de una liguilla con un mínimo de diez partidos para cada participante antes de acceder a las eliminatorias.

Formato

La temporada de la Superliga comenzará en agosto con los clubes participantes distribuidos en dos grupos de diez, que disputarán partidos de ida y vuelta. Los tres primeros clasificados de cada grupo accederán directamente a cuartos de final. Los equipos que finalicen en cuarta y quinta posición jugarán un 'playoff' adicional a doble partido. Los cuartos se jugarán en formato de 'playoffs' a doble partido, al igual que las semifinales. La final será a partido único, que se celebrará a finales de mayo en una sede neutral.

Los partidos se disputarían en principio en mitad de la semana, entrando en competencia directa con las fechas reservadas para la Liga de Campeones, pero no con las ligas nacionales, tradicionalmente organizadas los fines de semana.

Esto significa un significativo aumento en el número de partidos respecto al modelo actual, en el que cada equipo tiene que afrontar seis encuentros en la fase de grupos. A partir de ahí llegan para los dos primeros clasificados de cada grupo las eliminatorias de octavos, cuartos y semifinales, a doble partido, y la final.

La remodelación de la Liga de Campeones que se anunció este lunes, basada en el denominado 'sistema suizo', establece que a partir de 2024 cada equipo dispute diez encuentros contra diez adversarios diferentes, un minicampeonato sinónimo de una mayor exposición mediática y, por lo tanto, más ingresos por los derechos de televisión, antes de disputar una fase a eliminación directa.

Ingresos

El principal motivo por el que los doce clubes fundadores de la Superliga europea han optado por lanzar su órdago a la UEFA es el deseo de conseguir mayores ingresos que apuntalen las finanzas de las principales entidades del continente. Así lo reconocen en su comunicado, en el que especifican que el proyecto está destinado a «generar recursos suplementarios para toda la pirámide del fútbol». «Como contrapartida por su compromiso, los clubes fundadores recibirán un pago en una vez del orden de 3.500 millones de euros, destinado únicamente a inversiones en infraestructuras y a compensar el impacto de la crisis de la covid-19», apunta el texto distribuido en la madrugada del lunes.

Según 'The Times' y el 'New York Times', cada equipo se aseguraría 350 millones de euros por participar. El comunicado de la Superliga va aún más lejos: «Los pagos de solidaridad serán mayores que los actualmente generados por el sistema europeo de competición y se prevé que superen los 10.000 millones de euros a lo largo del periodo de compromiso de los clubes». El banco estadounidense JPMorgan anunció este lunes que será el principal financiador del controvertido proyecto, facultando ese maná de dinero.

Se trata de ingresos muy superiores a los que los clubes obtienen de la UEFA por el conjunto de sus competiciones de clubes (Liga de Campeones, Europa League, Supercopa de Europa), que generaron 3.200 millones de euros en ingresos televisivos en la campaña 2018-2019, antes de que la pandemia del coronavirus afectara gravemente al mercado europeo de los derechos deportivos.

Cada participante en la Champions actual obtiene 15,25 millones de euros por participar en el torneo. Cada triunfo en la fase de grupos reporta otros 2,7 millones y cada empate supone 900.000 euros de ingresos. El pase a octavos de final genera 9,5 millones, el acceso a cuartos se recompensa con 10,5 millones y los semifinalistas se embolsan otros 12 millones. Los finalistas reciben 15 millones y el campeón amasa otros 4 millones adicionales. Así, el Bayern de Múnich, campeón de la Champions 2019-2020, llevó alrededor de 82 millones únicamente por estos premios. A todo ello hay que sumar 292 millones de euros que se reparten en concepto de 'market pool'. Unas cantidades, en cualquier caso, muy alejadas de lo que generaría la Superliga.

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