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Jose Pedrosa Galán posa con las camisetas de varios de los clubes en los que ha jugado en su 'nuevo' estadio, el Victoria Stadium de Gibraltar. S. Santos
Fútbol

Galán y su particular 'mapamundi' futbolístico: «Jugar en tantos países te permite ser más tolerante»

El futbolista leonés, que ya ha hecho historia con el Bruno's Magpies de Gibraltar logrando clasificarse para la Conference League, repasa su 'internacional' carrera, con 20 clubes de tres continentes y 14 países en su currículum y una espinita clavada: «Me habría gustado jugar más en el equipo de mi tierra y del que me siento aficionado, la Cultural»

Dani González

Gibraltar

Lunes, 25 de abril 2022, 08:12

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Como en la típica foto que todo niño se hacía, hace un par de décadas, en el colegio, en la imagen mental que los apasionados del fútbol se hacen de José Pedrosa Galán aparece un globo terráqueo. Y la sensación es que al girarlo y señalar un punto al azar,el leonés puede contar alguna experiencia que ha vivido en este enclave como futbolista.

Una veintena de clubes y hasta 14 países pueblan su currículum, un currículum más propio de 'Willy Fog', como algunos le denominan dentro del mundo del fútbol, pero con el que sigue haciendo una carrera prolífica, peculiar y llena de experiencias.

El último viaje le ha llevado a Gibraltar, a un fútbol en auge y, a sus 36 años, a ir acercándose a casa: «Después de estar en Canadá, que León me quede a 800 kilómetros, a ocho horas en coche, me parece cerca». Reside en España y todos los días realiza un trayecto de unos 20 minutos en coche para entrenar en La Línea de la Concepción (Cádiz) y jugar los partidos oficiales apenas a dos kilómetros, en el Victoria Stadium de Gibraltar donde recibe a leonoticias.

Y es que, tras 20 años de carrera futbolística, Galán empieza a hacer retrospectiva de ese largo y curioso viaje que ha tenido tantas y tan variadas paradas. «No lo pienso mucho la verdad… hasta que me hacen esa pregunta y recapacito. Está siendo un viaje interesante y por el que estoy agradecido al fútbol, no únicamente por lo que me ha dado dentro del campo, también a nivel de experiencias».

Un camino que se inicia en La Palomera

Pero este camino empieza en León, con tan sólo ocho años, en las filas del San Lorenzo siguiendo los pasos de su hermano. Del club capitalino guarda sus «mejores recuerdos y compañeros» y un grato cariño a los entrenadores de este equipo donde «quizá no aprendí tanto a nivel táctico como en otros lados, pero sí de valores y de lo que supone el deporte».

Con 12 años, en un torneo en Villasinta de Torío, Pepe Calvo y 'Ramonín' le ojearon y le llevaron a la Cultural en una época donde «no me perdía ni un partido de la Cultural, donde estaban más ídolos». Tras destacar en León, arrancó definitivamente su viaje, llegando a la cantera del Atlético de Madrid y, más tarde, llegando al Almería, para regresar de forma casi testimonial a la Cultural en la temporada 2010-11.

«El refrán aquel de que es difícil ser profeta en tu tierra se cumplió conmigo. Firmé en Segunda B con la Cultural tras sufrir una lesión grave de rodilla en Almería y el equipo desciende administrativamente. Pasé de rozar mi debut en Primera a jugar en Tercera y no lo asimilé bien, no estaba de cabeza como debería. Me replanteé muchas cosas y tomé la decisión, egoístamente, de dejar sin validez un año más de contrato para salir en busca de un hueco en una Primera División extranjera», explica.

Respeto a otras culturas y creencias

Y ahí tomó velocidad ese viaje que le ha llevado a Tailandia, Indonesia, Austria, Jordania, Chipre, Rumanía, Finlandia, Andorra, Hong-Kong, Catar, Arabia Saudí, Canadá y, ahora, Gibraltar. «Haber estado en tantos países te ayuda a ser más abierto de mente y a valorar mucho más lo que tenemos en España y que, quizá, no somos capaces de verlo. Somos el mejor país del mundo, no es una vena patriótica, es una realidad y algo que me dicen compañeros de otros países. Y todo esto también sirve para ver lo bueno de otros lugares y respetar otras creencias y culturas. Te hace más tolerante», señala.

Este 'viaje' casi místico no estaba en sus planes cuando empezó a jugar al fútbol y, ni siquiera, en las canteras del Atlético y el Almería donde ya recibió ofertas para hacer las maleta. «Pero entonces, mi sueño era jugar en Primera. Se me puede haber quedado esa espinita, pero si lo hubiera hecho, no habría podido tener tantas experiencias condensadas en diez años», sostiene.

En lo futbolístico, ha descubierto diferentes puntos de vista de este idioma global 'hablado' con el balón en los pies, pero que tiene un innumerable rango de dialectos. «Es el mismo deporte, pero totalmente distinto en Finlandia, Jordania o Indonesia. Afecta la humedad o la temperatura y hay mil factores que influyen en la velocidad, en la calidad, en el físico o en el tipo de juego», ha expresado el leonés, que ha puesto a prueba su «capacidad de adaptarme rápido a todos los estilos de fútbol».

El 'brujo' de Indonesia

Con tal amalgama de culturas, experiencias y creencias, han sido cientos y cientos las situaciones rocambolescas que ha vivido Galán. El leonés recuerda que en los países musulmanes como Jordania, Catar o Arabia Saudí se paraba con normalidad los entrenamientos e, incluso, los partidos, cuando sonaba el rezo.

Pero fue quizá en Indonesia donde vivió escenarios más curiosos. Hijo de médico, vivió una situación cuanto menos peculiar en el país oriental, donde, cuando estaba lesionado, el club le mandó ir al brujo:«Me chocaba mucho, pero lo acepté. Respeto sus creencias, pero lo cierto es que no consiguió que me recuperara».

En este país también recuerda otra anécdota: «Había una playa a la que decían que no podías ir vestido de verde porque atraía a un monstruo marino que te ahogaría. De hecho, había señales indicándolo y polícía vigilando para que no pisaras la playa vestido de ese color».

Inolvidable Canadá

En el país indonesio vivió también una de sus experiencias más bonitas, el jugar en un estadio repleto, con 90.000 espectadores, «algo con lo que soñaba desde que iba a los campos de La Palomera». Pero, sin duda, Canadá fue el país donde sintió un mayor cariño por parte de la afición del Valour FC: «Cantaban mi nombre, hicieron un cántico conmigo y ahora quieren poner mi nombre a una sección del estadio. Sentir ese apoyo en cada partido, en cada acción y, además en Winnipeg, en la ciudad en la que han nacido mis dos hijas es increíble».

En el país norteamericano también vivió los días más duros, asegura, de su carrera deportiva cuando, tras el confinamiento, estuvo en una concentración 'burbuja' durante casi dos meses con su primera hija recién nacida y con un problema de salud. «No estar con ellas y salir del hotel sólo para entrenar y jugar se me hizo especialmente duro», afirma.

Pero la situación se tornó en una de las sensaciones más bonitas que ha vivido el mediocentro leonés días después. «Marqué un gol al Atlético Ottawa – con vínculos con el Atlético de Madrid – y es la única vez que me emocioné en el campo. Se lo dediqué a mi hija Celia… y es un gol que metió ella por todo lo que había pasado. Fue un momento especial y reconfortante», recuerda.

Ahora, el leonés vive el fútbol en Gibraltar, en el Bruno's Magpies con el que busca una plaza para disputar la próxima edición de la Uefa Europa League. «Es un fútbol que está creciendo muchísimo y tiene un gran aliciente: los tres primeros de liga y el campeón de Copa tienen pase a las fases previas de las competiciones europeas», explica.

El sueño gibraltareño y un futuro ligado al fútbol

Galán argumenta este crecimiento del fútbol gibraltareño en la presencia de un club en la Conference League – Lincoln Red Impacts – y ese mayor interés que despierta este deporte, poco a poco, junto al 'peñón'. «Está creciendo mucho y, en las semanas que llevo, lo he comprobado», ha explicado.

El leonés se decantó por el Magpies, donde ha logrado ya la histórica clasificación para las previas de la Conference League - será la primera vez que esté club dispute competiciones europeas -, y una plaza en la final de la 'Rock Cup' - también por primera vez en la vida de este club - porque «a estas alturas busco un lugar donde sentirme querido y apreciado». «Estoy encantado», apunta el leonés, que recuerda que tiene contrato hasta el verano de 2023 y, de momento, quiere seguir disfrutando del fútbol… cerca de casa.

«Aunque tengo alma aventurera, estoy muy agusto viviendo en España y jugando en Gibraltar tras muchos años fuera de casa. Sé que quiero seguir mientras el cuerpo aguante y tenga ganas de ir a entrenar cada día. No me pongo fecha de caducidad y, lo cierto, es que llevo desde los 30 años diciendo que sólo juego un año más… y ya tengo 36. Disfruto ahora más que cuando era joven porque veo el final más cerca», explica Galán que, por otro lado, sí tiene la espina clavada de «no haber jugado más en el equipo de mi tierra y en el equipo del que me siento aficionado, la Cultural».

¿Y luego qué? Aunque Galán insiste en que todavía tiene cuerda para rato, sus estudios de psicología le abren la puerta y le hacen sentirse seducido por la psicología deportiva, «cada vez más importante en el mundo del deporte profesional». Pero también le llama el banquillo y, tras entrenar a un equipo sub-17 en e Canadá, algo «muy gratificante, porque son esponjas», continúa como técnico actualmente de un equipo semiprofesional mientras se saca el último título de entrenador.

«No me esperaba que me gustara tanto. Pero de momento soy jugador, me siento así y así quiero seguir», concluye el 'trotamundos' del fútbol, un leonés como José Pedrosa Galán, que sigue escribiendo páginas y páginas de su pasaporte a la par que su 'atlas' vital se llena de experiencias, amistades y fútbol para convertirse en un documento único en el mundo del deporte.

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