Un contraste de estilos que acabó en empate
Una propuesta asociativa y paciente, dominando la posesión, por parte de la Cultural, fue incapaz de superar a una Deportiva más reactiva y directa que, realmente, estuvo más cerca del gol
Tensión, emoción, igualdad, nervios... Todos estos son ingredientes habituales de un derbi 'caliente', como lo es el leonés entre Cultural y Deportiva que, además, en esta ocasión, presentaba una batalla por los mismos objetivos: el playoff y el ascenso directo.
Si un derbi, ya de por sí, presenta un equilibrio y una igualdad increíble, en esta ocasión se multiplicó con esa situación similar a nivel clasificatorio de ambos equipos que, además, no llegaban en su mejor momento, con la Cultural en un bache más notorio que los bercianos.
Pero, en lo puramente futbolístico, era también choque de trenes tácticos, de dos concepciones muy diferentes del fútbol pero que, de una u otra manera están dando resultado y con unos frutos muy similares: pocos goles a favor y pocos goles en contra.
Un 0-0 que entraba en las quinielas
Con esta radiografía previa, el 0-0 final no parece una sorpresa y, de hecho, no lo es. Porque si por algo se han caracterizado esta temporada la Cultural y la Deportiva es por defender bien. Ambos lo hicieron, quizá mejor el cuadro berciano, que maniató a un ataque culturalista en estado de carencia de imaginación y que, en el otro área, dispuso de las dos mejores ocasiones.
Noticias relacionadas
Más tensión que fútbol
Especialmente clara fue la de Borja Valle, sorprendiendo desde segunda línea - arma que utilizó la Cultural en el partido de ida - para quedarse emparejado con Bicho y cabecear un centro de Longo. Ahí apareció un ángel de la guarda para la Cultural, vestido de amarillo: Bañuz sacó una mano prodigiosa en la que es, probablemente, la parada de la temporada en el cuadro leonés para, con ayuda del larguero, sacar ese balón.
Esa acción es una buena síntesis del partido: control y posesión para la Cultural; velocidad y fútbol directo, con más peligro, para la Deportiva. Ese contraste de ideas futbolísticas se plasmó sobre el césped, con el balón en pies blancos durante muchos minutos, pero con el esférico destilando veneno cuando estaba en poder blanquiazul - o blanquinegro, mejor dicho, en este partido -.
Argumentos numéricos
Así lo demuestran los datos, que ponen de manifiesto ese control del balón de la Cultural, con dos tercios del tiempo con la pelota en sus pies: el 66,7% de la posesión fue culturalista. Eso les permitió disparar más (9 por 7 de la Deportiva) si bien es cierto que con menos precisión (un tiro a puerta por dos de los bercianos). En el cómputo general de goles esperados, la Cultural estuvo más cerca del gol (0,96 por 0,57) .
Con menos balón, la Ponferradina disparó más entre palos y con dos ocasiones muy claras, aunque la Cultural, según la estadística avanzada, tuvo en las botas de Martín, en el minuto 4 de partido, la ocasión más clara de los de Llona.
Y esa diferencia de estilos también se materializó en datos, con un índice que define muy bien estas dos concepciones del fútbol. El juego más pausado y de control de balón de la Cultural se plasmá en un índice de pases promedio por jugada de casi cinco, mientras que la Deportiva apenas superaba los dos: fútbol de posición contra juego directo.
La batalla entre estilos acabó con empate, sin goles, con alguna ocasión y con un bagaje ofensivo que fue de más a menos (cinco de los nueve disparos de la Cultural fueron en la primera media hora de juego; y cuatro de los siete de la Deportiva también se dieron en ese tramo de partido) para culminar este choque de ideas de juego.
