El Abanca Ademar no pudo ni competir

Todos eran conscientes de la dificultad de la misión: el GOG era el 'coco' del grupo y ganar en su cancha era un sueño ambicioso, pero muy complicado. Y la realidad se impuso a las ilusiones maristas. El Abanca Ademar cayó con rotundidad (36-23) en tierras danesas, en un choque que se fue al descanso prácticamente decidido, con nueve goles de renta para el conjunto nórdico.

Como el plan estaba saliendo bien las últimas ocasiones, Dani Gordo volvió a salir con un siete inicial de rotación para afrontar el partido más complicado de la fase de grupos de esta Liga Europea.

Los leoneses arrancaron el partido con dificultades, especialmente en el ataque posicional. La defensa danesa, activa y agresiva, dejaba sin espacios a un Javi Miñambres que no encontró la lucidez que sí tenía una semana atrás en León.

El GOG empezó dominando (3-1) en un arranque de partido donde ya mostraron sus armas: defensa, salida veloz al contragolpe y conexión con la primera línea con relativa sencillez. La defensa marista, desbordada, no encontraba como frenarles.

Así que no quedaba otra que igualar el nivel en ataque. No fue así, con un Abanca Ademar precipitado e impreciso, que no lograba culminar sus acciones: las prisas por finalizar jugada impedían a los maristas lanzar con claridad y Dani Gordo pidió tiempo muerto a los siete minutos, enfadado con esta situación.

Lo cierto es que el Abanca Ademar mejoró en defensa y en ataque, con Álvaro Pérez en portería y una defensa en avanzado. Fueron los mejores minutos leoneses, que llegaron a su cénit en el ecuador del primer acto: el GOG estuvo cuatro minutos sin ver portería y el Ademar estaba en partido (10-8).

Pero, una vez que el GOG pudo desatascar su ataque, no frenaron. Los daneses firmaron cinco goles en apenas tres minutos que dispararon su renta a los cinco de diferencia (15-10).

Pero no se quedaron ahí. Con un parcial 7-0, dejaron el partido visto para sentencia, colocando los diez goles de diferencia (20-10) que Carlos Álvarez, desde los siete metros, redujo a nueve justo antes del descanso (20-11).

La situación no mejoró en el inicio de la segunda mitad. Pese a que los daneses recibieron una exclusión a los segundos de volver del vestuario, el conjunto marista se encontró con un parcial 2-0 que puso la desventaja, de nuevo, por encima de los diez goles.

La defensa del GOG se seguía empleando con dureza, quizá con demasiada permisividad de la pareja arbitral para señalar exclusiones en contra de los locales, impidiendo así ningún conato de remontada ademarista. Porque, a la par, el Abanca Ademar sí mejoraba su rendimiento en defensa, aunque no se traducía en algo significativo en el marcador debido a las dificultades maristas en ataque.

Nada le salía al Abanca Ademar, que solo encontró una noticia positiva en la descalificación de Nielsen por un claro golpe en la cara a Wasiak. Pero los maristas no lograban encontrar una regularidad que les permitiera paliar el duro varapalo que se estaban llevando.

Incluso en el único factor que estaba favoreciendo al conjunto marista, las descalificaciones, se igualó, con una roja para Benites por un contacto en la cara mucho más liviano y siendo una decisión mucho más rigurosa.

El partido concluyó con un Abanca Ademar que no pudo ni siquiera cumplir con su propósito mínimo, competir, ante un GOG muy superior y que supo maniatar a los maristas, totalmente desbordados (36-23).

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