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Lerdos al poder

Lerdos al poder

Oskar Belategui

Miércoles, 8 de diciembre 2021, 01:55

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Uno cree que los políticos son en general gente íntegra, preparada y vocacional hasta que ve a Iván Redondo entrevistado por Jordi Évole. Entonces deduce que Juan Carrasco quizá no sea un personaje tan paródico después de todo. La tercera temporada de sus patéticas fechorías en HBO Max empieza donde acaban las carreras políticas: en la puerta giratoria de una gran empresa. El despacho acristalado dura poco. Una investigación en el Ayuntamiento de Logroño saca a la luz chanchullos de su época de alcalde que amenazan con enviarle a la cárcel.

'Venga Juan' transcurre cruda y despiadada, con su protagonista acorralado, arruinado y más solo que nunca. Juan Carrasco es un ignorante lanzado hacia adelante que habla de la revista 'Forges', cree que el fundador de Wikipedia está en la cárcel y se considera a sí mismo un preso político. Preso y político. Su incultura y cuñadismo siguen resultando descacharrantes, su osadía y amoralidad ya no tienen límites. Diego San José, creador de la serie, acertó a ir más allá de la figura del pícaro, al que en este país siempre se contempla con una sonrisilla de complicidad. Juan Carrasco no es un pícaro porque no tiene muchas luces, pero tenemos ejemplos recientes de que siendo un lerdo se pueden alcanzar las más altas cotas de poder.

Basta con tener claro que servidor público significa servirse de lo público para el provecho privado. Que los electores son rostros sin nombre fácilmente manipulables y que nadie va a fiscalizar nuestra actividad.

En el tercer episodio de 'Venga Juan', el personaje que borda un deslumbrante Javier Cámara va a ver a su suegro millonario en Logroño para pedirle dinero para la fianza. Y para ello le lleva una botella de vino para cocinar.

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