La lluvia desluce la romería de Camposagrado y la procesión escoltada por pendones no puede salir

La lluvia intermitente deslució este domingo la celebración de la romería de Camposagrado, que tiene lugar cada segundo domingo de junio, y en la que no se pudo llevar a cabo la tradicional procesión de la Virgen, jalonada con pendones de la zona.

El agua, que en numerosas ocasiones se reclamó, fue protagonista de la jornada festiva, conocida también como 'La Rogativa', que congrega en torno a la campa del santuario de Nuestra Señora de Camposagrado a vecinos de los municipios que la rodean y otros llegados para la ocasión.

Los ayuntamientos de Rioseco de Tapia, Carrocera y Cuadros son los promotores de la celebración que incluye misa y la muestra de mastines que supone la primera prueba del Campeonato Provincial, además de un mercadillo mermado también por las condiciones meteorológicas.

La leyenda sitúa en la época de la Reconquista el origen de la romería de Camposagrado, cuando los soldados de Don Pelayo, tras esconderse en pozos cavados por ellos mismos y gracias a la ayuda de Santiago y de la Virgen, sorprendieron y derrotaron a los árabes.

En recuerdo de esa victoria, Don Pelayo habría mandado construir una ermita y depositar en ella una imagen de la Virgen, que se identifica con la talla románica que se conserva y venera.