Sin fibra y con baches: la historia de no acabar en un pueblo de León
Vecinos denuncian la lamentable situación en la que se encuentra el firme de la carretera
Las vías comarcales de León vuelven a estar en el punto de mira. En concreto, esta vez, la perteneciente a la carretera LE-213, que une Mellanzos con Villarmún, San Miguel de Escalada y Casasola de Rueda (pertenecientes al municipio leonés de Gradefes).
El firme, en un estado deplorable (lleno de grietas, drenaje defectuoso y asfalto agrietado), imposibilita a los vecinos transitar con tranquilidad entre los pueblos más cercanos, temerosos de que «haya un accidente serio» en cualquier momento. Además, uno de los grandes atractivos turísticos de los pueblos bañados por el Río Esla es la gastronomía. Mellanzos posee uno de los restaurantes más conocidos de los amantes de la buena comida, que se trasladan hasta allí en verano para disfrutar de sus manjares.
Los vecinos han expuesto la situación tan extrema en la que se encuentran al Ayuntamiento de Gradefes, ya que «les encanta su pueblo y no piden lujos», solo «cosas básicas para vivirlo y disfrutarlo sin miedo». Insisten en que las «mejoras han sido mínimas» en la vía, siendo una de las zonas más complicadas o peligrosas la entrada al municipio. Se trata de una curva cerrada con poca visibilidad y con el asfalto visiblemente agrietado. Y sucede que «por ahí», por ese punto, pasan diariamente numerosos vecinos del municipio y de otras localidades cercanas para acudir a su trabajo.
El alcalde de Mellanzos, Adonis Álvarez, ha expresado su malestar con esta situación, destacando que «muchos vecinos» utilizan esa vía, «van y vienen todos los días, y no son más de 22 kilómetros a la capital, pero debido al mal estado del asfalto parecen muchos más». Esta situación persiste durante el último año, según expresó el edil del pueblo leonés. «Hace 10 años echaron firme y no sirvió para nada», resaltando que «esta misma situación se repitió hace 5 años, cuando pusieron parches a la carretera a causa de la llegada de un político». Tras la marcha de éste, «la carretera volvió a estropearse y a presentar los mismos problemas, que se agravan con la dureza, crudeza, del invierno leonés», en el que resulta frecuente que «se formen placas en la carretera que provocan el deslizamiento y desplazamiento de los coches», con grave peligro.
Así, «se recogieron firmas» con el objetivo de frenar esa situación y encontrar una solución adecuada para los habitantes de Mellanzos y aquellos ciudadanos que transitan la LE-213. «Las firmas pasan de unos a otros y no nos hacen caso», manifiesta Álvarez, tal vez con tono resignado. Esta versión es corroborada por el alcalde de Gradefes, Leónides Bayón, quien tilda la «carretera de tercermundista» y habla de la «necesidad de una reforma estructural de arriba a abajo». El edil lamenta que muchos de los vecinos y habitantes de los pueblos de la zona «prefieren alquilar un piso en León en vez de vivir en la tranquilidad del pueblo». ¿El motivo? «Prefieren pagar una vivienda, en lugar de arreglos y reparaciones de ruedas, amortiguadores, gastos de gasolina o, incluso, sufrir un accidente», manifiesta el alcalde de Gradefes.
Planes sin respuesta
Desde que ocupara su cargo, y de esto hace dos años, Bayón lucha por los 19 pueblos que conforman el municipio de Gradefes. Su malestar se acentúa debido a la falta de respuesta por parte de las administraciones públicas, que «le dan largas». Y es una situación «que lleva más de 20 años sobre la mesa de la Junta de Castilla y León».
De hecho, es tan extrema la situación que se plantea «convocar una manifestación en verano» con el objetivo «de cortar la carretera y ver si reaccionan». Las promesas constantes, aunque infructuosas, son una 'reiterativa' en las reuniones de Bayón con los responsables de la Junta de Castilla y León, que promete «40.000 o 50.000 euros para la carretera de Gradefes, pero que nunca llegan».
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¿Y qué pasa con la fibra?
El problema se incrementa (se agrava) si hay falta de conexión. No solo es la «falta de fibra», resulta que tampoco tienen cobertura, algo que ambos alcaldes, de Mellanzos y Gradefes, manifiestan sobre las carencias. Además, Bayón comenta que «la Junta de Castilla y León envió a la zona, durante varios meses, brigadas para marcar el terreno para lo de la fibra», pero todo quedó en eso.
El regidor insiste en que «la zona está marcada, cualquiera que quiera puede acercarse y ver que siguen los puntos que señalaron las brigadas». ¿Con qué fin? Los vecinos y el edil «suponen» que se debe a la instalación de fibra, de la que «solo falta el cableado,» pero de lo que no tienen noticias desde hace meses. «En las reuniones mantenidas en los últimos dos años con el Delegado Provincial, me dice que el dinero viene de Europa y que, en este caso, las empresas encargadas de realizar la instalación de la fibra son las que se encargan de él», reitera Leónides Bayón. Y prosigue: «todas las administraciones son conscientes de la situación en la que se encuentran los pueblos de la zona de Gradefes, que pierde población a pasos agigantados debido a lo olvidados que los tienen».
Son muchos los vecinos, incluido el alcalde de Mellanzos, que «se han visto obligados a contratar una tarifa de internet, que asciende a 70 euros mensuales», porque es imprescindible en muchos de los hogares, ya sea por trabajo o por estudio.
Mellanzos y Gradefes muestran el olvido al que se encuentran sometidos por parte de las administraciones públicas, que no quieren ver la extrema situación de incomunicación (viaria y digital) en la que se hallan. Igualmente, el gran atractivo turístico y gastronómico de la comarca se ve dañado con esta situación. Así, muchos vecinos amantes de la tranquilidad y la serenidad que brindan los pueblos se ven empujados a abandonarlos, debido a la mala comunicación, doble, y a la situación en que se hallan. Desde Mellanzos, Gradefes y el resto de pueblos exponen que el municipio solo pide una cosa: que escuchen sus necesidades, que no son estrafalarias ni desmesuradas en lo económico. «Nos encanta el pueblo, y no pedimos lujos», resaltan los pacíficos vecinos.