La clave del éxito del pueblo más visitado de León: «Lo está haciendo muy bien»

En medio de la montaña leonesa, rodeado de naturaleza y con el pantano como protagonista, Riaño se ha consolidado como el pueblo más visitado de la provincia de León en verano durante varios años ya. Así lo asegura Jesús del Río, secretario de la Asociación Española del Turismo Rural (Asetur): «Riaño, sin lugar a dudas, es el que más gente recibe. Han crecido el número de alojamientos, el entorno tiene mucha riqueza y lleva unos años que lo está haciendo muy bien», comentó.

Este municipio, que cuenta con una gran cantidad de casas rurales, ha experimentado un notable incremento de visitantes en los últimos veranos. Del Río explica que «de aquí a unos años es un destino muy demandado; el pantano lo hace muy atractivo». La posibilidad de realizar rutas de senderismo, montar a caballo o disfrutar de playas fluviales y el pantano, sumando a su oferta gastronómica, convierte a Riaño en «un punto de referencia para el turismo interior».

Aunque otros destinos también tienen su tirón, como pueblos de Babia (San Emiliano), el Bierzo (Las Médulas, el Valle del Silencio, Peñalba de Santiago) o la Maragatería (Castrillo de los Polvazares); Riaño encabeza claramente el ranking. La provincia entera cuenta con alrededor de 500 alojamientos rurales, a los que se suman unos 150 hoteles rurales más.

En cuanto al perfil del visitante, Del Río detalla que «suelen ser familias, tanto pequeñas como grandes, aunque también vienen parejas o grupos. Incluso hay quien alquila una casa porque viene a ver a sus familiares y la del pueblo se queda pequeña, o porque son las fiestas del pueblo». La estancia media en verano ronda las 4 o 5 noches, bajando en temporada baja a menos de 2.

Los meses estivales, especialmente agosto, rozan el lleno total: «En agosto hay un 100% de ocupación, todos los días están llenos. Julio baja un poco, con un 70% de ocupación aproximadamente», señala Del Río. Esta alta demanda se explica, en parte, por el tipo de turismo que se busca: «Lo que más buscan las familias es la naturaleza, la gastronomía y las actividades que permite el entorno. Es turismo sedentario, de tranquilidad».

El auge del turismo rural, potenciado tras la pandemia, ha tenido un impacto directo en la economía local: «Está claro que el turismo genera riqueza en el territorio. El cliente se mueve: necesita gasolina, puede enfermar e ir a la farmacia, va a restaurantes, bares, carnicerías... Se crea riqueza, sin duda», afirma. Y añade que, aunque puede haber cierta preocupación por la masificación, «en León, por mucha demanda que tenga un pueblo, no podríamos hablar de eso», acaba comentando.

• Temas
• Turismo rural
• Verano
• Riaño