El aviso de un vecino meses antes del derrumbe: «Reitero la gravedad del estado del edificio»

El derrumbe de una vivienda en la localidad leonesa de San Pedro de las Dueñas perteneciente al municipio de Sahagún la mañana del sábado 3 de mayo evidencia la tardanza del consistorio en tomar medidas para evitar un desplome que, aunque no causó víctimas, despertó la impotencia de los vecinos.

En el mes de marzo, concretamente el día 19, uno de los vecinos de la localidad, Alexis Codesal, registró en el consistorio un escrito en el que alertaba del peligro que sufría la vivienda del año 1900. En las semanas previas a esta fecha había visto cómo diferentes grietas afectaban a la fachada así como un deterioro progresivo en la estructura que, como ingeniero técnico en obras públicas, le hacían temer un derrumbe inmediato.

En su escrito, el colegiado aseguraba ya entonces que la fachada se estaba «desprendiendo» y lanzaba una advertencia: «Es cuestión de días o de horas que termine cayendo totalmente con el riesgo que supone para los viandantes», ya que la vivienda, situada en plena calle Mayor, se encontraba en uno de los principales accesos al pueblo.

En el foco de su preocupación estaba la estructura misma del inmueble ya que, como explicaba al Ayuntamiento, las edificaciones de doble planta de adobe que «aparentemente no cuentan con una estructura interna metálica o de hormigón armado» se vuelven «inestables cuando las grietas aparecen en los muros exteriores, únicos elementos que sustentan la estructura».

Haciendo hincapié en el estado «ruinoso» del inmueble, Codesal adjuntaba fotografías en el mes de marzo donde ya se observa cómo «parte del cimiento de ladrillo sobre el que se apoya la fachada principal está claramente desplazado, lo que origina un asiento diferencial que ha desprendido el dintel y las jambas de la puerta de entrada. Además varias grietas verticales repartidas por la fachada amenazan la seguridad estructural de la edificación».

Concluía su escrito pidiendo al consistorio que tomara medidas inmediatas porque el desplome podía ocurrir en un «corto plazo» y reiteraba la «gravedad del estado del edificio» con un contundente «en cualquier momento puede suceder una desgracia».

Días después el consistorio respondía al vecino asegurando que se estudiaría la petición y se incoaría, en caso de así decidirlo los técnicos, el oportuno expediente para su derribo controlado o la actuación que fuera necesaria.

Finalmente, a primera hora de la mañana del sábado 3 de mayo, el edificio terminaba por desplomarse sin ninguna intervención municipal previa. Guardia Civil y bomberos se personaban para delimitar la zona y técnicos de la luz colocaban el cableado, aunque este domingo los vecinos siguen sin conexión a internet porque no se ha reparado todavía la fibra.

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