Sube un 20% la superficie de Carne de Ávila, que cuenta con 300 ganaderías

María del Mar González, directora técnica, recuerda que esta indicación, que se asienta en la producción de la raza Avileña-Negra Ibérica, «es una de las siete que existen de nivel nacional» y aunque tiene su origen en la provincia abulense, su ámbito de actuación alcanzará varias comarcas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, Aragón y La Rioja, además de Castilla y León.

Lógicamente, desde la entidad confían en elevar el número de animales certificados tras esta subida en las hectáreas, «sin buscar un crecimiento exagerado», y que los alrededor de 5.000 animales que superaron los criterios del pliego de condiciones en 2018 puedan ser unos 900 más.

Originalmente esta marca de calidad, surgida hace 31 años, se conocía como Carne de Avileña pero el nombre se tuvo que modificar debido a la normativa, pasando al actual de Carne de Ávila. En el año 2008, por ejemplo, hubo otra modificación de las normas originales y se abrió el abanico al primer cruce, es decir, ambos padres no tenían que ser necesariamente de raza avileña y puede ser certificado una canal fruto del cruce de una madre avileña con un toro charolés o limousín.

En opinión de María del Mar González, la indicación ha contribuido, sobre todo, «a revalorizar el producto». No se puede olvidar que se trata de una raza autóctona cuyo rendimiento cárnico no es tan elevado con el de otras raza, pero «al menos se ha mantenido un precio estable, no fluctúa mucho, y al ser una raza autóctona que mantiene el medio, tiene menos gastos de alimentación, que hace que sea rentable».

Con el paso de los años, González aprecia que «se han ido asentando las ventas y la producción y tener una IGP hace que se revalorice mucho el ganado de este tipo que no es tan productivo».

En cuanto a la modificación del pliego que ahora se ha hecho, encuentra su base en las «características comunes que presentan las comarcas incluidas, respecto a aquellas que ya conformaban la zona de producción prevista en el pliego».

Además de cuestiones relacionadas con el medio físico y el clima, la genética, la alimentación, la carga ganadera y el manejo reproductivo empleados en las explotaciones criadoras de la raza Avileña-Negra Ibérica, situadas en las comarcas incluidas con la modificación, «satisfacen todos los requisitos del pliego de condiciones». Según la directora técnica, en la actualidad existen unas 300 ganaderías que forman parte activa de esta indicación.

De igual modo, ésta y otras indicaciones tienen perfectamente definidas otras cuestiones como los piensos autorizados por el Consejo Regulador o las materias primas que se pueden utilizar para producir esos piensos.

Sobre las particularidades de la carne, María del Mar González concluye que es «muy valorada» y que lo que más aprecia la gente es «su sabor, gusta mucho». Dice que «no seremos ni los más tiernos, ni los más jugosos pero tenemos una carne roja con la grasa infiltrada que se distingue por su sabor y resulta muy agradable para el que la prueba».