El sector servicios gana 13.300 ocupados desde 2008 procedentes de la construcción, industria y agricultura

El sector servicios ganó en el segundo trimestre de este año 13.300 ocupados en relación a 2008, todos ellos procedentes de la construcción, industria y agricultura. Una variación estructural que, quizás, en países del centro y norte de Europa no tendría mayor relevancia, pero que en Castilla y León, según los sindicatos, ha llevado a una continua precarización en el sector terciario, pues no cumple los pilares de estabilidad temporal y de contratos y cuenta con peores salarios. El riesgo es mayor si se observan los datos de la estadística de paro registrado del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que evidencian el importante peso de los servicios en la Comunidad, donde ya emplea a siete de cada diez trabajadores de Castilla y León, con casi 700.000 ocupados.

Otro de los síntomas de la precarización del empleo en la Comunidad, tal y como denuncian UGT y CCOO, es que aunque el número de ocupados del tercer sector haya crecido en estos ocho años un dos por ciento, también lo ha hecho el número de parados, en este caso un 22 por ciento, al pasar de 42.300 a 51.600.

Esto se debe a que se suscribe un mayor número de contratos temporales y concatenación de contratos “que está llevando a muchos trabajadores a tener un empleo y, sin embargo, a tener dificultades para comer”. Así lo asegura el secretario de Acción Sindical de UGT, Raúl Santaeufemia, quien denunció que el “mayor fracaso” que se ha dado en los últimos 20 meses es que las administraciones regional y estatal “están sacando a gente de las listas cuando no es cierto”. Se está precarizando. Cualquier persona que se reactiva o recicla se encuentra con horarios, conciliación y concatenación de contratos. Y mensualmente, el 90 por ciento de la plantilla en la construcción y servicios entra con concatenación”, criticó.

En el mismo sentido se expresa el responsable de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO, Fernando Fraile, quien advirtió de que las políticas que “se llevan a cabo a nivel nacional se basan en el modelo productivo del sector servicios, que tiene un bajo valor añadido, con empleo precario en lo contractual, bajos salarios, con fluctuaciones estacionales que no son suficiente para que las personas tengan una vida estable”.

El número de ocupados en la agricultura ha caído un 30 por ciento y no llega a 60.000 personas, mientras que en la industria ha bajado en ocho años un 13,3 (con 163.800) y en la construcción, casi un 50 por ciento, al pasar de 124.000 a 63.900. “Muchos de ellos han sido asumidos por los servicios, pero otros también se han rendido, han emigrado o simplemente se encuentran a la espera de su jubilación, con edades altas a los que ya no contratan”, espetó Santaeufemia, quien solicitó un plan de reciclaje para los mayores de 50 años, pues cuatro de cada diez parados que superan esa edad “llevan más de cuatro años en desempleo” y deben incorporarse a sectores de “valor añadido en un futuro corto”.

Por ello, alertó de que Castilla y León podría entrar en el “bucle que causó la construcción”, pues “se observa actividad en el mundo empresarial, pero no hay reflejo en salario y estabilidad personal y familiar”. “Ahí se encuentra sobre todo el sector servicios, con hostelería y turismo a la cabeza”, espetó.

Incluso, aventuró que otro sector estratégico en la Comunidad, como es la agricultura, “lleva dando mucho tiempo signos negativos que repercute en despoblación”. Y sobre la industria, el líder de UGT recordó que en los últimos años tenía salarios “coherentes”, sobre todo en el periodo 2008-2012, “pero ahora está a la deriva”.

Fernando Fraile sugirió que para escapar de esta situación “es necesario reconocer que el modelo productivo está agotado y que las políticas generales de este país establezcan un nuevo patrón de crecimiento que apueste por la industria, la I+D+i, una reforma fiscal”. Particularmente, Castilla y León “necesita empresas más grandes” -pues la industria perdió 2.800 trabajadores en la última EPA-, “en las que los salarios son más altos”.

Fraile añadió que se ha destruido empleo “de manera general” y la gente “ha buscado una salida a través de los servicios”. “Se ha acabado con el empleo de más calidad, trabajadores de empresas grandes, más derechos y más salarios; y no se ha recuperado lo suficiente y se ha buscado su entrada al mercado de trabajo a través del emprendimiento. En muchos casos ese emprendimiento en los servicios”, lamentó. También argumentó que “pinchó la burbuja” en la construcción y su empleo derivó en el sector servicios como consecuencia del “modelo productivo y con bajo valor”.

Raúl Santaeufemia fue algo más allá y sostuvo que la hostelería y el turismo “sacan a la gente del desempleo, pero también contabiliza menos activos por la concatenación, que debe esta evolución a la mayor cifra de afiliación en el sector. “Son trabajadores pobres, con cotizaciones bajas y un número alto de pensiones”, destacó el líder de UGT, quien recuerda que para una pensión se necesitan entre 2,5 y 3 contratos en Castilla y León. Por ello, urgió un plan de empleo juvenil y promover el reciclaje de los mayores de 50 años.

De hecho, denunció la existencia de ciudadanos que “concatenan ocho o diez contratos mensuales, algunos por debajo del SMI, ilegalidad con más horas trabajadas, gente sin asegurar…” Por ello, reiteró la necesidad de un plan de choque en la industria, otro para mayores de 50 años y otro más para jóvenes que no pueden conciliar, porque sus cotizaciones “no pueden sostener las pensiones”.

Fernando Fraile, por último, añadió que este nuevo patrón “debe ir unido a una reforma fiscal, mayores ingresos para hacer políticas públicas que se recauden de forma equitativa y redes de protección para que quienes no perciben la prestación por desempleo estén cubiertos. En Castilla y León este colectivo es el 40 por ciento de los desempleados, es decir, 80.000 de 155.000 parados que no cobra la prestación. Por ello, abogó por establecer modificaciones “sistemáticas” para que todas las personas tengan unos ingresos mínimos.