Vox lamenta que el presupuesto de Castilla y León para el próximo año no elimine «gastos superfluos»
Jesús García-Conde del Castillo lamentó que el Gobierno autonómico haya plasmado en esos presupuestos «su sometimiento, sin ningún tipo de reparos, al discurso progresista»
Vox defendió la necesidad de que el gasto público tenga por objetivos «la responsabilidad, eficiencia, eficacia, contención y ejemplaridad» que deberían llevar a la reducción de «gastos superfluos», algo que lamentó que en los presupuestos de la Comunidad para el próximo año «no se demuestra». Por ello, Vox en las Cortes presenta una enmienda a la totalidad al proyecto de Ley de Presupuestos que se debatirá la próxima semana en el Parlamento autonómico.
Para VOX este presupuesto, el más alto en la historia de la Comunidad, es un presupuesto «fundado en compromisos no realizados por parte del Gobierno de Fernández Mañueco e Igea», quienes prometieron en sus respectivos programas electorales la retirada del impuesto de sucesiones y donaciones, la bajada de los tramos de IRPF de la clase trabajadora y la reducción del impuesto sobre el Patrimonio y sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD) para bajar los costes de las hipotecas. «En un momento de necesidad de estímulos en la economía que favorezcan el consumo, no es suficiente con no subir impuestos, en otros países como Italia y Alemania los han bajado», apeló la formación.
A esto se le añade, según trasladó Vox a través de un comunicado, el recurso al incremento de la deuda sin reducir previamente el gasto político, que «no sólo no disminuye sino que aumentan en asesores del presidente, las subvenciones a sindicatos, y el mantenimiento de fundaciones, entes públicos y demás chiringuitos», en un momento «de sufrimiento y la necesidad que están padeciendo muchos castellanos y leoneses» cuyas empresas reducen plantilla y ajustan sueldos de los que pueden mantener el trabajo.
Por ello, el procurador de Vox, Jesús García-Conde del Castillo lamentó que el Gobierno autonómico haya plasmado en esos presupuestos «su sometimiento, sin ningún tipo de reparos, al discurso progresista» y para desarrollarlo, ponen a disposición de la Agenda 2030 «los recursos que no dedican a los sectores productivos y familias que más lo están necesitando, recordando que son a los que han obligado a cumplir con las medidas más duras y restrictivas
