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Concentración de repulsa por el crimen de María Isabel en Astorga. Campillo
El asesinato machista de la maragata María Isabel, la única mancha de sangre en León en 2018

El asesinato machista de la maragata María Isabel, la única mancha de sangre en León en 2018

Los asesinatos de las zamoranas Leticia Rosino y Laura Luelmo marcan la crónica negra de la Comunidad, en un año que se salda con una decena de crímenes

Leonoticias

León

Martes, 25 de diciembre 2018, 10:30

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Los asesinatos de las jóvenes zamoranas Leticia Rosino y Laura Luelmo marcaron la crónica negra de Castilla y León en 2018, un año marcado por un incremento exponencial en el número de crímenes, hasta una decena, entre los que la lacra de la violencia machista volvió a estar muy presente. Zamora fue la provincia que sufrió los casos más crueles.

En la provincia de León, por su parte, la única mancha de sangra del 2018 fue consencuencia de la violencia de género. María Isabel Alonso López de 62 años moría el 24 de julio a manos de su marido. Pasaban 20 minutos de las dos de la madrugada, cuando su marido Ángel Arias Alonso con el que compartía vivienda en un primer piso de la calle Santa Colomba del barrio de Puerta de Rey, le asestaba dos disparos con un arma corta.

Tras asesinar a su mujer, con la que tenía dos hijos en común, el agresor, un policía nacional jubilado, utilizó la misma arma para herir en un hombro a un vecino de 60 años de edad que residía en el piso superior

Due en ese momento cuando llegaron al lugar de los hechos dos patrullas de la Policía Local de Astorga y de la Nacional, tras el aviso de varias llamadas al 112, que informaron que se estaba produciendo un altercado entre vecinos en dicho inmueble.

En lugar, los policías se encontraron al agresor forcejeando con el vecino que presentaba heridas de bala, logrando reducirle y evitar así que una nueva víctima se sumará al trágico balance de este macabro episodio de violencia de género.

Un brutal asesinato que conmocionó a la sociedad maragata que, con lágrimas a flor de piel e incredulidad, enmudecían en una concentración en la Plaza Mayor. Allí, cientos de vecinos protagonizaban un hermoso acto cargado de rabia e impotencia para condenar este brutal crimen machista del que nadie puede ni quiere encontrar explicación.

Brutales crímenes

En mayo, Leticia Rosino, de 32 años, era asesinada en las proximidades de Castrogonzalo. Días después del crimen, fue detenido un menor de 16 años que, en sus primeras declaraciones, no dudó en acusar a su padre del asesinato, que incluso llegó a ser detenido por la Guardia Civil.

Finalmente, este menor fue condenado el pasado mes de diciembre a una pena de ocho años en régimen cerrado, seguida por otros cinco de libertad vigilada. Los hechos provocaron una indignación popular generalizada en Zamora que derivó en la creación de una plataforma que reivindica modificaciones en la Ley del Menor, con endurecimiento de las penas incluido.

Días después de conocer esta sentencia, la pesadilla se repetía en Zamora con el caso de Laura Luelmo, una joven de 26 años, natural de Zamora, que se trasladó a Huelva a principios de diciembre para sustituir a una profesora temporalmente en un instituto de Educación Secundaria de la localidad de Nerva.

Después de su desaparición el 12 de diciembre, su cadáver fue encontrado semidesnudo y con visibles signos de violencia cinco días después en un terraplén de la zona conocida como Las Mimbreras, en el término municipal de El Campillo (Huelva). Horas después, la Guardia Civil detenía a su asesino, un vecino de El Campillo que había salido de la cárcel hacía dos meses tras haber cumplido una pena de dos años y 10 meses por robo con violencia. Previamente, había estado en prisión por el asesinato de una mujer.

Al margen de estos dos crímenes, que conmocionaron a la opinión pública y abrieron de nuevo el debate de la prisión permanente revisable, la mayoría de los homicidios tuvieron como escenario Valladolid. El primero ocurrió en enero, en la calle Federico Landrove Moiño, del barrio de Parquesol. La Policía descubrió el cadáver de una anciana en el interior de la vivienda después de que su hijo confesara la autoría del crimen. Al parecer, el hijo intentó suicidarse en un hotel de Benidorm (Alicante) y tras impedírselo confesó a los agentes que le había quitado la vida a su madre.

Arma blanca

En agosto, un joven de 32 años de edad, Manuel M.B., era detenido en las proximidades de la calle Arca Real de Valladolid después de matar a tiros a un hombre de 46 años y herir a otros tres en un bar de la localidad de Castrillo-Tejeriego (Valladolid).

Días después, también en Valladolid, un joven de 18 mató en Nava del Rey a la pareja de su madre, un varón de 49 años, tras una pelea en la que él también resultó herido. Además, en septiembre se conocía el fallecimiento de una persona transexual que recibió una brutal paliza el 12 agosto a las puertas del centro comercial Vallsur en Valladolid. El autor confeso de la agresión, un chico de 15 años que se entregó horas después en la Comisaría de la Policía Nacional, permanece internado en el centro de reclusión Zambrana.

Por otra parte, desde el mes de octubre la Policía Nacional investiga el fallecimiento de una mujer de 73 años, cuyo cadáver apareció amordazado en el suelo del pasillo de su domicilio de la Plaza Circular de Valladolid.

El último asesinato ocurrió el pasado 8 de diciembre en Aranda de Duero (Burgos), donde un hombre de 33 años falleció por las graves heridas sufridas en el cuello, por arma blanca, durante una reyerta registrada en el exterior de un pub entre dos grupos. El suceso tuvo lugar a de madrugada en la plaza Santiago de la localidad y horas después agentes de la Policía Nacional identificaron a los posibles agresores, dos hermanos vecinos de Aranda, B.L.LL. de 19 años, y H.L.LL., de 17 años.

Violencia machista

La lacra de la violencia machista se mantuvo en la Comunidad. En abril, una mujer de 34 años de edad falleció en el Hospital Universitario de Burgos, donde fue ingresada después de sufrir una brutal paliza a manos de su expareja, en la calle San Antón, en el barrio de Gamonal. La segunda víctima de violencia de género fue,la margata María Isabel Alonso.

Accidentes de caza

Por otra parte, los accidentes de caza también aparecieron en este 2018. El más trágico fue el registrado en octubre en Villalba de los Alcores (Valladolid) donde un niño de 13 años perdió la vida tras recibir, de forma accidental, un disparo en una cacería en una zona de monte bajo. El accidente de Villalba de los Alcores se sumó a otros dos.

Uno registrado en septiembre, en el que un joven de 31 años falleció al resultar herido por el arma de fuego cuando cazaba en un monte entre San Ildefonso y Palazuelos de Eresma, en Segovia, y el que le costó la vida a una persona de 73 años en la localidad abulense de Valdecasa, en la Dehesa de Rehoyo, al lado de la carretera AV-120.

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