El 43% de los 307 transportes escolares inspeccionados en Castilla y León incumple la normativa
La mayoría de las 204 denuncias tramitadas por Tráfico en la campaña especial son por infracciones administrativas, casi siempre, por falta de algún 'papel' en la documentación
M. J. Pascual
Lunes, 30 de enero 2017, 17:29
En los cinco días que ha durado la campaña especial de la Dirección General de Tráfico de control y vigilancia en las 1.874 rutas escolares de Castilla y León, 840 agentes de la Agrupación desplegados en 270 controles han inspeccionado 307 vehículos. De ellos, 132, el 43%, fueron denunciados por incumplir la normativa, motivo por el que se tramitaron 204 denuncias. Explicaron desde la Delegación del Gobierno, al respecto, que las sanciones penales son mínimas y que la mayoría, al tratarse de irregularidades administrativas, se cursan ante el departamento de Industria de la Junta de Castilla y León.
La mayoría de estas denuncias formuladas fueron por falta de papeles en el vehículo. Respecto de la documentación, 124 conductores no llevaban la autorización especial de transporte escolar y 25 no disponían del seguro de responsabilidad ilimitada al que obliga la ley.
Además de la falta de documentación, la segunda infracción más frecuente es el olvido de la señal de transporte escolar (V-10), motivo por el que una docena de vehículos fueron sancionados también. Otros tres no habían pasado la ITV. En dos casos más se detectaron deficiencias en el vehículo, en concreto, en las puertas de servicio y emergencia. Media docena de las denuncias estuvieron relacionadas con el número de horas de los chóferes al volante, excesivas. La falta de acompañante para atender a los niños durante el trayecto fue el motivo de una de las denuncias tramitadas por la Agrupación de Tráfico de Castilla y León durante la campaña de control especial, que tuvo lugar la semana pasada. Ningún conductor fue denunciado por velocidad excesiva ni por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Son 35.000 alumnos castellanos y leoneses, con 830 acompañantes, los que utilizan a diario el autobús o microbús (también el taxi) para ir y volver de los centros docentes. Este curso son 1.874 las rutas escolares diseñadas por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León en colaboración con la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. De estas rutas, 462 son «combinadas», es decir, aprovechan los vehículos que realizan el transporte a la demanda en los pueblos. En ellos viajan escolares desde los tres años hasta los de Obligatoria, incluso algunos de Bachillerato. Los alumnos de Infantil y Primaria que usan este transporte tienen derecho a comedor gratuito, recuerdan desde Educación. La Junta destina a este servicio de transporte escolar un presupuesto de 48,8 millones de euros al año.
319 taxis
Por el momento, en lo que va de curso escolar, no se ha producido ningún accidente, a excepción del susto que se llevaron el 24 de octubre pasado 21 alumnos del instituto Valverde de Lucerna de Puebla de Sanabria (Zamora), cuando un ciervo irrumpió en la calzada de la nacional 525, en el término municipal de Asturianos, y chocó con un lateral del autobús en el que viajaban. Solo se produjeron daños materiales en el vehículo. Este invierno, el único incidente reseñable ocurría el pasado viernes 20 de diciembre, cuando más de un centenar de alumnos de Segovia y Ávila tuvieron que quedarse en casa porque las carreteras estaban impracticables por el hielo y la nieve y tuvo que suspenderse el servicio. Desde el 23 de febrero de 2012, cuando se produjo el accidente de Villanueva del Aceral (Ávila), en el que murió una estudiante que viajaba en un autocar que realizaba la ruta entre Muñosancho y Arévalo, ningún transporte escolar se ha visto implicado o protagonizado siniestros en las vías regionales.
Todas las empresas de transporte radicadas en la Comunidad tienen a su cargo alguna de las 1.874 rutas escolares. Además de los autocares, hay 319 taxis que transportan alumnos, principalmente de las provincias de León y Burgos.
«Nos hacen controles una vez al trimestre, casi siempre a la puerta de los colegios»
Ángela Cepa tiene una empresa de autobuses ubicada en Ciudad Rodrigo (Salamanca). Su contacto con el transporte escolar también se produjo desde el primer momento y desde entonces, no ha dejado de llevar a los niños y adolescentes de la comarca mirobrigenses desde sus pueblos hasta la cabecera de comarca. Su experiencia ha sido «positiva y dura» en un mundo que tradicionalmente era de hombres.
En relación al transporte escolar explica que «la normativa ha ido cambiando y en la actualidad con el carné profesional te vale». Añade que «una vez al trimestre nos hacen un control, generalmente, a la puerta de los colegios que se centra, sobre todo, en cómo están técnicamente los autocares o si está correcta la documentación». Tampoco se puede olvidar que por ley, a partir del quinto año, los autobuses están obligados a pasar la inspección técnica correspondiente cada seis meses. Ángela Cepa se refiere de manera específica al consumo de alcohol y su experiencia le lleva a indicar que «siempre hay alguna excepción, pero a mí me parece que los profesionales estamos muy concienciados de que no tenemos que tomar alcohol y soy de las que pienso que la tolerancia debe de ser cero». Dice que nunca le han hecho un control de alcoholemia llevando un bus escolar. El peligro está ahí, sobre todo, como consecuencia de la fauna salvaje. «El año pasado, uno de los conductores tuvo dos accidentes en cuatro meses a causa de los jabalíes y la suerte fue que iba de vacío».