La zona donde falleció Ian era «de difícil acceso» y estaba «llena de maleza»
El padre del pequeño fue el primero en acudir al rescate de su hijo, los vecinos avisaron al 112 y el Servicio de Emergencias tuvo que acceder bajando el río
La tragedia, imprevista y con triste desenlace, llena de consternación a una familia y a un pueblo. El pequeño Ian Aller, que falleció el pasado sábado 5 de julio tras sufrir un fuerte golpe en la cabeza en una zona de difícil acceso junto al río Bernesga, a la altura del kilómetro 10 de la carretera LE-4514, a las afueras de La Seca en dirección a Cascantes de Alba, es evocado por los vecinos con afecto y dolor.
Los vecinos informaron al Servicio de Emergencias 112 con la mayor rapidez posible.Daban pronto aviso, y allí se personaron los Bomberos de León, la Guardia Civil, el helicóptero de rescate y salvamento, así como el helicóptero sanitario de Sacyl y una ambulancia de soporte vital básico. Se trasladaban inmediatamente al lugar. Sin embargo, cuando el pequeño llegó al complejo asistencial, y debido al fuerte traumatismo craneoencefálico, falleció.
El Ayuntamiento de Cuadros, dirigido por María Teresa Fernández García, ha emitido un decreto municipal, donde manifiesta «el dolor del municipio por la muerte de Ian», y ha señala tres días de luto oficial, ondeando las banderas a media asta como símbolo de duelo por lo sucedido.
Zona de difícil acceso
«La zona es inaccesible. Está llena de maleza y piedras. Cuando llegaron los bomberos no pudieron acceder por la orilla. Tuvieron que hacerlo desde el propio cauce del río», afirma el alcalde pedáneo de La Seca de Alba, José Antonio Garcia. «Hace años, ya con el anterior alcalde, enviamos un escrito a la Confederación Hidrográfica del Duero, trasladándose la situación en esa zona del río, pero nada, no nos dejan limpiarlo. Llevamos años y años con la misma queja», comenta el edil. Además, García expresa que «en esa zona del río Bernesga es típico hacer el descenso, pero al existir tantas piedras y la maleza dificultar la visibilidad, hay que tener mucha precaución y cuidado». Y, posteriormente, añade que «esta tragedia pudo evitarse». Aserto que confirma el presidente de la Junta Vecinal de Cuadros, Iván Mateos García: «Todos los veranos se llena el río de los vecinos y las familias que acudimos a refrescarnos, pero la situación con la maleza es desesperante. No podemos cortar las hierbas, porque nos denuncian, pero tampoco vienen a desbrozar, ¿qué se supone que quieren que hagamos? No podemos ni acceder al río. ¡No nos dejan hacer nada!».
Vecinos de La Seca de Alba denuncian, asimismo, «la terrible situación en la que se encuentran los alrededores del río Bernesga a su paso por el municipio y los pueblos colindantes». Lo explicitan: «Cualquiera que venga lo puede ver. Las hierbas están desatadas y no se puede ni pasar por el camino», afirma una vecina del municipio, quien también resalta que «hemos denunciado esta situación en numerosas ocasiones a la Confederación Hidrográfica del Duero, pero ni actúan ni nos dejan hacer nada a nosotros». Esta opinión es compartida, igualmente, por el pedáneo, Iván Mateos García: «Las zonas de acceso al río Bernesga deberían estar más cuidadas y limpias, pero no dejan hacer nada. Hemos enviado varios escritos, les hemos informado y advertido que así no puede estar y, lamentablemente, ha ocurrido una desgracia».
Tal y como afirman los vecinos, «la maleza y las hierbas se han apoderado de la zona», convirtiéndolo en un punto del río de baja visibilidad y gran inseguridad por el difícil acceso. «El abandono y deterioro es algo que salta a la vista, no es algo que nos inventemos desde el pueblo», afirma Mateos García. Prosigue: «Lo único que pedimos es mantenerlos en buen estado, para evitar sucesos tan trágicos como el del pequeño Ian». El intento de rescate, según relatan los vecinos, «tuvo que hacerse a tarvés del río, bajando por el mismo». ¿Por qué fue esto? Esto se debe a que la zona en la que se encontraba Ian era rocosa y con abundantes hierbas y maleza que imposibiilitaban la visibilidad y, por tanto, según comentan los residentes del municipio.
Algunos de los residentes del municipio añaden que «los cuatro o cinco minutos de más que tardaron los servicios de emergencias en atender al pequeño, no fue debido a tardanza, sino a la maleza que imposibilita el acceso a la zona rocosa donde se encontraba Ian». Además, según relatan vecinos de Cuadros, «el padre del pequeño fue el primero en acudir al punto donde se encontraba su hijo, para auxiliarlo» y, los amigos y vecinos del pueblo que allí se encontraban, «intentaron dar aviso lo más rápido posible», pero no se pudo.
Todos los vecinos de La Seca de Alba y Cuadros destacan lo mismo: «Se trata de un terrible desenlace, para una familia muy apreciada y querida en el pueblo».