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Peter Max Kamber y Natalie Antonia Kamber.
«Queremos creer, tenemos que creer, que aún podemos encontrarlos vivos», aseguran desde el operativo de búsqueda de los dos senderistas suizos

«Queremos creer, tenemos que creer, que aún podemos encontrarlos vivos», aseguran desde el operativo de búsqueda de los dos senderistas suizos

Los equipos de rescate se lanzan a una búsqueda contrarreloj de la pareja suiza desaparecida en Fuente Dé, en la vertiente cántabra de los Picos de Europa

NACHO GONZÁLEZ UCELAY

Miércoles, 7 de junio 2017, 18:22

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Los equipos de rescate que participan en la búsqueda de los dos senderistas suizos desaparecidos el pasado miércoles en la estación superior de Fuente Dé comenzaron ayer una carrera contrarreloj por tierra y aire para intentar encontrar con vida a la pareja, que lleva cinco largos días sin dar ni una sola pista de su existencia. "El tiempo corre en nuestra contra", reconocía uno de los rescatadores recién incorporado al operativo. "Pero queremos creer, tenemos que creer, que aún podemos encontrarlos vivos".

Con ese impulso, su propia fe, se lanzaron este lunes a la montaña los integrantes del operativo de rastreo montado y coordinado por la Dirección General de Protección Civil, una veintena de hombres y mujeres con sobrada experiencia pero absolutamente descolocados por una desaparición muy rara.

"No tenemos ni idea de lo que les ha podido suceder", admitía en el puesto de mando el jefe de servicio, Elías Bayarri, que no descarta ninguna hipótesis. "Sólo le puedo decir que los dos eran senderistas con cierta experiencia".

Es una de las conclusiones a las que la Guardia Civil ha llegado durante la ronda de investigaciones que abrió dos días después de que la pareja fuera vista por última vez "hemos perdido 48 horas preciosas", reconocen los rastreadores y que ha servido para conocer los movimientos previos que los senderistas realizaron antes de desaparecer montaña adentro.

Según ha averiguado este periódico, Peter Max Kamber, de 61 años, y Natalie Antonia Kamber, de 46 ambos pareja y de origen suizo llegaron el lunes a mediodía a Potes en un autobús procedente de Santander que les dejó a las puertas de los Apartamentos Villa de Potes, donde habían reservado estancia hasta el viernes.

Allí les recibió María Alonso, encargada del establecimiento, a la que el martes por la noche preguntaron la forma de llegar hasta Fuente Dé. "Les dije que podían coger un taxi", recuerda la mujer, a quien sus clientes le parecieron "gente normal". Él "hablaba castellano muy bien". Ella "no lo sé" porque apenas pronunció palabra.

Que no les viera ni el miércoles ni el jueves no le llamó la atención "porque en este tipo de alojamientos (apartamentos) puedes estar días sin encontrarte con tus clientes". Que no les viera el viernes, ya sí. "Tenían el check out a las doce, pero no aparecieron", dice la mujer, a la que la pareja había pagado la estancia por adelantado.

"Les llamé por teléfono a la habitación y, como no me contestaron, subí porque ya era casi la una". Y como Peter y Natalie no estaban, pero sus pertenencias sí, intactas, "decidí avisar a la Guardia Civil", que inmediatamente se movilizó en busca de los dos suizos.

En taxi a Fuente Dé

Tras entrevistarse con ella, y conocer que la pareja se había interesado por subir en taxi a Fuente Dé, los agentes se acercaron a la parada, donde uno de los taxistas que presta servicio en la capital lebaniega les confirmó que, efectivamente, dos días antes, el miércoles, él mismo llevó a los dos senderistas hasta Fuente Dé.

"Se subieron a eso de las nueve o las nueve y media de la mañana", recuerda Pedro Luis Gutiérrez, al que también le llamó la atención "lo bien que él hablaba castellano". Dice el taxista que Peter y Natalie "llevaban puesta la ropa normal que uno se pone para hacer una excursión de unas horas, de entretiempo, y dos mochilas que abultaban poco. Para llevar un botellín de agua, una prenda de abrigo... ya sabe".

Pedro Luis, al que le dio la impresión de que "conocían la montaña", dejó a los dos senderistas a la misma puerta de entrada del teleférico, "pero si quiere que le diga la verdad no me fijé si llegaron a cogerlo o no. Solo les di mi tarjeta por si me necesitaban y me fui".

En teleférico a la cumbre

Sí. Llegaron a cogerlo. Más concretamente a las diez y diez de la mañana, tal y como ha quedado registrado en las cámaras de vigilancia que están colocadas de la parte baja de la estación.

En la grabación se ve a la pareja saliendo del taxi, recogiendo sus respectivas mochilas y enfilando la puerta de entrada a las taquillas, donde compraron sendos billetes a la cumbre.

Cronología

  • Lunes día 29. Peter Max Kamber, de 61 años, y Natalie Antonia Kamber, de 46, ambos con pasaporte suizo, llegan en autobús a Potes, donde quedan alojados.

  • Miércoles día 31. La pareja coge un taxi hacia la estación inferior de Fuente Dé con la idea de coger el teleférico hacia la cumbre.

  • Viernes día 2. La responsable de los apartamentos en los que se aloja la pareja avisa a la Guardia Civil al descubrir que no han efectuado el check out.

  • Sábado día 3. Agentes del Greim de la Guardia Civil inician una primera búsqueda de los dos senderistas desaparecidos que interrumpen por el mal tiempo.

  • Domingo día 4. Las adversas condiciones meteorológicas en la estación superior impiden el comienzo del operativo de búsqueda.

  • Lunes día 5. Los equipos de rescate despliegan, ya sí, un dispositivo de rastreo en el que participan una veintena de hombres y mujeres y dos helicópteros.

De ida, porque pagaron 22 euros el precio por persona y viaje es de 11 euros entregando al empleado un billete de 50 y una moneda de 2 para, de este modo, obtener un cambio justo de 30.

Las cámaras de vigilancia que están instaladas en la parte superior de la estación también registraron la llegada a la cumbre de los suizos, a los que los servicios de emergencias buscan desesperadamente desde el viernes por la tarde.

Por tierra, escrutando todas las rutas posibles que Peter y Natalie pudieron tomar para volver caminando, pues esa debió ser su intención al no haber comprado en la estación un billete de ida y vuelta. "También hemos mirado refugios, pero, de momento, sin ningún resultado", dijo ayer el jefe de servicio de Protección Civil.

Y por aire, sobrevolando los cortados del circo de Fuente Dé y alrededores, también sin ningún xito. "Hemos tenido un par de indicios, pero han resultado ser falsas alarmas", afirmó Bayarri, que explicó que, durante una de las pasadas, uno de los helicópteros localizó una mochila abandonada allí por otro senderista y, en otra, la otra aeronave descubrió una manada de buitres devorando algo que, por suerte, eran los restos de un rebeco.

Infructuosa, y algo tardía, la búsqueda, que no pudo emprenderse el fin de semana por el mal tiempo, se reanudará hoy martes con la fe más desgastada que ayer porque, efectivamente, "el tiempo corre en nuestra contra".

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