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EFE
Tráfico reducirá a primeros de año a 90 km/h la velocidad en las carreteras convencionales

Tráfico reducirá a primeros de año a 90 km/h la velocidad en las carreteras convencionales

La DGT echa mano de los reales decretos para retocar la Ley de Seguridad Vial ante la falta de consenso parlamentario y la brevedad de la legislatura

Martes, 6 de noviembre 2018

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Las carreteras convencionales, las que tienen un carril en cada sentido sin separación física, sufrirán una revolución a principios de año. La Dirección General de Tráfico (DGT) prepara el real decreto que reduce de 100 a 90 km/h la velocidad máxima en esas vías, en las que durante 2017 fallecieron 1.013 personas, el 77% del total de los muertos en vías interurbanas (1.321 personas), tal como recoge el Observatorio Nacional de Seguridad Vial. Según Pere Navarro, «el problema de los accidentes lo tenemos básicamente en las carreteras convencionales y los datos nos dicen indican donde hemos de concentrar los esfuerzos».

La DGT tiene que utilizar la vía del real decreto para llevar a la práctica esta reforma. El motivo es que, a diferencia de pasadas legislaturas en las que el consenso político era la tónica en materia de seguridad vial, la actual situación podría alargar el debate parlamentario para tramitar la reforma. Los predecesores de Navarro en el cargo, María Seguí y Gregorio Serrano, lo intentaron pero chocaron con diferentes sectores, políticos y sociales, además del Consejo de Estado, para llevar a cabo la modificación de la ley. Además, los meses que quedan de legislatura serían pocos para tramitar esta normativa con el suficiente debate político.

Tráfico colgó hace unos meses en la web del Ministerio del Interior, para consulta pública, su propuesta para modificar el artículo 48 del Reglamento General de Circulación, en lo concerniente a las «velocidades máximas fuera de poblado», en general, y con especial hincapié en las carreteras convencionales. Justifica que la reforma tiene el objetivo de: «aumentar el nivel de seguridad de los usuarios de las vías, al reducir las velocidades máximas»; «reducir el nivel de siniestralidad en general, y especialmente de usuarios vulnerables (peatones, ciclistas, motoristas), que son quienes mayor probabilidad tienen de sufrir accidentes en caso de velocidad inadecuada»; y «reducir la tasa de siniestralidad en los términos que señala la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020».

De esta manera, fuentes de la DGT han explicado este martes que a primeros de años entrará en vigor el real decreto que reduce la velocidad de 100 a 90 km/h en las carreteras convencionales con un arcén de 1,5 metros –para turismos y motocicletas-, algo que quisieron trataron de hacer tanto Seguí como Serrano. También verán reducida su velocidad máxima a 80 km/h las furgonetas, los autobuses y los camiones. La ley hace la salvedad de que el titular de la carretera podría mantener los 100 km/h actuales si la calzada tiene separados físicamente –quitamiedos, bloque de hormigón, etc...- los dos sentidos de la circulación.

Esta norma deberá ser aprobada en los próximos consejos de ministros para, de esta forma, dar tiempo a que los titulares de las carreteras hagan acopio de las nuevas placas de velocidad instaladas en estas vías. Las fuentes consultadas recordaron que para ahorrar costes y tiempo, la sustitución de las señales se podría realizar con placas adhesivas, pegadas sobre las actuales, como se hizo cuando durante unos meses se redujo a 110 km/h la velocidad en autovías y autopistas. Por cierto, una medida también tomada bajo el mandato de Pere Navarro y que fue muy polémica.

Otras novedades

La velocidad no será la única novedad que prepara Pere Navarro y su equipo para los próximos meses. En la web de Interior también fue sometido a consulta pública la reforma del Reglamento General de Conductores para actualizará el carné por puntos, tras más de diez años en vigor.

Esta es también uno de los pilares de actuación de Pere Navarro, 'padre' de los créditos para conducir, que quiere endurecer tanto la sanciones como la pérdida de puntos ante las nuevas «conductas de riesgo» al volante. Las distracciones, especialmente por el uso del teléfono móvil y los sistemas de mensajería, serán sancionadas con la pérdida de seis puntos, tal como pretende el director de Tráfico.

De esta manera chatear por el móvil se equipará a otras infracciones graves, como conducir bajo los efectos de los estupefacientes y psicotrópicos, negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia o circular de forma temeraria, en sentido contrario a lo establecido o conducir vehículos en carreteras no autorizadas.

Tráfico también quiere que se detraigan cuatro puntos –ahora son tres– para aquellas personas que no lleven el cinturón de seguridad, el casco o las sillitas de retención infantiles adecuadas.

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