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El calentamiento global exasperó a los últimos caimanes de Cataluña.
El calentamiento global exasperó a los últimos caimanes de Cataluña

El calentamiento global exasperó a los últimos caimanes de Cataluña

Un estudio del Instituto Catalán de Paleontología confirma que el reptil 'Diplocynodon ratelii' habitó la cuenca del Vallès-Penedès hace 16 millones de años

Daniel Cabornero

Martes, 28 de marzo 2017, 14:12

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Una reciente investigación del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) ha confirmado que el reptil Diplocynodon ratelii, de aspecto muy similar a los caimanes actuales, habitó buena parte de los ecosistemas boscosos hace unos 16 millones de años en lo que hoy es Cataluña, mientras soportaba temperaturas que fueron en ese momento más elevadas de lo que son en la actualidad.

Acorde a un artículo de la revista Comptes Rendus Palevol, y según ha reflejado también la agencia especializada Sinc, este tipo de reptil deambulaba en la época del Mioceno (que abarca desde hace 24 millones de años hasta hace 5 millones de años) entre charcas y lagunas cercanas al actual yacimiento de Els Casots, en la cuenca del Vallès-Penedès.

Sus fósiles hallados ahora se han constatado como los restos más recientes de su género en la Península Ibérica. "Estos constituyen la evidencia publicada más tardía para este género en Iberia, puesto que hasta el momento solo se había registrado mucho antes en el Eoceno y Oligoceno, hace más de 23 millones de años", ha comentado David M. Alba, autor principal del estudio e investigador de ese Instituto Catalán de Paleontología.

"Diplocynodon fue un género ampliamente distribuido por Europa durante más de 40 millones de años [del Paleoceno al Mioceno], e incluye múltiples especies de pequeños cocodrilos de aspecto similar a caimanes y aligátores", ha declarado el paleontólogo sobre tal familia a la que pertenece, actualmente extinguida, y que se incluye junto con estos en la superfamilia de los aligatoroideos.

David M. Alba encabeza una línea investigadora iniciada con excavaciones en Els Casots en la última década del siglo XX, para buscar indicios de una especie de cocodrilo que hasta ese momento parecía haber vivido únicamente en el sur de Francia. Tras quedar varios años a la espera de analizarse, los fósiles al fin han corroborado la primera evidencia de Diplocynodon ratelii en la Península Ibérica, donde previamente solo se habían citado otras variantes de aligatoroideos.

Para llegar a esta conclusión, el ICP ha proporcionado las descripciones anatómicas más detalladas hasta la fecha de la especie; destacaría el pequeño tamaño del reptil, de no más de un metro de longitud, según los cráneos hallados en el yacimiento catalán. El Diplocynodon ratelii fue un diplocinodóntido que se habría originado antes de la divergencia entre caimanes y aligátores.

Presas de pequeño tamaño

En la actualidad, los aligatoroideos están más extendidos por América y Asia oriental, pero hace millones de años eran frecuentes en Eurasia. El Diplocynodon ratelii acechaba presas de pequeño tamaño como roedores y otras especies extintas de peces y reptiles, con los que coexistía durante el Mioceno inferior y mientras cazaba mamíferos mayores como los ciervos ratón (artiodáctilo).

Además, y según los restos de Els Casots, compartían hábitat en un emplazamiento donde pudo haber un lago y con grandes mamíferos como rinocerontes, el équido Anchitherium, pecarís, ciervos ratón, bóvidos y cerdos primitivos, parientes extintos de elefantes (incluyendo un mastodonte y un protoelefante llamado dinoterio), y algunos carnívoros como los conocidos como osos-perros, félidos, hiénidos y mustélidos extintos.

El acopio de hallazgos en la cuenca del Vallès-Penedès ha propiciado que los científicos se hayan interesado por reiniciar las excavaciones. "Reabrirlo iría ligado también a acciones de difusión del patrimonio paleontológico, pero esto es algo que aún tiene que discutirse...", ha reflexionado David M. Alba, cuyo equipo de investigadores procura ampliar conocimiento sobre fauna, paleoambiente, tafonomía del yacimiento o paleobiología y taxonomía de determinadas especies.

La fauna de Eurasia

Bajo esa misma corriente, la propia revista Comptes Rendus Palevol divulgó a finales de 2016 un volumen temático con once artículos que cubrían un amplio rango geográfico y cronológico sobre hábitats de Eurasia durante el Oligoceno y el Mioceno; recogió datos sobre yacimientos distribuidos desde la Península Ibérica hasta China de entre 30 millones y 5 millones de años.

"El objetivo de este volumen es compilar una serie de datos sobre la fauna que hay en zonas que cumplen una serie de características: presentan fósiles en abundancia, conocemos la antigüedad de los diversos yacimientos con precisión y cubren un período extenso de la historia de la vida en la Tierra", explicó Isaac Casanovas, también colaborador del Instituto Catalán de Paleontología y editor invitado para tal recopilación.

"La abundancia de fósiles y la precisión en su edad nos permite hacer un zoom en la historia de las faunas de estas regiones. Sus características hacen que no obtengamos una imagen fija de un lugar y un momento del pasado, sino que podamos visualizar una secuencia de imágenes continua", ha argumentado Casanovas.

"Las dataciones de los fósiles que incluyen las bases de datos no siempre son fiables o son demasiado imprecisas, y un rango de incertidumbre de más de un millón de años en una datación es demasiado tiempo, incluso para un paleontólogo", ha bromeado finalmente, al respecto de cierta tendencia actual a recurrir a 'databases' generadas a partir de la literatura científica para su posterior estudio.

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