El Ejido y La Bañeza, como buenos hermanos
La Hermandad de Jesús Divino Obrero y la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Bañeza desfilan con la Procesión de la Hermandad que cada año par acoge la capital
La Hermandad regresó a León por año par y destiló en León la conexión entre la capital y La Bañeza, una de las Semana Santa más desconocidas de la provincia y que tiene mucho que aportar.
La capital fue sede de la Procesión de la Hermandad, organizada por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Bañeza y la Hermandad de Jesús Divino Obrero de León, que ejerció de anfitriona seis años después de la última salida.
La Bañeza y León
Centenares de leoneses se quisieron acercar a disfrutar de esta unidad entre penitenciales que cada año ponen de reflejo en la provincia.
Los primeros hermanos de filas llegaron desde tierras bañezanas y lo hicieron portando la talla de madera de San Juan Camino del Calvario, que llegaba acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía foránea.
Había ganas de procesión en la barriada del Ejido y eso se notó entre las decenas de papones que portaban sus cruces y daban la mano a los más pequeños que se apilaban emocionados, algunos viendo por primera vez un desfile de este tipo por la calle.
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La banderas que representan los pasos de la penitencial leonesa dieron paso a su talla más importante, La Soledad, sin la compañía de las otras dos 'marías', que salía en la primera de las tres procesiones a las que acudirá esta Semana Santa. Junto a ella, las gaitas retumbaron con la Banda de Jesús Divino Obrero.
Hubo cambios importantes en el recorrido, iniciando la procesión por el barrio para bordear el barrio Húmedo y regresar hacia la parroquia de salida.
El tiempo acompañó y permitió disfrutar de una hermandad duradera, de las que se consagran con el paso del tiempo, y que cada año par llega a León para exponer un pedacito de la Semana Santa de La Bañeza.