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Los Juzgados de Ponferrada acogieron ayer la segunda declaración de Pedro Muñoz, con la que la jueza da por concluída la instrucción del caso. SM
Pedro Muñoz «no sabe qué le pudo ocurrir» a su exmujer y arremete contra Raquel: «Bebía, se ponía agresiva y tenía ataques de ira»

Pedro Muñoz «no sabe qué le pudo ocurrir» a su exmujer y arremete contra Raquel: «Bebía, se ponía agresiva y tenía ataques de ira»

En la segunda declaración del expolítico berciano en los Juzgados de Ponferrada, la jueza tuvo que llamarle la atención por las impertinencias del procesado a la fiscal y su tono «arrogante» en la sala | Desde su llegada, advirtió que no iba a responder a las preguntas de las acusaciones | El caso que le llevará a juicio por tentativa de homicidio y malos tratos habituales a la abogada leonesa Raquel Díaz, su segunda exmujer, se celebrará en la Audiencia Provincial de León, no antes de la primavera de 2023

Miércoles, 5 de octubre 2022, 09:19

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Con la declaración indagatoria de Pedro Muñoz en los Juzgados de Ponferrada, la jueza del número 5 puso este martes punto y final a la instrucción del caso, un caso que se ha prolongado inusualmente durante más de 28 meses, según algunas fuentes «por la sobrecarga de asuntos en ese juzgado»

Hasta la fecha, el exconcejal de Coalición del Bierzo en el Ayuntamiento de Ponferrada sólo había declarado una vez, en junio de 2020, cuando fue detenido. Este martes realizó la declaración indagatoria en el juzgado de instrucción número 5 de Ponferrada, con competencias en materia de violencia sobre la mujer.

La 'estrategia' de esta segunda declaración de Pedro Muñoz -ya como procesado- parece, más que una defensa, un ataque frontal contra su exmujer. Acusado él de tentativa de homicidio y malos tratos habituales a Raquel Díaz, el expolítico aprovechó ayer para arremeter contra ella y no quiso contestar -estaba en su derecho- a ninguna de las preguntas de los abogados de las dos acusaciones.

Este martes, Muñoz no se mostró «abatido» ni «destrozado» por la situación de Raquel Díaz, como hiciera en su primera declaración de junio de 2020, cuando calificó el terrible suceso que dejó postrada en silla de ruedas a su exmujer como «un accidente». En esta segunda declaración, el expolítico argumentó su defensa con acusaciones contra ella, de la que dijo que «bebía, se ponía agresiva y tenía ataques de ira».

Los hechos

Desde las 10:30 de la mañana, y durante casi dos horas, Muñoz permaneció en la sala, y desde su llegada advirtió que no pensaba contestar a ninguna de las preguntas de las acusaciones, los dos abogados que representan a la hija de Raquel y a Raquel y al hermano de ésta. El procesado se mostró «muy hablador, altivo y arrogante» e hizo continuas consideraciones personales en sus intervenciones. Tuvo varios encontronazos con la fiscal y mantuvo un discurso que algunos asistentes tacharon de «muy elaborado, exento de humildad y siempre cargando contra Raquel», que no estaba en la sala.

Muñoz respondió primero a las preguntas de la jueza que instruye el caso, a la que espetó que «no sé qué es lo que pasó, pero yo no he hecho nada».

Alrededor de una veintena de testigos ha declarado durante los 28 meses de instrucción del caso

Respondió con «bastante arrogancia» a las numerosas preguntas del Ministerio Fiscal, que intentaba pedirle unas explicaciones que no llegaban.

Por último, respondió a la única pregunta que le hizo Pedro Quintana, hoy su abogado defensor y hasta 2020 compañero de partido y amigo tanto de Muñoz como de Raquel Díaz.

Muñoz decía «sentirse ofendido» cuando la fiscal le lanzaba repreguntas, como, «aunque diga que no sabe qué ocurrió, qué cree usted que pudo ocurrirle a Raquel» aquella noche del 27 de mayo de 2020 en la finca de Toreno en cuyo jardín «apareció» en estado crítico, magullada y ensangrentada.

«No sé qué pudo ocurrir»

El procesado insistía «con soberbia» a la fiscal que él «no sabe qué pudo ocurrir» e intentaba zafarse de las preguntas de ésta que a todas luces le incomodaban. La jueza tuvo que llamarle la atención en varias ocasiones por sus intervenciones y recordarle que «la pertinencia o no de las preguntas que se le hagan son una decisión de los magistrados».

Aunque abusó de la palabra e hizo uso de la verborrea que solía exhibir en actos públicos durante su carrera política, el exedil de Ponferrada tampoco sabía ayer argumentar a qué se deben los cambios con su declaración inicial: entonces calificaba su relación con Raquel como «sin problemas importantes» y contaba que sólo discutían a veces porque «ella tenía problemas en que me relacionara con otras mujeres».

Hace dos años, admitió que se mandaban mensajes «muy bestias» y que tenían discusiones, «pero no altercados», y dijo que, si aquella noche se hubieran peleado, «yo estaría peor que ella», y que él no tenía marcas en el cuerpo. «La única persona que Raquel tiene en la vida es a mí. Que me la den como está, no me importa», decía compungido Muñoz, que pedía que hablara su mujer y dijera «lo que le ha pasado», porque «si le hubiera dado una paliza, no hubiera llamado al 112».

El expolítico berciano pasó dos años en prisión y ahora está libre a la espera de juicio por tentativa de homicidio y malos tratos habituales.
El expolítico berciano pasó dos años en prisión y ahora está libre a la espera de juicio por tentativa de homicidio y malos tratos habituales. Inés Santos

Pero ella habló. Meses después de los hechos, y tras superar su paso por la UCI del Hospital de León y varias operaciones a vida o muerte, Raquel Díaz logró sobrevivir y declaró ante el juez. La versión de la abogada distaba mucho de la de su entonces marido. «Discutimos y la pelea acabó como siempre, a palos», declaró Raquel, que durante cerca de dos horas explicó con detalle qué ocurrió aquella noche: «me tiró desde arriba, me arrastró, me golpeó…».

Los informes forenses fueron tajantes: las numerosas lesiones de ella, las de entonces y otras anteriores que habían dejado huella en su cuerpo, no eran compatibles con una simple caída, fortuita o no. La Fiscalía acusó entonces a Muñoz de tentativa de homicidio y malos tratos habituales, y él pasó casi dos años en prisión preventiva en Mansilla de las Mulas, desde donde pidió el divorcio a Raquel e intentó donar todos sus bienes a sus dos hijos, maniobra que fue interceptada y por la que el juzgado número 6 de Ponferrada instruye otra causa contra Muñoz.

Botes de cervezas vacíos entre las pertenencias de ella

En la segunda declaración de Muñoz, la de este martes, el enfermero de Psiquiatría (jubilado poco antes de que sucedieran los hechos por los que pronto será juzgado) ha asegurado que las discusiones de la pareja eran «frecuentes» y que la convivencia del matrimonio «no era fácil», de lo que culpa ahora a Raquel porque «bebía, se ponía agresiva y tenía ataques de ira».

Aunque en ningún momento habló de alcohol ni de un supuesto «difícil carácter» de Raquel en su primera declaración (cuando fue detenido y ella se debatía entre la vida y la muerte), fuentes del caso consultadas reconocen que «la treta» que buscaría vincular a Raquel con problemas con el alcohol «ya la ha utilizado la defensa de Muñoz en algunas ocasiones durante el proceso judicial», y hay escritos y recursos en los que, por ejemplo, se habla del hallazgo de botes de cerveza vacíos entre las pertenencias de la mujer, que sobrevive en una residencia de ancianos de otra provincia de Castilla y León y está en silla de ruedas (quedó parapléjica). Se recupera de los graves daños neurológicos que sufrió y confía en poder recibir tratamiento para sus lesiones cerebrales en un centro específico.

Sin fecha para el juicio en la Audiencia de León

La jueza que ha instruído el caso, Cristina Fernández Álvarez, dictará en los próximos días el auto de conclusión del sumario y lo remitirá a la Audiencia Provincial de León, desde donde se solicitará al Ministerio Fiscal y a las acusaciones los escritos de calificaciones previas, con los delitos de que se le acusan, las penas que se le piden, la indemnización o las pruebas que se practicarán, testigos, etc. Se pedirá también el escrito de defensa y se emitirá después el auto de apertura de juicio oral.

Pedro Muñoz pasó casi dos años en prisión, desde donde pidió el divorcio a Raquel e intentó donar todos sus bienes a sus dos hijos

En cuanto a la previsión para el señalamiento de la fecha de juicio en la Audiencia Provincial de León, fuentes consultadas por Leonoticias estiman que la vista no llegará antes de la primavera de 2023, aunque hay quienes consideran que la gravedad y los retrasos que arrastra el caso «podrían acelerar un proceso que ya se ha dilatado demasiado en el tiempo».

28 meses de pesquisas

Tras más de 28 meses de pesquisas, la instrucción del caso se dio ayer por finalizada. En estos más de dos años, han declarado la hija de Díaz, los dos hijos de Muñoz (de su primer matrimonio), varias amigas de la joven, la primera mujer de él, los guardeses de la finca de Toreno (donde ocurrieron los hechos), el médico del pueblo, el intendente de la Policía Local de Ponferrada, médicos y forenses, entre otros. En total, alrededor de una veintena de testigos.

El entorno de Raquel confía en que no haya más retrasos y espera que «lo antes posible» se señale «de una vez» la fecha para el juicio en el que se determinará si Pedro Muñoz es o no culpable de los graves delitos que se le imputan, que son varios, motivo por el cual no se celebrará un juicio con jurado popular.

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