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La policía carga contra los manifestantes, este lunes, en el aeropuerto de El Prat. AFP

'Tsunami Democràtic', una «marea» de 250.000 independentistas

La plataforma que provocó el caos en El Prat nació en agosto para superar la estrategia «anticuada» y discontinua de los CDR

Martes, 15 de octubre 2019, 14:21

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«Terminaremos sabiendo quién está detrás de estos movimientos del Tsunami Democràtic» ha garantizado este martes el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, cuando todavía los restos del paso de esa gran ola siguen siendo visibles en el aeropuerto de El Prat, donde, según los cálculos policiales, se congregaron 10.000 personas.

El Tsunami Democràtic que se desencadenó solo instantes después de conocerse el contenido de la sentencia pudo sorprender por su virulencia a la ciudadanía y a los responsables políticos, pero no a los servicios de información de la Policía, Guardia Civil y Mossos, que vienen siguiendo muy de cerca la explosiva evolución de esta plataforma que casi alcanza el cuarto de millón de seguidores en sus canales apenas 50 días después de su nacimiento.

De acuerdo con los informes de los servicios de seguridad del Estado, Tsunami vio la luz la última semana del pasado agosto. En su creación estaban algunos de los principales dirigentes de los Comités de Defensa de la República (CDR) del área metropolitana de Barcelona, que, tras varias discusiones durante el verano, llegaron a la conclusión de que las acciones inconexas y di continuas en el tiempo de los diferentes comités no iban a ser capaces de dar una respuesta contundente a la sentencia del Supremo que ya vaticinaban que iba a ser condenatoria.

Más transversales

Los promotores de Tsunamic concluyeron que había que reinvertarse para conseguir una movilización masiva y -sin enterrar del todo a los CDR y a su «anticuada» estrategia de «guerrilla callejera descentralizada»- crear una nueva plataforma de apariencia más transversal en la que tuvieran cabida sectores catalanistas no tan radicales como los que venían militando en los CDR.

Vídeo.

La prioridad, entre otras, era atraerse a más militantes de la región metropolitana de Barcelona, sabedores de que solo lo que ocurre en la capital catalana tiene relevancia suficiente para impactar en la opinión pública. Todo, ello, eso sí, sin olvidar las tractoradas en los campos de Gerona o el bloqueo de carreteras comarcales en Lérida.

Según los servicios de Información de Interior, Tsunami Democràtic, no ha ocultado desde el principio que su objetivo era «organizar la respuesta» a la esperada condena de cárcel para los líderes independentistas que generara «una situación de crisis generalizada al Estado español que se prolongará en el tiempo».

«Continua e inagotable»

De hecho, preparar a sus activistas para mantener la continuidad en el tiempo de las protestas ha sido la premisa desde que el 2 de septiembre Tsunami Democràtic lanzara su acta fundacional llamada «una mar de fondo», en la que se conjuraba para llevar a cabo «una campaña constante, continua e inagotable» hasta conseguir la independencia.

Aunque Tsunami ya se había dado a conocer con acciones como la de colgar pancartas en las torres venecianas de la Plaza de España o la ocupación el pasado septiembre de sucursales bancarias de Barcelona, la plataforma siempre había asegurado que su puesta de largo iba a ser la «respuesta inmediata» a la sentencia.

Y la toma de El Prat fue su primera acción, según explican los servicios de información del Ministerio del Interior, que reconocen que la protesta en el aeropuerto fue «iniciativa exclusiva» de Tsunami, solo con la colaboración esporádica de CDR o de otros colectivos como Anonymous Catalonia, que se dedicaron a replicar sus llamamientos o a dar chivatazos sobre los movimientos de las fuerzas de seguridad.

Exhibición de medios

'Tsunami' no solo exhibió el lunes músculo logrando movilizar a miles de activistas en El Prat, sino que también dio muestras de una organización y financiación desconocida hasta ahora en los movimientos asamblearios de los CDR. Además del hecho de conseguir que un personaje como Pep Guardiola leyera su manifiesto internacional en la BBC, la plataforma, en cuestión de minutos, fue capaz de comprar decenas de billetes aéreos reales de Vueling (y dada la premura no precisamente los más baratos) para repartirlos entre sus activistas de forma telemática con el fin de que pudieran de esa manera pasar los filtros de la policía que solo dejaba pasar al interior de la terminal a personas con tarjeta de embarque. La treta funcionó porque fueron más de un centenar de manifestantes los que lograron colarse y hacer una sentada en una zona tan sensible como el área de controles de seguridad.

El movimiento insiste en que no tiene relación con ningún otro colectivo civil independentista ni con partidos políticos y que todo el dinero viene de unos socios, que no son tales. La única forma de financiación conocida es una tienda online en la que se venden camisetas, bolsas y sudaderas (con capucha) con el emblema de 'Tsunami' y con precios que van desde 14,99 a 34,99 euros.

La plataforma, que el lunes difundió el bulo de que había bloqueado los accesos a Barajas con 1.200 coches, se juega su futuro y su credibilidad en los próximos días, donde tendrá que demostrar si es capaz de mantener el nivel de movilización. Por lo pronto, en las últimas horas ha puesto en marcha una App para los móviles en la que 'Tsunami' promete ir avisando de las próximas movilizaciones a los activistas que se den de alta apadrinados por otros simpatizantes de confianza.

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