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Efectivos del dispositivo de búsqueda en el lugar de los hechos. Arriba, el agujero por el que cayó el pequeño. Ñito Salas / Sur

Los equipos de rescate emplearán tres sistemas para localizar al niño malagueño

Los equipos de rescate han encontrado una bolsa de chucherías que habría quedado sujeta a una pared cuando Julen cayó

JUAN CANO, EUGENIO CABEZAS y álvaro frías

Málaga

Lunes, 14 de enero 2019

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Los efectivos trabajan a contrarreloj para rescatar a Julen, un niño de dos años y medio que, según su familia, se precipitó este domingo por un pozo de 107 metros de profundidad y tan solo 25 centímetros de diámetro en la Sierra de Totalán (Málaga). Sin embargo, desde que saltaran las alarmas ya hace casi 24 horas, todavía no se ha conseguido ver al menor, según acaba de informar un portavoz de la Guardia Civil.

Bomberos y guardias civiles buscan aún el modo de acceder al punto donde se considera que está el pequeño, ya que, al parecer, se podría haber producido un desprendimiento de tierra a 78 metros de la superficie. Según ha indicado esta mañana la subdelegado del Gobierno en Málaga, María Gámez, a lo largo de las últimas horas se ha elaborado un mecanismo con el que se está retirando tierra.

El diámetro del agujero, de apenas 25 centímetros, impide que un adulto llegue hasta él, por lo que se ha utilizado un robot

Sin embargo, con este procedimiento solo se ha conseguido perforar unos 30 centímetros el tapón de tierra. Es por ello que los efectivos de rescate han puesto sobre la mesa otras tres alternativas para intentar hallar a Julen. «Éstas se pondrán en marcha conforme vayan llegando los medios técnicos que necesitamos», ha apuntado el portavoz de la Benemérita.

La primera de ellas también consiste en retirar tierra de ese tapón, pero mediante otra fórmula -que no ha especificado- que sería más rápida que la actual. La segunda, según ha relatado el agente, consiste en cavar un pozo paralelo.

El problema es que el pozo en el que se encontraría Julen no está entubado, por lo que habría que hacerlo. Al respecto, ha indicado que esta labor es fundamental, ya que al trabajar en la excavación del segundo, si no está protegido el primero, podrían producirse derrumbes.

Los técnicos también trabajan realizando inmersiones con un robot en el pozo, que continua chocando con un fondo de arena «húmeda» y no logra pasar de los 78 metros, por lo que aún no han podido llegar al lugar dónde suponen que podría estar el menor, ni han podido ver ni oír nada. En una de esas inmersiones, la cámara con la que va equipada el artilugio ha localizado una bolsa de chucherías, que habría quedado en una pared al caer Julen dentro. Asimismo, la subdelegada ha precisado que se ha hallado también un vaso en el interior del mismo. También se trata de averiguar si hay agua en el fondo del agujero.

En cuanto al tercero de los procedimientos, el guardia civil ha manifestado que se trata de realizar una excavación a cielo abierto desde la ladera de la montaña. De hecho, en estos momentos acaba de llegar a la zona un camión de grandes dimensiones y una máquina excavadora a la zona.

Julen estaba jugando cuando cayó

Todo comenzó sobre las dos de la tarde, cuando los padres del menor, dos jóvenes veinteañeros vecinos de la barriada malagueña de El Palo, almorzaban en compañía de unos familiares en una parcela situada en el monte, entre el arroyo de Olías y el río Totalán, muy cerca del dolmen Cerro de la Corona, conocido por los lugareños como 'Tumba del moro'. La familia estaba preparando una paella mientras Julen y otro menor del grupo jugaban en el campo. Entonces, uno de los familiares vio cómo el pequeño se caía por el agujero e incluso, según manifestó a la Guardia Civil, pudo oír cómo lloraba.

Dimensiones del agujero por el que el pequeño se precipitó.
Dimensiones del agujero por el que el pequeño se precipitó.

Los gritos desesperados de la familia fueron escuchados por un matrimonio de senderistas, que en esos momentos visitaba el dolmen. «Estábamos a unos 200 metros», relata la pareja, que corrió al lugar a ver qué pasaba. Allí, encontraron a los padres junto a otra familia. «Les preguntamos si estaban seguros de que el pequeño había caído por ese agujero, y estaban totalmente convencidos». Al matrimonio le dio la impresión de que la parcela donde almorzaba la familia estaba a punto de ser urbanizada, ya que se había rebajado el terreno y había palés de ladrillos. De hecho, el hueco por donde habría caído el niño corresponde a una prospección realizada a finales del año pasado (terminó en torno al 20 de diciembre) para buscar agua. Al parecer, el agujero se tapó con unas piedras, según las primeras pesquisas.

El diámetro del agujero, de apenas 25 centímetros, impide que un adulto llegue hasta él, por lo que se ha utilizado un robot

«Nos asomamos y empezamos a llamarlo, a ver si respondía, pero luego nos retiramos, ya que podíamos tirar alguna piedra dentro del pozo sin querer», contó el matrimonio. La Guardia Civil recibió dos llamadas casi a la vez. La primera, realizada por los padres. La segunda, procedente del servicio de emergencias 112-Andalucía, que fue alertado precisamente por la pareja de senderistas.

Ahí comenzó un despliegue que no hizo más que aumentar con el paso de los minutos. Un retén del Consorcio Provincial de Bomberos, del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga y de la Guardia Civil, con el Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (EREIM) al frente, acudió inmediatamente al lugar y, tras comprobar que era un hueco imposible para un cuerpo adulto, reclamaron más refuerzos, tanto personales como técnicos.

La búsqueda se centró en el pozo, aunque se peinó también el perímetro por si la familia que aseguró haber visto la caída podía haberse confundido con el nerviosismo de la situación. Los bomberos hicieron descender con una cuerda un teléfono móvil con la cámara encendida para comprobar si se veía algo. Llegaron a unos 50 metros de la superficie, pero ni rastro del pequeño Julen.

La Guardia Civil también movilizó a todos los grupos especializados en rescates, con los responsables de la comandancia al frente. Desde el EREIM –no solo se desplazaron agentes de Álora, donde tiene la base el equipo de Málaga, sino también de Granada– hasta los GEAS (Grupo de Actividades Subacuáticas) y la unidad canina.

Reacciones de dirigentes políticos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiso transmitir públicamente su apoyo a los padres, y apeló a «mantener la esperanza en el mejor desenlace». «Comparto la angustia de la familia del pequeño de dos años que ha caído en un pozo en Totalán. Todo mi apoyo a los padres y a los equipos de emergencias que están participando en el rescate. Mantengamos la esperanza en el mejor desenlace», escribió en su cuenta de Twitter.

Paralelamente, la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el líder del PP andaluz, Juanma Moreno, también se pronunciaron sobre este suceso. En su cuenta de Twitter, Díaz señaló ayer que está «siguiendo con preocupación» lo sucedido en Totalán, y ha transmitido su «cariño y apoyo» a sus padres, familiares y amigos, así como a los equipos de rescate que están actuando en la zona.

También el líder del PP ha afirmado que espera «con gran preocupación» noticias del rescate del pequeño, y ha trasladado su ánimo a los bomberos y equipos de emergencia en su tarea de rescate, al tiempo que ha enviado un «fuerte abrazo a su familia».

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