La reforma laboral reduce la temporalidad en León y el aumento del SMI afecta a 380 categorías
Un completo análisis sobre la situación de la contratación en León que ha reflejado una disminución del 27% en la temporalidad
La reforma laboral cumple más de un año aprobada y en vigor y desde Comisiones Obreras han querido hacer un balance de la situación. Un complejo análisis que también ha hecho referencia a las diferentes subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que se ha elevado un 47% en la última legislatura. «Esto ha sido muy positivo porque ha hecho que suba el salario de muchas categorías», ha explicado Ignacio Fernández, presidente de la Gestora de CCOO de León, que ha remarcado que en León «380 categorías estaban por debajo del SMI».
En una rueda de prensa, y acompañado de Juan Loreto Andrés Flórez, miembro de la Gestora de CCOO de León, han repasado cómo ha impactado la reforma laboral que entró en vigor en enero de 2022.
Un completo análisis que ha reflejado algunos datos no esperados en relación a los contratos y la temporalidad de los diferentes sectores. En el año previo se firmaron en el conjunto de la provincia 117.000 contratos, de los cuáles el 87% eran temporales. Por su parte, en 2022 fueron 114.000 contratos, siendo el 60,62% temporales, un porcentaje que sigue bajando y que en estos cuatro meses es del 53% de los firmados. En este sentido, Juan Loreto Andrés aseguró que «la reducción de la temporalidad es notable, podría ser mejor, pero es muy notable».
Además remarcó que los datos de este año no son del todo fiables porque «no han llegado los meses en los que más temporalidad hay en esta provincia». En relación a la temporalidad y la brecha de género, desde Comisiones Obreras remarcaron que no hay diferencia entre hombres y mujeres.
La temporalidad por sectores en León
Pero lo que más llama la atención en el estudio es que la temporalidad no se ha reducido en igual medida en todos los sectores. Por ejemplo en el sector de la agricultura en 2021 los nuevos contratos temporales eran del 97%, un año más tarde se redujo al 37% y en este año está siendo de un 40%.
En el caso de la industria, en 2021 la temporalidad era del 94%, cuando entró en vigor la nueva reforma laboral la temporalidad fue de un 74% y en lo que va de año alcanza el 63%. En este sentido, remarcaron desde CCOO que la industria es el sector con mayor temporalidad de toda la provincia de León llegando en 2022 a los 8.900 contratos temporales. En el sector servicios la temporalidad en el año 2021 era del 93%, en 2022 se redujo al 69% y en lo que llevamos de año hasta el 58%.
En relación a los contratos fijos discontinuos, CCOO reconoce que se han incrementado, pero no se ha cambiado la temporalidad por ellos llegando en 2022, el año en que entró en vigor la reforma laboral, a un total de 9,368 contratos fijos discontinuos, lo que supone un 8,19% del total. A la vista de los datos, desde Comisiones Obreras aseguran que «no nos cabe duda de que la reforma laboral ha funcionado y eso es debido a los acuerdos del diálogo social».
El lado negro de la negociación en León
«Estancada, floja y un pulso decaído». Así es cómo desde Comisiones Obreras ven la situación «general» de la provincia leonesa en relación a la contratación y las condiciones laborales, dos factores que marcan «cómo está el mapa de la vida leonesa».
Ignacio Fernández, presidente de la Gestora de CCOO de León, explicó en una rueda de prensa la situación de las negociaciones colectivas tras la «negativa de la patronal a negociar un pacto de rentas que servia de red sobre la cual se tiraban los convenios, no era muy respetado, pero servia de base y garantía». La situación ha sido definida como un «sálvese quien pueda», la que ha dificultado la negociación colectiva. A pesar de ello, en estos momentos «en León el único convenio estancado, pero en negociación es la hostelería».
Otro de los problemas en este sentido es que «algunos están negociados y no han sido publicados, esto es culpa de la administración que también juega su papel en esta situación». Todo ello, deriva en que las nuevas condiciones negociadas no se pueden aplicar a los diferentes trabajadores.
Pese a todos estos problemas, para Ignacio Fernández «lo más grave» de toda esta situación y de los acuerdos que sacamos adelante, es que «no estamos firmando subidas salariales en relación a lo que nos rodea». En este sentido, ha explicado que las subidas pactadas, hasta la fecha, «están en torno al 3,1% y la inflación estimada para este año está prevista para el 4%». El poder adquisitivo de los trabajadores se sigue esfumando, a pesar de las negociaciones. Ante esto, Fernández insistió en que «no son los salarios los causantes de la inflación y por más que lo repetimos es imposible que entre en algunas mentes». Para evitar esta situación remarcó que «haría falta que junto a un IPC mensual se publicase un índice de codicia, porque es esa codicia la que marca la inflación no los salarios de los trabajadores».
