Una recogida de firmas reclama la vuelta de los monitores de gimnasia de mantenimiento en León
Los usuarios piden recuperar a los seis monitores apartados tras el cambio de empresa adjudicataria
Varios usuarios de los servicios municipales de gimnasia de mantenimiento en León han iniciado una recogida de firmas para solicitar la reincorporación de los monitores que venían impartiendo las clases en los distintos pabellones de la ciudad.
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En total, más de cien firmas han sido registradas en el Ayuntamiento de León junto a un escrito en el que se pide que se reconsidere la decisión de no contar con estos profesionales, que llevaban más de cuatro años trabajando en el servicio.
El conflicto se originó tras el cambio de empresa adjudicataria del contrato. Según explica Clara Muñiz, una de las afectadas, la nueva empresa, con sede en Madrid, asumió la gestión con el compromiso de subrogar a los trabajadores que ya estaban desempeñando las clases. «Estuvieron un mes y luego los echaron alegando que no tenían la titulación exigida, cuando el pliego también reconoce la validez de la experiencia. Son seis personas las que se han quedado fuera, y algunas sí tienen el título», afirma.
Clases personalizadas
Los usuarios insisten en que las clases de gimnasia de mantenimiento son muy demandadas y personalizadas, con grupos adaptados a la edad y condición física de los participantes. «En cada grupo somos entre 40 y 50 personas. No es solo hacer gimnasia, es el trato, el cariño y la cercanía. Llevábamos años con los mismos monitores y sabían si a alguien le pasaba algo solo con mirarlo», explica una de las participantes.
Las actividades se desarrollan en varios espacios municipales como los pabellones Margarita Ramos (con unos 250 usuarios), Gumersindo Azcárate (unos 60), Armunia (25), Barrioluengo (50) y otros centros cívicos de la ciudad. Todos ellos, según los firmantes, han mostrado su apoyo a los monitores desplazados.
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Desde el Ayuntamiento de León no se ha tomado ninguna decisión fuera de la ley, ni la institución ni la empresa adjudicataria han actuado de forma irregular, ya que la selección del personal se rige por el pliego de licitación. La empresa, a su vez, se ha ceñido a los requisitos técnicos exigidos, entre ellos la titulación oficial para impartir este tipo de actividades.
Contratos como subrogados
Los monitores afectados aseguran que llevan desde 2023 trabajando como subrogados con diferentes empresas debido a las sucesivas licitaciones del servicio. «En tres años hemos pasado por tres empresas distintas. Esta última nos comunicó la decisión después de empezar el curso. Aun así, seguimos dando clase el primer mes para no dejar tirados a los alumnos», lamenta una de las trabajadoras.
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Aunque reconocen que no se ha cometido ninguna ilegalidad, tanto los usuarios como los antiguos monitores reclaman sensibilidad y sentido común para que se valore la experiencia acumulada y la relación de confianza que durante años se ha forjado con los grupos.
Por el momento, los firmantes aseguran no haber recibido respuesta oficial tras registrar su petición el pasado 28 de octubre. Confían en que el Ayuntamiento escuche sus reivindicaciones y busque una solución que permita mantener la calidad y la continuidad de un servicio tan valorado por cientos de leoneses.
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