La paciente leonesa que superó el dolor crónico: «Vine desahuciada, pero se puede curar»
El presidente de la Junta anuncia en el centro de salud de El Ejido que las unidades para afrontar esta «enfermedad» se llevarán a consultorios rurales de la provincia
«Cojeaba, no podía hacer ni mis funciones vitales. Vine desahuciada tras varios tratamientos y próxima a una operación de columna». Así explicaba María Luis Fernández cómo llegó el primer día al centro de salud de El Ejido. Aquel 28 de abril, su vida cambió para siempre gracias a la Unidad de Afrontamiento Activo del Dolor Crónico que padecía esta leonesa.
Lo hizo en medio de la incomprensión de quienes la rodeaban. «Nadie entiende que tomando 500.000 pastillas no se nos quita el dolor». Y, tras una primera sesión de valoración, comenzó con las clases para afrontar su dolor. «A mí me aislaba, me revelaba contra todo y estaba sin ganas. Tenía hasta picores. Me explicaron que el dolor me lo tenía que quitar yo». Así empezó a seguir los ejercicios y la terapia de grupo que fortaleció su mente hasta que ha llegado a entender que «el dolor crónico se puede curar porque está en el cerebro».
Este ha sido el testimonio que ha servido para exponer la importancia de esta moderna unidad, «pionera en España», han señalado sus coordinadores, y con la que María Luisa se ha ido convenciendo de que «cada día estoy mejor» hasta que se ha podido quitar la medicación y ha recuperado las ganas de vivir.
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha visitado el último centro de salud que ha abierto sus puertas en la ciudad de León, donde le esperaban agentes medioambientales a los que ha evitado, para conocer el rostro de una «apuesta clara» de la que ya obtienen resultados los pacientes. «A veces pensamos que un dolor es intrascendente, pero nos llega a impedir hacer cosas simples como subir unas escaleras», reconoció.
El líder del Ejecutivo en Castilla y León ha avanzado que estas unidades se implantarán en todas las provincias, tras los casos exitosos de León, Ponferrada, Valladolid, Burgos y Palencia. Todo ello para atender a más de un 20% de personas que padecen dolor crónico. «Queremos cambiar su sufrimiento por esperanza». La comunidad ha sido la primera en aplicar este pionero sistema de atención al paciente del que se encargan más de 40 profesionales y con el que se pretende llegar a Bembibre, Fabero, La Bañeza y Astorga. Hasta el momento, unos 6.000 pacientes han pasado por estas consultas en las que se actúa sin fármacos, sin efectos secundarios y con neurociencia y ejercicio terapéutico.
La directora médico de Atención Primaria en León, Laura Linares, reconocía la labor de los centros de salud para «transformar la vida de las personas que conviven con dolor crónico, incapacitante, con el objetivo de mejorar su calidad de vida». El reto es permitirles que recuperen su autonomía y funcionalidad.
Por su parte, el coordinador del proyecto en Castilla y León, Federico Montero, puso en valor la atención «innovadora, integral y centrada en la persona» de unas unidades que sirven para entender el dolor «de forma distinta» ante una «enfermedad» como el dolor crónico que afecta al físico y a la mente. «Desde la primera consulta, el paciente es valorado para una medicina de precisión y mejor uso de los medios que tenemos», finalizó.