La Real Cofradía de Minerva y Vera Cruz exalta el Corpus Chico

Con el sol dominando desde primera hora de domingo, la Real Cofradía de Minerva y Vera Cruz volvió a celebrar, como es tradición, la fiesta del Corpus Chico. Con la iglesia de San Martín como escenario, la jornada comenzó con la música de la Banda Municipal de Música, poniendo el punto y seguido a los festejos litúrgicos del año en la capital leonesa.

Ocho días quedan a la espalda de la celebrada fiesta del corpus christi para llegar hasta esta celebración, en la que los leoneses vuelven a poner de manifiesto su fe y su pasión por las tradiciones que componen la historia de este pueblo.

Así, tras la celebración de la eucaristía en la iglesia de San Martín, en pleno casco antiguo de la ciudad, comenzó el momento esperado por todos. La procesión del corpus chico salió al filo de las doce de la mañana del templo para recorrer las calles del centro de la ciudad bajo un manto de pétalos lanzados por los más pequeños que, entre juegos y sonrisas nerviosas volvieron a recordar su primera comunión, celebrada hace pocas semanas.

Desde la parroquial de San Martín, la procesión del Corpus Chico llevó al trono ante la presencia de un buen número de leoneses que no quisieron perderse la cita, así como la corporación municipal, que también acompañó al paso.

Como manda la tradición, la carroza hizo parada en los diversos altares que encontró a su paso, momento en el que los vecinos de la ciudad pudieron sentir de cerca la devoción de un acto querido y esperado.

Desde su reinstauración en 1937, el corpus chico volvió un año más a poner en solfa el valor de una tradición leonesa sentida y vivida por su pueblo.