Loquillo y los elementos

Hace falta más Loquillo en el día a día. Más raciones de pasión. Más historias de cadillacs en Tibidabos y más dosis de vida canalla.

Si de algo hace gala Loquillo es de la actitud como base de una vida y el domingo en León volvió a demostrar con hechos el sentido de esta apuesta. No le frenó la lluvia que cayó intermitente durante la noche para cumplir ante el gran público congregado en la Plaza Mayor, que tampoco falló al loco.

El artista catalán destapó el tarro de las esencias con esa mezcla tan genuina que expone en cada concierto, viviéndolo como si fuera el primero al tiempo que muestra la garantía en las tablas que dan años y años de éxito.

Comenzando el menú con salud y rock and roll, Loquillo fue granando los grandes temas en una aproximación progresiva a las canciones que son himnos de generaciones enteras, como 'Cadillac Solitario' o Feo, Fuerte y Formal'.

Con una banda que le sirve de perfecta compañera, el loco volvió a triunfar en suelo leonés con una fórmula, la de la actitud, que sigue convenciendo con el paso del tiempo.

Porque hacen falta más loquillos haga viento, llueva o nieve. Porque las grandes dosis de vida canalla no las frena un triste temporal.