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Imagen de la manifestación de este jueves en apoyo a Vestas. Peio García

Todo León, representado por 20.000 personas a pie de calle, se une en un único grito: «Vestas no se cierra»

Miles de personas -hasta 20.000 en una primera estimación realizada por los sindicatos- se dan cita en el centro de León para participar en una manifestación de apoyo a los trabajadores de Vestas | Políticos, sindicatos, asociaciones y personas de todas los rincones de León están convocados a una cita masiva

a. Cubillas

León

Jueves, 6 de septiembre 2018, 19:51

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«Corazón y lucha» se gritaba a la conclusión de la marcha realizada por las calles de la ciudad. Entrega sin fin en defensa de los trabajadores de Vestas, en una reivindicativa acción que pretende conseguir que León no pierda uno de sus valores más preciados: el empleo y por extensión a sus gentes.

Sin fisuras. Con una sola voz, un solo grito. La sociedad leonesa ha salido este jueves a la calle -hasta 20.000 personas en una primera estimación realizada por los sindicatos- para exigir un futuro, no solo para Vestas y sus más de 500 familias, sino para hacerlo por toda la provincia.

Políticos, sindicatos, asociaciones y personas de todos los rincones de León estaban convocados a una cita que se preveía masiva y que rompió expectativas. La sociedad leonesa quería estar al lado de los trabajadores de Vestas y ese calor les llegó.

Porque eran ellos los protagonistas de esta manifestación histórica, una de las más masivas que se han vivido en los últimos años en León, cargada de indignación como pocas se recuerdaN.

A las 9:00 horas de este viernes arrancarán las negociaciones del ERE de extinción que la compañía ha presentado y que afectará en los 372 trabajadores de la plantilla de Villadangos del Páramo

«Ya era hora». Se escuchaba entre la manifestación. Ya era hora de que León reaccionase y saliese a la calle ante lo que, han denunciado, es el desmantelamiento lento del tejido industrial y, por ende, de la provincia de León.

Eran pasadas las 20:00 horas cuando partía la cabecera de la manifestación. En ella, algunos de los 370 trabajadores cuyo puesto de trabajo se pondrá encima de una mesa este viernes cuando arranque el inicio de las negociaciones de ERE de extinción que ha planteado la multinancional danesa.

La decisión es inamovible. No hay marcha atrás. Lo saben. Aun así, este martes aseguraban no perder las esperanzas de que el clamor popular que este jueves se ha vivido en las calles de la capital resuene en Dinamarca y la factoría de Villadangos del Páramo retome su actividad.

Emoción a flor de piel y ojos empañados de lágrimas entre algunos de los trabajadores de Vestas que no ocultaban su agradecimiento a la respuesta de la sociedad leonesa a la par que reconocían el complicado panorama que se avecina si finalmente se ejecuta el anunciado cierre.

Esfera sindical

En la cabecera, los responsables del comité de empresa, como su presidente, Francisco García, que recordó que el objetivo de la protesta es «concienciar a la ciudadanía que cuando una fábrica se cierra, se muere parte de una ciudad y de una provincia». García criticó la política de «usar y tirar» adoptada por la multinacional danesa y valoró el buen estado de ánimo de los trabajadores y del resto de asistentes a la manifestación. «Vamos a ir fuertes», sentenció.

En un segundo plano, los representantes sindicales. El secretario general de UGT en Castilla y León, Faustino Temprano, aseguró que «la unidad productiva se tiene que mantener donde está, bien con esta empresa o con otra». «Éste no es un problema solo de León, sino un problema de nivel nacional e internacional», afirmó Temprano, que pidió al Gobierno que derogue la reforma laboral impulsada por el PP que permite a las empresas aplicar un ERE sin contar con la aprobación del comité ni el permiso de la autoridad laboral.

La protesta se sintió en Villadangos del Páramo, donde media docena de trabajadores mantuvieron vivo el campamento permanente para evitar la salida de material de la factoría

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, coincidió con Temprano a la hora de pedir cambios en la legislación laboral. «No podemos seguir expidiendo patentes de corso a las multinacionales para que hagan lo que quieran», afirmó Sordo, que esta tarde transmitió un «mensaje de solidaridad» a los trabajadores presentes en el campamento montado a las puertas de la fábrica.

En esa línea, el líder de CCOO denunció la «actitud inadmisible» de la compañía e instó a las administraciones a continuar con el proceso de negociación para mantener la actividad. «No vamos a admitir que esta empresa se marche de León», aseguró Sordo, que apostó por «tratar de cambiar la voluntad de la multinacional» con gestiones «en Castilla y León, en España y en Europa».

Representación política

Una protesta en la que fue nutrida la presencia de políticos que se difuminaron entre la multitud. Su papel era el de arropar a los trabajadores de Vestas y, de forma callada, exigir su mantenimiento en León.

No faltaron los líderes autonómicos de diferentes formaciones, como el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, o su homólogo de Podemos, Pablo Fernández. Por parte del PP, el representante escogido fue el portavoz en Cortes, Raúl de la Hoz, mientras que en representación de la Junta acudió el delegado territorial en la provincia, Guillermo García.

Junto a ellos en la cabecera de la manifestación también pudo verse a otras personalidades como el alcalde de León, Antonio Silván, o el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, junto al alcalde de Villadangos del Páramo, que acusó a Vestas de «engañar» a la sociedad leonesa.

León alza la voz

Como representante de la ciudad, el alcalde de León, Antonio Silván, también fue una de las caras visibles en la manifestación. Al inicio de la marcha, el regidor consideró que «las cosas no se pueden hacer de esta manera tan irresponsable» y valoró la «unidad social, de las instituciones y de los sindicatos» como un elemento que «tiene que ser escuchada por quien tiene que tomar las decisiones». «Las administraciones están trabajando conjuntamente para poner en evidencia que esa decisión carece de toda lógica», explicó Silván, en referencia a los planes de deslocalización de la empresa.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, criticó el anuncio de cierre de la factoría como «una decisión fría tomada a miles de kilómetros». «Nos han engañado, a los trabajadores y a los políticos», explicó el presidente provincial, que recordó que la empresa se ha beneficiado en los últimos años de «decenas de millones de euros de subvenciones».

Al respecto, Majo reclamó que ese dinero «vuelva a León» si los planes de cierre de la factoría prosperan. «La voz de León está aquí, aquí estamos todos los leoneses», sentenció el presidente provincial, que valoró la contundente respuesta de la ciudadanía ante el «atropello» cometido por la multinacional.

Una manifestación que se prolongó durante más de hora y media y que, tras recorrer las principales arterias del centro de la capital leonesa, culminó en la Plaza de San Marcelo, que se quedó pequeña para acoger a los cientos de leoneses que este jueves han salido a la calle para luchar por el futuro de su tierra.

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