Deseos que cruzan océanos

La iniciativa tiene por objetivo unir a los niños descendientes de leoneses que viven en México con raíces en Rodiezmo, Astorga, Sena de Luna, Tabanedo, Camplongo de Arbás… y a los escolares de León de los colegios CEIP Quevedo, Colegio Leonés, Discípulas de Jesús y Peñacorada. Ellos fueron los encargados de decorar el Árbol de los Deseos del Museo y colgar los mensajes en sus ramas. Así, estos últimos escribieron tanto sus deseos como los de su homólogos mexicanos y decoraron el árbol de Navidad.

«Nos pareció una iniciativa bonita y también sirve para que los niños conozcan la historia de la emigración leonesa y el museo. Los menores de 12 años tienen la entrada gratuita y el museo es interactivo por lo que pueden venir, acompañados de sus padres, para conocer esta parte de la historia de León», explicó Nuria Alonso, directora de la Fundación Cepa González Díez.

Entre los deseos de los más pequeños se incluyen que haya vacunas en todos los países o que todos los niños y niñas, independientemente de donde vivan tenga recursos para poder estudiar lo que quieran. Unos deseos similares a los escolares de Ciudad de México que piden felicidad para todos en las próximas fechas navideñas.

Cesáreo González Díez, impulsor del Museo y de la Fundación CEPA, también dejó sus palabras colgadas en el Árbol de los Deseos. Cesáreo quiso dar las gracias a todos los que visitan el Museo y la Fundación, pidió «estabilidad» para todos y que «desaparezca la pandemia».

También el presidente de la Agrupación Leonesa en México, Pedro Díez, ha querido mandar un mensaje desde el otro lado del Atlántico con un deseo fundamental «que el año próximo lo tengamos con más salud que éste».