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Imagen de un local en venta en León capital. S. Santos

El auge de las grandes superficies y la venta online empujan al cierre a 581 tiendas tradicionales en León en sólo cuatro años

La provincia de León cuenta con 8.189 autónomos del sector comercio frente a los 8.770 del 2015, registrando pérdidas tres puntos superiores a la media nacional | Castilla y León junto a Cataluña y Galicia lidera el cierre de negocios siendo Palencia y Vallladolid las que peor comportamiento registraron

A. Cubillas

León

Domingo, 8 de septiembre 2019, 17:04

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Los carteles de 'Se vende', 'Se alquila' o 'Se traspasa' se han adueñado poco a poco de las cristaleras locales que se mantienen en silencio a la espera de recuperar la vida que un día contagió a su barrio.

Es la realidad de muchas ciudades, como León o Ponferrada, que en los últimos años han visto acelerarse el cierre de negocios. En su mayoría, relacionados con el comercio tradicional que está en horas bajas.

Una tendencia que va en aumento frente al cambio de modelo de consumo en el que ganan terreno ya no sólo las grandes superficies sino las plataformas online, que invitan al comprador a adquirir un producto a tan sólo en un clic y recibirlo en el domicilio.

El comercio de toda la vida poco a poco desaparece del paisaje de León. Las cifran hablan por sí solo. La provincia cuenta en la actualidad con 8.189 autónomos del sector comercio mientras que en la misma fecha del 2015 la cifran era de 8.770.

De esta forma, en sólo cuatro años han sido 581 autónomos los que han bajado la trapa a su negocio, es decir, cada mes se han cerrado una media de 12 negocios en la provincia de León, lo que supone la pérdida del 6,6% del tejido comercial, según los datos ofrecidos a leonoticias por la asociación UATAE.

Una tendencia que se repite en Castilla y León, que se sitúa como una de las comunidades de España con mayor pérdida de autónomos en el sector comercio tan sólo por detrás de Cataluña y Galicia, al caer en un 7,5%, es decir, 3.456 comercios o lo que es lo mismo, en los últimos cuatro cada día han desaparecido más de dos comercios.

Por tanto, la caída en León ha sido de 6,6%, casi tres puntos porcentuales por encima de la media de España (3,8%) tras caer en 31.300 y casi un punto menos que la media de Castilla y León, en la que las provincia de Palencia lideró la caída, al perder 332 autónomos.

Le sigue Burgos, que ha visto desaparecer en cuatro 619 comercios (-9,6%); Valladolid, -774 (-8,2%); Soria, -102 (-6,9%); Salamanca, -465 (-6,9%); Ávila, -217 (-6,5%); Segovia, -188 (-6,2%); y Zamora, -179 (-4,8%).

Un fenómeno que, a juicio de UATAE, tiene pocos visos de disminuir, ya que la previsión es que 2019 terminará con la pérdida de alrededor de 13.000 comerciantes en el conjunto de España, con lo que esta tendencia se mantiene al alza, algo preocupante si se tiene en cuenta que este sector da ocupación al 25% de todos los trabajadores autónomos de España, que superan los 3,2 millones.

«La pérdida de autónomos en el comercio es muy preocupante, tanto por su intensidad como por su duración, y se debe principalmente a la caída de las ventas en las tiendas pequeñas frente a las grandes corporaciones, a los horarios comerciales y a la venta 'on line'», denuncia María José Landaburu, secretario general de UATAE.

Asturias, a la cola

Todas las comunidades autónomas han perdido comerciantes en los últimos cuatro años, pero a la cabeza está Cataluña, quizá en parte influida por el conflicto del 'procés': allí el número de emprendedores de negocios se ha reducido en 7.320, con una caída del 5,6%. A continuación se sitúan Galicia, con 3.587 comerciantes menos, y Castilla y León, con otros 3.455 menos.

Por el contrario, Canarias, Murcia y La Rioja son las regiones en las que menos comercios echaron el cierre: 248, 277 y 414, respectivamente. Los mayores descensos absolutos los registraron Asturias (-8%), Cantabria y Aragón (ambas con una caída del 7,9%

«Es fundamental que el Gobierno tome nota de estos datos, e impulse medidas de promoción del comercio de proximidad», ha dicho Landaburu, porque «la vida de los barrios y de las ciudades se deteriora con los locales comerciales cerrados. Además, los pequeños comercios ofrecen un trato más especializado a sus clientes y mejoran la vida del conjunto de la ciudadanía».

Por ello, Landaburu considera necesario «elaborar un plan para reactivar el comercio de proximidad, y ello no solo por el importante volumen y la calidad del empleo que genera, también porque es un factor fundamental de equilibrio, seguridad y bienestar en nuestros barrios y ciudades», concluyó.

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