Más de un centenar de leoneses en el Jubileo de Roma: «Dios no se cansa de llamar, pero no escuchamos»
Lucía Fueyo y Víctor Moreno, dos de los asistentes, relatan «la intensidad espiritual» y «la alegría vivida» en los encuentros con el papa y con jóvenes de todo el mundo
Diego Nicolás Alonso
Martes, 5 de agosto 2025, 08:23
Más de un centenar de jóvenes de León han participado este fin de semana en el Jubileo de los Jóvenes celebrado en Roma, un encuentro internacional convocado por el papa León XIV como parte del Año Santo de la Esperanza, algo que sucede cada 25 años.
La expedición leonesa, compuesta por seminaristas, sacerdotes, jóvenes de distintas parroquias y familias, viajó a la capital italiana en cuatro autobuses organizados desde la Pastoral Juveniil Diocesana (PASJU), el Camino Neocatecumental y el Opus Dei, aunque también se sumaron de forma independiente familias jóvenes con niños.
¿Cuántos leoneses fueron al Jubileo?
El seminarista Víctor Moreno, que formó parte del grupo diocesano, destaca que fueron 104 jóvenes los que viajaron con PASJU, en una aventura de casi 30 horas en autobús que, a pesar de su duración, se hizo amena por el ambiente del grupo. «Tuvimos tiempo para todo, incluso para dormir», explica.
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Durante una semana, los jóvenes se alojaron en el Seminario Menor de Roma, ubicado junto a las murallas del Vaticano. Una «ubicación estratégica» que les permitió desplazarse con facilidad por la ciudad y combinar los momentos de oración y encuentro con visitas a monumentos emblemáticos como el Coliseo o la Fontana di Trevi. «Cuando el viaje está bien organizado, hay tiempo para todo», comenta Lucía Fueyo, una de las jóvenes participantes.
Los actos centrales del Jubileo incluyeron la peregrinación a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, una misa con todos los jóvenes españoles, unos 27.000, en la Plaza del Vaticano y la vigilia de oración en Tor Vergata con la presencia del Papa. «Que en medio de esa multitud se haga un profundo silencio... Creo que es algo que solo Dios puede lograr», afirma Lucía.
«La Iglesia está muy viva»
Tanto ella como Víctor destacan la riqueza de poder compartir la fe con jóvenes de todo el mundo y el valor de sentirse parte de una Iglesia «viva». Para Víctor, «la Iglesia, aunque en nuestra realidad concreta no lo parezca, está muy viva y es preciosa». Y añade que el mensaje del papa de «dejar espacio a la esperanza» fue una de las palabras que más lo marcaron.
La convivencia entre los leoneses fue también un punto fuerte del viaje. Ambos coinciden en que hubo momentos para reír, rezar, emocionarse e incluso para reconciliarse cuando era necesario. «Siempre había alegría, gente regalando sonrisas, abrazos y ayuda», recuerda Lucía.
La experiencia, sin duda, ha calado hondo en muchos. «Volveremos con la certeza de que Dios nos acompaña en cada momento de nuestra vida», asegura ella. Por su parte, Víctor destaca que el Jubileo deja un impulso vocacional claro: «Dios no se cansa de llamar, pero muchas veces somos nosotros los que no escuchamos». Cree firmemente que este tipo de encuentros pueden ayudar a muchos jóvenes a dar una respuesta generosa a su vocación, sea cual sea.
A quienes no pudieron asistir, ambos les animan a no tener miedo a vivir este tipo de experiencias. «No solo te lo puedes pasar bien, sino que puede ayudarte a encontrarte con Cristo y cambiar tu vida», concluye Víctor, con la mirada ya puesta en la próxima gran cita: la Jornada Mundial de la Juventud en Seúl en 2027.
