Mata a un hombre a tiros y se suicida en la Universidad de Los Ángeles

Un hombre ha matado a otro y luego se ha suicidado en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en el oeste de Estados Unidos, un incidente que ha provocado un fuerte despliegue de las fuerzas de seguridad en las instalaciones.

"Hacia las 10.00 de esta mañana hubo un homicidio y un suicidio en el edificio de Ingeniería", ha señalado el jefe de Policía de Los Angeles (LAPD), Charlie Beck. "La situación parece totalmente bajo control. Pensamos que no hay otros sospechosos ni otra amenaza en el campus de la UCLA", que acoge a unos 43.000 estudiantes, ha agregado.

La víctima del tiroteo ha sido identificada como William Klug, profesor de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial. Según fuentes consultadas por las cadenas locales de ABC y NBC, Klug fue asesinado por un estudiante aún por identificar, que posteriormente se suicidó.

Grupos de intervención de la Policía han registrado minuciosamente el edificio de la facultad Boelter Hall en busca de otras eventuales víctimas o atacantes en la zona. "Hay indicios de que puede haber una nota de suicidio pero todavía no sabemos", ha agregado Beck. "Trágicamente, muchas situaciones de ataques como éstos, terminan así", ha remachado.

Conmoción entre los estudiantes

El incidente fue denunciado a través de múltiples llamadas de auxilio y en las redes sociales. "Estábamos en la mitad de una clase cuando llegó un 'got' (una alerta de texto) el profesor rápidamente aseguró la puerta y nos dijo que no hiciéramos ruido", ha relatado un estudiante que sólo se ha identificado como Ricky.

Todas las clases en la universidad fueron canceladas. El bloqueo a las intalaciones se levantó poco después del mediodía. "Estamos en proceso de devolver el campus a los estudiantes", ha señalado Beck. "Están en sus (pruebas) finales. Es un período muy estresante para ellos, estamos tratando de facilitar eso", ha agregado. Una escuela de primaria y una de secundaria, ambas en el mismo sector, también fueron cerradas "por precaución", han precisado las autoridades.

El tiroteo forzó a la selección brasileña de fútbol, que planeaba entrenar el miércoles en el campus para la Copa América, a buscar un campo alternativo. "En vista de lo que sucedió en el campus de la UCLA, el equipo no entrenará en la universidad", anunció la Confederación Brasileña de Fútbol en un comunicado, agregando que el entrenamiento se realizaría en otro complejo deportivo de la ciudad.

Scott Waugh, vicerrector de la universidad, ha señalado que las clases se reanudarán con normalidad este jueves y los exámenes finales de la semana próxima no serán interrumpidos. "Queremos reanudar las operaciones tan pronto como sea posible", ha afirmado. "Profesores, funcionarios y estudiantes deben presentarse mañana a sus tareas normales y completar el trimestre como planeado", ha añadido.

UCLA, una de las universidades más conocidas en el mudo, recibe estudiantes de todo el planeta que realizan cursos e investigaciones que abarcan desde ciencias a cine, pasando por sociología y ciencias políticas.

5.451 muertos por armas de fuego en lo que va de años

Este tiroteo es el último en un país donde los ataques con armas de fuego son casi cotidianos. Desde el inicio del año se han producido 5.451 muertes por armas de fuego en Estados Unidos y 21.549 incidentes implicando estas armas, según la web Gunviolencearchive.org.

Hace dos años, Elliot Rodger, de 22 años, apuñaló mortalmente a tres compañeros de apartamento, matando luego a tres mujeres con un arma de fuego en una universidad cerca de Santa Barbara, dos horas al norte de Los Ángeles. Al menos otras trece personas fueron heridas por Rodger.

Otros tiroteos con víctimas mortales se han registrado desde entonces en una universidad de Oregon (Portland) y en un liceo de la región de Seattle (Washington).

California fue escenario en diciembre pasado de un ataque con fusil de asalto por una pareja yihadista, en el que murieron catorce personas en San Bernardino. Fue el atentado más mortífero en Estados Unidos desde el 11 de setiembre de 2001.

Los llamamientos a un control más estricto de las armas de fuego se multiplican después de cada ataque, incluso en California, estado que cuenta con una de las legislaciones más estrictas del país. La UCLA prohíbe la tenencia y el porte de armas de fuego en el campus.