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El descontrol de la deuda en todos los países amenaza la economía mundial

El descontrol de la deuda en todos los países amenaza la economía mundial

El endeudamiento estatal en España carga a cada ciudadano con 22.000 euros de media

Domingo, 20 de octubre 2019, 07:29

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En este momento, si los españoles tuviéramos que pagar a escote la deuda pública de España, nos tocaría soltar a cada uno 22.000 euros, más del triple que en 2007, justo antes de la gran crisis económica mundial, y más que la renta media anual de cada ciudadano. No es un dato abstracto: parece que no, pero sí que cargamos de modo personal con esa deuda global del Estado, además de con nuestra hipoteca y la cuota del coche. Porque ese volumen de deuda pública no lo pagamos en forma de letras mensuales, pero sí en forma de menos sueldo, menos crecimiento económico, menos inversiones productivas, menos posibilidades de permitirnos unas vacaciones, de cambiar la lavadora vieja... El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha lanzado esta semana una clara advertencia a la práctica totalidad de países del mundo, incluido España, porque el nivel global de endeudamiento es enorme. Como los tipos de interés están casi a cero, en todas partes parece que asumir nuevas deudas no cuesta nada. Pero sí que cuesta, y los tipos de interés por los suelos lo que reflejan es, paradójicamente, una profunda debilidad de las estructuras macro y microeconómicas en muchos países occidentales tras aquella crisis de 2008, que puede impedirnos reaccionar a tiempo para evitar males mayores si vuelven a venir muy mal dadas, con una caída más intensa de la actividad empresarial y un fuerte aumento del desempleo.

El dato definitivo es que el valor total de la economía mundial supone menos de la mitad de la deuda privada y pública en todo el mundo, que de modo agregado suma 187 billones de dólares, un 17% más que en 2008. Es decir:lo que tenemos los ciudadanos de todo el mundo vale mucho menos que lo que debemos. En España no somos diferentes: la deuda empresarial y de los hogares supera los 1,6 billones de euros, el 132% del PIB, a la que se suma más de un billón de euros en deuda pública. El Gobierno en funciones dice confiar en acabar 2019 con una deuda pública que represente el 95,9% del PIB (1,7 puntos menos que en 2018) y del 94,7% en 2020, algo difícil si atendemos a la situación geoeconómica de los últimos dos trimestres, con la economía desacelerándose por la incertidumbre internacional, política y la crisis catalana. En todo caso, podría ser que la deuda bajara en porcentaje sobre el PIB, pero en valores absolutos, que son los que cuentan de verdad, difícilmente va a poder descender.

La realidad es que el endeudamiento de las administraciones públicas se ha más que triplicado desde el inicio de la gran crisis. En 2007 la deuda pública se situaba en 307.168 millones de euros, ahora asciende a 1,033 billones. Lo que decíamos al principio: cada español ha pasado en diez años de adeudar 6.859 euros a 22.000.

La gran depresión puso en marcha los estabilizadores automáticos (que incrementan el gasto público social, por ejemplo, en prestaciones y subsidios por desempleo, mientras se reduce la recaudación impositiva) y, por eso, cuando más aumentó la deuda pública fue precisamente en los años en que cayó la riqueza nacional: 2009 (116.486 millones de deuda más) y 2013 (70.317 millones más).

Ahora, cinco años después de superada oficialmente aquella crisis, podemos estar a las puertas de otra, pero con una mochila mucho más pesada, tres veces más pesada. La desaceleración económica es un hecho, pero el impacto negativo de la guerra comercial y del 'brexit' no permiten descartar que acabemos en una nueva crisis, aunque sea más suave que la anterior.

La vulnerabilidad que para España supone su altísima deuda ante cualquier vuelco en los mercados financieros se ve atenuada en estos momentos, porque puede ofrecer menos rentabilidad a los inversores dado que las emisiones españolas se han convertido en «valor refugio», según fuentes del Ministerio de Economía. De hecho, el tipo efectivo de interés en las nuevas emisiones es negativo en Letras del Tesoro y Bonos a 3 y 5 años. El rendimiento efectivo de los bonos a 10 años ha pasado en solo un año del 1,4% al 0,4%. Pero lo que más ha influido para lograr un menor coste de la deuda es la política monetaria del Banco Central Europeo y sus compras de deuda. Los datos lo reflejan claramente. Actualmente, el 21,26% de la deuda pública española está en manos del BCE. En 2014, apenas llegaba a tener el 3,8%. Sin embargo, en 2015 Mario Draghi empezó a aplicar compras de deuda y a partir de ahí el ascenso ha sido imparable, de tal manera que uno de cada cinco euros de las emisiones del Tesoro está en el BCE. Además, casi la mitad de la deuda pública (el 46,65%) está en manos de no residentes. Lo positivo es que los fondos de inversión y de pensiones –inversores más estables que otros especulativos– aumentan sus compras y que este año la mochila crecerá un 43% menos de lo previsto inicialmente.

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