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Jorge Lorenzo, en Le Mans.
Lorenzo amartilla Le Mans para conseguir victoria y liderato
GP DE FRANCIA

Lorenzo amartilla Le Mans para conseguir victoria y liderato

Viñales se estrena en el podio de MotoGP; caída de Márquez

BORJA GONZálEZ

Domingo, 8 de mayo 2016, 10:54

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No está mostrando carreras apasionantes este MotoGP 2016, el de la electrónica común y los neumáticos Michelin. Un Mundial en el que todos los que han logrado la pole han conseguido llevarse también la victoria y en el que los pilotos con motos no oficiales ven demasiado lejos lo que pasa por delante, cuando la teoría hablaba de un acercamiento entre pilotos de fábrica y la clase media de la categoría. Aunque, pese a todo, las carreras de MotoGP siguen dejando muchas cosas y generando muchos movimientos domingo a domingo. Los cinco primeros clasificados de la general, tras cinco Grandes Premios, ya saben lo que es besar el asfalto en carrera: Lorenzo se cayó en Argentina, Rossi en Austin, lo mismo que Pedrosa y Viñales; en Francia el turno fue de Márquez que, pese a todo, volvió a pista y pudo sumar tres puntos, favorecido por las otras siete caídas y el abandono de Redding.

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El del Repsol Honda se fue al suelo en el mismo punto y en la misma vuelta, la 16, que el piloto que le precedía, Dovizioso, mientras ambos trataban de no perder la estela de Rossi, que después de tener que salir séptimo fue remontando poco a poco hasta colocarse en la mejor posición posible a la que el italiano, o cualquiera de los pilotos citados anteriormente Iannone se había caído en la sexta- podían aspirar el domingo: la segunda. Porque la primera solo podía ser para un piloto: Jorge Lorenzo. El mallorquín hizo una de las suyas amartillando el trazado galo vuelta tras vuelta con un ritmo imposible para los demás, lo que le permitió dominar con firmeza la quinta carrera del año.

«Una de mis cualidades es esa concentración, poder mantener un ritmo constante sin colarme mucho en las curvas y siempre rodando más o menos por el mismo sitio», explicó satisfecho el de Movistar Yamaha, que con el resto de resultados del día se encaramó al primer puesto de la general. La moto te lo permite pero, bueno, hoy Rossi tenía una Yamaha como la mía y los del Tech3 también una moto un poquito peor pero muy similar y hoy he podido marcar la diferencia como en Argentina Rossi la pudo marcar con esa Yamaha. Cambian los circuitos pero Le Mans siempre se me ha dado bien y he podido marcar la diferencia más o menos durante todo el fin de semana». Las victorias de Lorenzo y de Rossi en las dos primeras pruebas europeas empiezan a constatar la superioridad de Yamaha frente a sus competidores. En Francia, de nuevo, Márquez y su Honda sufrieron, algo que no escondió su caída. En esa vuelta 16 Márquez rodaba cuarto tratando de mantenerse a rueda de Dovizioso y sin poder detener a Rossi, que desde atrás consolidaba el segundo puesto. «Si hubiese salido en una posición mejor tal vez habría podido llegar más cerca de Lorenzo, pero solo ha sido culpa mía, reconoció el italiano, que pagó una mala estrategia el viernes y los fallos durante el entrenamiento oficial. «Estos veinte puntos valen oro, porque ahora en la clasificación estamos todos muy cerca, tres en doce puntos. Por otra parte, la Yamaha se ha confirmado como competitiva, sobre todo en carrera».

Enfadado Marc

Tras su caída, Márquez tiene ahora al líder a cinco puntos, mientras que mantiene siete de colchón sobre Rossi. «Veníamos salvando el fin de semana con muy buena nota, pero en la carrera no ha podido ser», aceptó el de Cervera. «Es una lástima y estoy enfadado, pero a la vez sabía que esto podía pasar. Sabía que estábamos cogiendo muchos riesgos en las frenadas y ha sido así. He intentado gestionarlo de la mejor manera posible, sabiendo que el podio era un buen resultado y que lo tenía cerquita, pero estábamos perdiendo mucho en la aceleración e intentando recuperar en las frenadas. Empujando así 28 vueltas es muy fácil cometer un error, y lo hemos cometido. Al menos hemos cogido tres puntos al volver a la pista y algo es algo». El escalón final del podio, con este carrusel de caídas, terminó siendo para uno de los nombres de moda en el paddock, Viñales, que devolvió a la Suzuki a un cajón ocho años después desde Brno 2008 con un tercero de Capirossi-. «Sabe casi como a una victoria. Hemos hecho un fin de semana difícil, el sábado estaba muy cabreado con la puesta a punto de la moto, pero por la noche nos reunimos para buscar una solución y esta mañana en el warm up me he sentido muy cómodo».

Por detrás de Viñales, y de nuevo desdibujado, finalizó Pedrosa, cuyo nombre ha aparecido en estos días vinculado al del de Suzuki: si el primero decidiese quedarse en su actual fábrica, el segundo podría terminar en Yamaha, aunque el propio Pedrosa desmintió el domingo tras la carrera que hubiese firmado ningún contrato con el equipo que se ha llevado el último Mundial. «Sobre todo para mí lo más importante es el futuro», explicó Viñales sobre las variables que está teniendo en cuenta para una decisión que se conocerá en pocos días y que el piloto ya ha tomado. «Quiero estar en un buen equipo y consolidado y con ganas de tirar hacia arriba. Y luego conseguir victorias, que es la palabra grande».

Por otra parte, con incidentes de por medio y todo, la carrera de MotoGP explicitó el buen momento del motociclismo español en la máxima cilindrada: victoria, dos pilotos en el podio y, en total, siete representantes entre los nueve primeros Lorenzo, Viñales, Pedrosa, Pol y Aleix Espargaró, Barberá y Bautista-.

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