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El piloto británico Lewis Hamilton celebra su título en el Circuito de las Américas en Austin. AFP
Lewis Hamilton abre aún más las puertas del olimpo
GP de EE UU

Lewis Hamilton abre aún más las puertas del olimpo

El británico confirmó su sexto título de campeón del mundo en Austin, en una carrera que ganó Valtteri Bottas

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Madrid

Domingo, 3 de noviembre 2019

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Lewis Hamilton ya está a un Mundial de igualar la legendaria marca de Michael Schumacher. El británico no necesitó ganar la carrera del GP de Estados Unidos, ya que ese honor fue para Valtteri Bottas, sino que fue segundo por lanzar la moneda al aire y acabar fallando. Más que suficiente, porque a Hamilton le valía con acabar octavo.

Sólo un hombre en la historia de la Fórmula 1 había alcanzado, al menos, seis títulos mundiales de Fórmula 1. Ese es Michael Schumacher, la mayor leyenda que ha dado este deporte al menos en cuanto a números. Hamilton está empeñado en romper sus muros a golpe de récords y por eso buscó la victoria desde el principio. Prueba de sus ganas de ganar fue que él mismo asumió la responsabilidad de no hacer una parada extra cuando se lo pedían. Con unos neumáticos medios que parecía que iban bien, aguantó al máximo hasta que montó los duros. Sabía que Bottas iba a ir a dos paradas, por lo que si él resistía en pista, tendría las de ganar… si las ruedas aguantaran.

Y es que Pirelli, el juez y verdugo de tantos y tantos domingos, le bajó del primer puesto cuando apenas faltaban cinco vueltas para el final. Bottas ni siquiera tuvo que apretar mucho y aunque se vio fuera de pista por la defensa de su compañero, al final cayó por su propio peso el adelantamiento. Hamilton entendió que se jugaba demasiado y ni siquiera opuso resistencia. De hecho, ni siquiera hizo amago de seguir a su compañero, sino que inmediatamente puso su mirada en los retrovisores porque venía Max Verstappen como una exhalación.

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La suerte de los campeones, cómo no, se alió con Hamilton en su sexto domingo de glorificación en la Fórmula 1. A falta de dos vueltas cuando ya tenía el olor del Red Bull llegándole a la nariz, por detrás, Kevin Magnussen se empanzó en la pista por quedarse sin frenos. La oportuna bandera amarilla en el sector 2 impidió a Verstappen (esta vez sí) mejorar sus cronos, lo que a la postre dejó a Hamilton un pequeño respiro clave para entrar segundo en carrera y primero en la historia.

¿Y los Ferrari? Desaparecidos. Sebastian Vettel se vio fuera de carrera a las primeras de cambio por la rotura de la suspensión trasera derecha, algo que pudo producirse por tocar uno de los pianos disuasorios para no pasarse de los límites de la pista. Aunque otras voces apuntan a que en realidad era un problema estructural del coche, afectado por los dolorosos baches de este circuito. La eliminación de Vettel de la baraja de pilotos dejó a Charles Leclerc como única baza roja para batir a los Mercedes y a Verstappen, pero como no hay carrera sin que Ferrari sufra, las opciones del monegasco se quedaron en una tuerca que no entraba bien. La parada en boxes de Leclerc fue demasiado lenta y salió prácticamente solo en una cuarta posición que no abandonó hasta el final.

Sainz, jugador de equipo... a su pesar

Carlos Sainz acabó octavo en una carrera que se le podía haber ido por el desagüe en la primera curva. Un toque con el Red Bull de Alex Albon, su rival en el Mundial por la sexta posición, acabó con el indonesio entrando a boxes para cambiar neumáticos con el coche tocado. Eso no le impidió remontar hasta el 5º puesto final, lo que a la postre dejó al piloto español algo chafado.

Y es que esta vez la estrategia jugó a favor de Norris. Desde el muro de McLaren pidieron al británico entrar dos veces a cambiar neumáticos, algo que Sainz deseaba. La orden fue clara cuando llegaron las últimas vueltas: el británico iba con mejor rendimiento y debía dejarle pasar. Pese a lo amargo de dejarse adelantar, Sainz acabó con unos buenos puntos que le permiten mantenerse séptimo en el Mundial, y con Albon a tiro: tiene 70 puntos, por 84 del indonesio, pero con Pierre Gasly al acecho con 77. Aún le queda mucho que debatir y resolver al piloto español en las dos carreras que faltan para que concluya el campeonato mundial.

Carlos Sainz: «Hay días que sale y días que no»

«He perdido varias posiciones con el toque con Albon, después de quedarme sin espacio. Podía haber acabado en ese séptimo o sexto lugar. Cosas que pasan en las salidas, toques… hoy me ha tocado a mí», se lamentaba el piloto madrileño. «He ido con todo, como siempre, pero hay días que sale y días que no. En las salidas arriesgas, que es lo que siempre hago. Va a haber días que sale bien, como los siete anteriores, y otros que no», se resignaba Sainz.

La estrategia no le ayudó, porque esta vez apostaron por su compañero. «Yo sabía que las dos paradas era más rápido y es lo que he pedido, porque quería divertirme al final de carrera y con los duros iba a ser un tirón largo. No me ha tocado a mí, pero el equipo hace bien en partir las estrategias por si acaso no hubiese salido», aceptó con deportividad.

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