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Hazard (i) y Azpilicueta (d) posan con las camisetas cambiadas.
Hazard se mide a su vecino, traductor y amigo
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Hazard se mide a su vecino, traductor y amigo

La estrella belga, deseado por el Real Madrid y que fue MVP de la Premier en 2015, se enfrenta a César Azpilicueta, su ‘cicerone’ en Londres desde 2012

Rodrigo Errasti Mendiguren

Miércoles, 31 de agosto 2016, 01:57

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La nueva España de Julen Lopetegui se estrena el jueves en Bruselas, contra la segunda selección del mundo según el ranking FIFA. Bélgica disfruta de su mejor generación en las últimas tres décadas, si bien en la Euro 2016 no pudieron pasar de cuartos de final pese a contar con uno de los futbolistas más deseados del fútbol mundial: Eden Hazard. El 10 del Chelsea ganó el premio a mejor jugador de la Premier League en 2015, cuando el conjunto londinense logró el doblete (liga y copa de la Liga). Su rendimiento fue espectacular partiendo desde la izquierda, donde disfruta más. Allí, a su espalda, se siente seguro porque tiene siempre a César Azpilicueta. «Corre para arriba, para abajo... Está en todos los lados. Lo único es que tiene que dar más asistencias de gol», decía el mayor de los tres hermanos Hazard bromeando a la televisión del club londinense. «Cuando me la da siempre dice que se la devuelva rápido», dice sonriente el internacional español, habitual en todas las categorías y que repite en la lista con Lopetegui tras ser un habitual con Del Bosque.

Lo logró después antes incluso de convertirse en fijo como lateral zurdo en 2013, tras una primera campaña asentado como lateral diestro. Su concentración defensiva ha permitido al crack belga centrarse más en mirar hacia delante. Ninguno de los entrenadores del club desde que el español comenzase en esa zona ha decidido romper ese dueto. José Mourinho, Guus Hiddink y ahora Antonio Conte han optado siempre por usar al navarro ahí, en detrimento de Ashley Cole, Ryan Bertrand, Filipe Luis o Baba Rahman, ya que permite a Hazard centrarse más en tareas ofensivas.

Azpilicueta cree que si el Chelsea consigue títulos importantes su compañero de equipo podrá en un futuro alzarse con el Balón de Oro, premio que en los últimos años han copado Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. «Dependerá mucho de lo que suceda a nivel colectivo pero Eden tiene calidad para poder optar a ello. Además, es más joven que ellos, aún tiene margen de mejora. No le obsesiona nada lo personal, le importa más conseguir títulos que premios individuales. No es alguien que busque el protagonismo sólo para él. A pesar de todos los elogios sigue siendo una persona normal», afirma el navarro, destacando su humildad.

Su compenetración en el campo tiene varias razones, entre ellas la conexión personal. Aterrizaron el mismo verano en el club y Azpilicueta, que ya hablaba francés antes de su paso por Marsella, le hizo de traductor cuando llegaron desde la Ligue 1. Allí se midieron varias veces, cuando Hazard despuntaba en el Lille. «Jugamos varias veces en contra, incluso también en la Supercopa de Francia. No se me dio mal, me apañé bastante bien para frenarle. La verdad es que cuando llegó el inglés se le complicaba», recuerda. Ahora son vecinos en un barrio cercano a la zona de entrenamientos del equipo, sus hijos suelen pasar alguna tarde juntos y a veces se juntan para ver algunos partidos de la Ligue 1.

Azpi es uno de los principales apoyos del 10 blue, que ha sido tentado varias veces por el Real Madrid ya que es uno de los deseados por Florentino, y ahora también de Zidane, pero el Chelsea lo considera intransferible. «Guapo, profesional y amigo», así describía Hazard a Azpi en un programa de televisión, en el que incluso jugaron al futbolín, donde el navarro acostumbra a salir vencedor. Los que les conocen dicen que, aunque ambos son reservados, acostumbran a ser bromistas. Algo que quedó reflejado en un partido en Tailandia: un árbitro local le pidió una foto al belga y Azpilicueta le robó una tarjeta para amonestar al trencilla.

Va a ser la primera vez que se enfrenten en un duelo internacional. Sucederá nueve meses después de cuando debería haberse producido, ya que los atentados en París del noviembre pasado no se jugó el encuentro por motivos de seguridad nacional tras la redada policial en Mollenbeek.

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