El Atlético Astorga cae con honor

Nadie olvidará este día en Astorga. No solo por la entidad del rival, no sólo por la magnitud del partido que ha presenciado La Eragudina. También porque su equipo, el Atlético Astorga plantó cara y cayó con orgullo ante el Sevilla (0-2).

La falta de puntería de un conjunto maragato que viene padeciendo ese mal durante toda la temporada y la calidad del Sevilla para resolver en momentos puntuales decantaron el partido.

Con confianzas. Sin complejos. Como que el equipo grande vistiera de verde. Así salió el Atlético Astorga, al que no le pesó ver enfrente a Sergio Ramos, Jordan, Óliver Torres o Januzaj. Tuteando al Sevilla, el cuadro maragato salió valiente.

Los verdes presionaron, colocaron sus líneas en campo rival y lograron robar cerca del área del Sevilla. La intensidad era astorgana, la ilusión vestía de verde y muchos creían en la gesta. Por lo que se veía en el campo, había motivos para ello.

En defensa, los maragatos estaban ordenados, solidarios y trabajadores. Siempre había un jugador astorgano encima de un sevillista con balón, con coberturas y ayudas cercanas. Era un gran despliegue físico, pero era la manera de meter en problemas a los hispalenses.

Los de Lago llegaban por bandas y al contragolpe. Era su manera de generar peligro y así llegaron los primeros acercamientos locales: un remate de Javi Amor a centro de Peláez fue la primera ocasión y, poco después, David Álvarez, tras un robo en campo rival, lo probó desde lejos.

La realidad era clara: estaba siendo mejor el Atlético Astorga. En los primeros minutos, la ilusión de los de Lago estaba pudiendo con la evidente superioridad técnica y táctica del Sevilla. Pero los hispalenses, muy imprecisos, no eran capaces de demostrarlo.

Solo un error verde parecía poder abrir la puerta al Sevilla. Y llegó, en forma de penalti cometido sobre Januzaj que Sergio Ramos, con la tranquilidad que le da su bagaje deportivo, transformó.

Fueron los peores minutos para el Astorga, tocado con el gol. Rafa Mir y Óliver Torres lo probaron ante Barredo pero, tras apenas cinco minutos de dudas, los maragatos volvieron a su plan.

No lograron generar una gran ocasión de gol, pero el Atlético Astorga se mostró superior mereciendo, incluso, más premio. Al descanso, La Eragudina creía en la gesta: los argumentos estaban puestos sobre el césped.

La segunda mitad fue diferente. El Atlético Astorga trató de salir con la misma intención que en la primera mitad, pero se encontró a un Sevilla con una actitud mucho más propositiva.

Los hispalenses disfrutaron de sus mejores minutos del partido en la reanudación, con dos ocasiones claras, especialmente un libre directo de Joan Jordán, que estuvo cerca de ser el 0-2, pero una gran mano de Barredo lo evitó.

El Atlético Astorga comenzó a sufrir ante un Sevilla que quería cerrar el partido. Januzaj, con un disparo repelido por Manso, y Rafa Mir en un mano a mano que ganó Pablo Barredo, tuvieron cerca el segundo. Ahora, los hispalenses estaban acumulando méritos para doblar su ventaja.

Eran los mejores minutos del Sevilla, pero el Atlético Astorga sacó las garras. En una rápida combinación por la banda izquierda entre Matos y Peláez, el capitán puso un centro raso al primer palo que remató Amor, obligando a intervenir a Dmitrovic en su mejor actuación del partido.

Pero esa 'revuelta' astorgana se vio cortada de raíz a continuación. En un saque de esquina botado con delicadeza por Jordan, Gattoni se elevó para cabecear a la escuadra y poner un 0-2 que dejaba el encuentro casi sentenciado.

No se rindió el Astorga. No va en su ADN, no saben lo que significa esa expresión. Y, aprovechando un despite defensivo de los hispalenses, Diego Peláez se quedó solo ante Ddmitrovic, pero cruzó en exceso su disparo, que se fue fuera.

En los últimos minutos empujó más el Atlético Astorga, que encontró alago de oxígeno extra con los cambios para intentar superar en intensidad a los andaluces. El partido de lso de Lago estaba siendo de alto nivel y solo la falta de efectividad les estaba privando de algo más.

Al contragolpe, el Sevilla seguía generando peligro y Januzaj la tuvo tras un error de cálculo de la defensa maragata, pero la pierna de Barredo evitó el gol. Tuvo otra el conjunto andaluz con una jugada por banda derecha que Rafa Mir, a puerta vacía, no logró rematar y acabó atrapando, tras un barullo en el área, el portero de los astorganos.

Hasta el final peleó el Atlético Astorga por el gol de la honra. Y también Rafa Moir por el suyo, pero Barredo era su 'kriptonita'. El Astorga cayó, pero con orgullo, de pie, defendiendo con honor el escudo. Se acaba el sueño de la Copa en La Eragudina, pero siempre se recordará la entrega de esta plantilla y cómo hicieron soñar a toda la provincia.

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