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DANI GONZÁLEZ
Lunes, 18 de septiembre 2017, 12:00
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No fue el partido más 'Cultural' de los de Rubén de la Barrera, pero el conjunto leonés ganó, que al final es lo que cuenta. El cuadro culturalista sumó el tercer triunfo de la temporada ante la SD Huesca en un partido en el que tuvo que recurrir a otros factores que no suelen aparecer en el plan de De La Barrera.
Se vio a otra Cultural, a un equipo más oficioso, con más corazón y menos juego ante un Huesca que consiguió arrebatarle la pelota. Pero Rubén de la Barrera es un hombre de recursos y de su manga se sacó otras armas para derrotar a los oscenses.
1
El balón parado que da puntos
Pocos son los que obvian que las jugadas de estrategia pueden decantar partidos de un lado o de otro. La Cultural lo utilizo a su favor en un partido en el que sus tres goles llegaron a balón parado. La pizarra fue una de las claves del triunfo en un arma que cada vez explota más Rubén de la Barrera.
2
A falta de juego, bueno es el oficio
No fue el partido más brillante técnicamente de la Cultural, pero sí fue el que más coraje desprendió. Los leoneses no tiraron del juego de toque con el que habitúan a la afición del Reino, pero explotaron otros factores, como el oficio, la entrega y el saber estar para sacar otros tres puntos.
3
Yeray, líder... hasta en la tabla de goleadores
Es uno de los jugadores que canaliza el juego de la Cultural. Pero Yeray no solo es eso, es también un hombre que manda dentro del césped, que ordena, que juega y que defiende. Es el líder moral de esta Cultural, la revelación de la Segunda División. Este rol se vio en el penalti, cuando fue él quien agarró el balón, mostrando sus galones. Es tan líder que también encabeza la lista de goleadores del equipo.
4
El trabajo incansable de Rodri
A un delantero hay que pedirle goles, es cierto, pero la actuación de Rodri ante el Huesca merece un capítulo aparte pese a no haberle puesto la guinda del gol. El sevillano, que tuvo una clara ocasión, trabajó a destajo controlando y 'pegándose' con los centrales, bajando balones y abriendo espacios que trataron de aprovechar los jugadores de segunda línea.
5
Regreso al esquema habitual
Después de dos partidos jugando con tres centrales, Rubén de la Barrera regresó a la normalidad. El 4-2-3-1 volvió al césped del Reino de León, con la importancia de los laterales más como hombres de ataque que como defensores.
6
El nivel de Viti
Como capitán y leonés, Viti era uno de los más ilusionados por jugar en Segunda con la Cultural. Y lo está demostrando con un nivel muy alto para la categoría, especialmente en la faceta ofensiva. El leonés se incorpora con asiduidad y criterio al ataque, aportando ese plus a la banda izquierda donde formó una pareja muy peligrosa con Emi Buendía.
7
Continúan los problemas atrás
Es el gran debe de la Cultural. Ofensivamente, es un equipo temible, pero es también el conjunto que más ha encajado en lo que va de campeonato. Con diez goles en contra, los de De La Barrera promedian dos tantos en contra por partido. La mayoría nacen en fallos a la hora de sacar la pelota o en errores de marca, aspectos corregibles con el paso de los jornadas.
8
Sin balón hay sufrimiento
Es algo obvio. Esta Cultural, que vive por y para la posesión de la pelota, sufre cuando el cuero no está en su poder. Y el Huesca fue capaz de arrebatárselo, de evitar que los leoneses les sometieran a través de circulaciones largas y pacientes. Y los de Rubén de la Barrera sufrieron en, quizá, el partido más complicado de lo que va de campeonato.
9
La tortura de Cucho
Si hubo un jugador peligroso en el Reino de León, ese fue 'Cucho' Hernández. El colombiano fue una auténtica tortura para la defensa de la Cultural con su movilidad, picardía y desmarques. Sacó de lugar a la zaga leonesa, abrió huecos para otros y remató su faena con un gol, el que suponía entonces el empate a uno.
10
En playoff
La lectura más positiva de este partido es que la Cultural, con el triunfo ante el Huesca, se instala en zona de playoff. Cuartos, los de Rubén de la Barrera, logran la mejor clasificación del cuadro leonés desde febrero de 1972, temporada en la que la Cultural acabó en quinta posición. Con los mismos puntos que el líder, el Numancia, el arranque leonés es impresionante y les convierte en la revelación de Segunda, pero el mensaje sigue siendo el mismo: pies en el suelo hasta lograr el objetivo, la permanencia.
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