Agarrados a Ramón González para evitar el precipicio

Como si de una película de acción se tratara, la Cultural y Deportiva Leonesa mira bajo sus pies y sólo ve un inmenso vacío. En el precipio, sin forma de salvarse, el club leonés se ha encomendado a Ramón González, una figura que lleva trabajando en la sombra durante nueve temporadas, para tratar de rescatar el proyecto de la temporada cuando más complicado esta.

El 'efecto Ramón' y la ilusión que contagia el técnico ciudadrrealeño es a lo que se agarra la Cultural. El conjunto leonés, en un punto de no retorno tras tres derrotas seguidas, visita Balaídos con una obligación y un único camino posible para no tener que decir prematuramente adiós a la temporada: ganar.

Los de Ramón González visitan al Celta B (domingo, 12:00 horas) sin ningún margen de error porque, todo lo que no sea un 'empujón' hacia arriba supondrá la caída al precipicio de disputar la última jornada un partido intrascendente. Esa amarga sensación ya se vivió hace dos temporadas, con un Cultural-Coruxo en el que nada había en juego y el culturalismo no quiere rememorar esa vivencia.

Para ello, sólo hay un camino: ganar. Y, como viene siendo habitual en el culturalismo, con el paso de los días la desazón de la derrota ante Unionistas (1-2) se ha ido traduciendo en fe. A estos sentimientos les ha aportado mucho un Ramón González que sabe que está ante su gran oportunidad y ha tratado de inculcar esa ilusión a unos jugadores que, según sus palabras, el lunes estaban hundidos para ahora parecen otros.

Una voz nueva, una mano ilusionada y un discurso diferente son los argumentos para creer en el cambio de rumbo del equipo, más allá del golpe de orgullo que se espera de una Cultural y de una plantilla inferior a sus rivales en los últimos tres encuentros pero que sabe que puede dar mucho más.

A ello acudirán a Balaídos, donde el Celta B no ha ganado en esta segunda fase y donde buscará jugar con la irregularidad del filial celeste como local. Los vigueses son un equipo tremendamente peligroso a domicilio, pero sus números en casa son más pobres de lo habitual para un conjunto que aspira al playoff.

Es el clavo al que se agarra una Cultural en cuyo once se esperan novedades y cambios que 'revolucionen' el ánimo del conjunto leonés, que no podrá contar con Araújo por sanción y esperará hasta última hora por un tocado físicamente Kawaya, que se retiró lesionado en el minuto 13 del choque ante Unionistas.

Por su parte, el filial celeste recupera al extremo Alfon, aunque no apunta al once, y a Ferrares, pero no podrá contar con el delantero Josipovic, única baja para Onésimo.

La presencia de jugadores del Júpiter en la citación parece segura, pero no tanto su participación, algo que Ramón González deberá calibrar en función de momento y las necesidades de un equipo que se juega un todo o nada, un 'all in', del que puede salir totalmente derrotado o infinitamente espoleado para creer hasta el final. Sin medias tintas, sin tonos grises: el culturalismo vive un domingo donde las emociones virarán de un extremo al otro sin pasar por el centro.