Nada que hacer contra una apisonadora

Los alicantinos llegaban al partido con la baja de Guillermo Rejón, su mejor hombre, y los estudiantiles quisieron aprovecharlo desde el inicio. Dieng anotaba la primera canasta del encuentro y una buena defensa permitía a los visitantes distanciarse en los primeros compases, 2-8.

Pero rápidamente la apisonadora lucentina sacó a relucir su arsenal ofensivo. Un parcial de 11-0 en pocos minutos daba la vuelta al tanteador y colocaba el 15-10, a 3:45 del descanso.

Primera escapada local

Agustinos se mostraba incapaz de cortar la sangría, y Marzo, desde el 675, martilleaba el aro para doblar el marcador, 20-10. El parcial lo logró romper, tras un 18-0, Medina, que robaba un balón y hacía una bandeja para acto seguido cerrar el acto con un triple y dejar las cosas en 22-15.

Parecía que las cosas habían mejorado, pero nada más lejos de la realidad. Los hombres de Jareño se volvían a atascar en ataque y eso lo aprovechaban los locales. El técnico madrileño tuvo que parar el partido con 29-15 debido al paupérrimo porcentaje en el tiro de su equipo.

Libroia lograba un triple para sumar la primera canasta del cuarto para los leoneses cuando ya habían transcurrido más de cinco minutos. Un parcial de Agustinos de 0-4 devolvía las esperanzas a 3:30 del descanso. Y de nuevo el base anotaba desde más allá del arco para poner un apretado 34-27. Dos triples de Lucentum antes de ir a vestuarios estiraban la renta por encima de los diez puntos, 41-30.

El paso por vestuarios tampoco sentó bien a los visitantes. El intercambio de triples con los lucentinos resultó un fracaso y el marcador se iba a un preocupante 48-33.

Agustinos quiere, pero no puede

Un nuevo arreón local dejaba el partido visto para sentencia. El parcial de 9-3 disparaba el electrónico a un inquietante 57-35 y sólo Libroia, a base de triples, sostenía a su equipo.

Agustinos intentaba hacer la goma, pero ésta parecía que rompería en cualquier momento. Del 57-43 se pasaba en un suspiro al 64-44 t Lucentum lograba escaparse ante la pasividad defensiva de los leoneses.

La bocina sonó con los tambores de los jinetes del apocalipsis. El 68-46 destrozaba las opciones visitantes de rascar una victoria en el Centro de Tecnificaciones.

Quiso tirar de casta el equipo entrenado por Ángel Jareño. Un parcial de 0-8 al inicio del cuarto colocaba el 68-54 que obligaba a al técnico local a parar el choque.

Esta vez no hubo milagro

Medina y Crook creían en el milagro y ponían a Agustinos a tan sólo 11 puntos de distancia. Entonces, una antideportiva devolvía a la realidad al equipo colegial. Lucentum volvía a estirar la renta hasta el 77-62, con 3:30 por jugar. Lobo ejercía de desatascador y llevaba a sus compañeros camino de la victoria.

La puntilla llegaba a base de triples y los alicantinos se anotaban la victoria con un resultado final de 89-68 que deja al equipo leonés con un balance de 9 triunfos y 10 derrotas en una cómoda posición clasificatoria.