La cruda realidad de Europa

La realidad, a veces, es dura. Francamente dura. Y la del Abanca Ademar es que, hoy día, no puede con un grande europeo como el GOG. El equipo leonés fue todo ímpetu, voluntad, corazón... pero no fue suficiente para ganar al cuadro danés.

Los de Dani Gordo cayeron 21-27 ante el conjunto nórdico en un choque donde las ganas y el sentimiento de pertenencia, indiscutible, de los ademaristas les mantuvo en partido 40 minutos. Pero un día más de atasco en el posicional privó a los maristas de pelear por algo más.

Los maristas iniciaron el choque con la buena noticia del regreso de Alberto Martín a una convocatoria, pero con la sensible ausencia de Darío Sanz.

El equipo leonés comenzó a buen nivel, especialmente en defensa con un Álvaro Pérez atinado en portería. Los de Dani Gordo empezaban con un parcial 2-0 que fue, tan solo, un espejismo.

Y es que el GOG puso sus motores a pleno rendimiento. En apenas dos minutos, dieron la vuelta al marcador (3-2) en unos instantes de dificultades en ataque de los ademaristas, que sólo encontraban soluciones en la calidad individual de Rodri Pérez.

Los postes y los blocajes defensivos de los daneses frenaron a los maristas, que aguantaban como podían para tener el partido igualado. El GOG apenas lograba un gol de renta y había partido.

Pero era una situación de tensión que en cualquier momento podía romper a favor de los visitantes. El equipo danés lo sabía, puso una marcha más y ya logró los tres goles de diferencia ante un Abanca Ademar entregado, pero que no llegaba al nivel del GOG.

Estaba siendo un ejercicio de resistencia marista que, sin embargo, no aprovechaba sus ocasiones para acercarse en el marcador y daba vidas extra a un rival que no las necesitaba con errores en lanzamientos teóricamente sencillos.

En unos instantes de plenitud defensiva del GOG, los daneses 'mataron' al contragolpe, ya con Saeid en portería, para poner los seis goles de diferencia (9-15): o el escenario cambiaba o el partido podía quedar sentenciado.

El Abanca Ademar sacó entonces su cara más competitiva. La exclusión de Nielsen dio aire a los leoneses, que firmaron un parcial 3-1, con dos goles al contragolpe, para dejar el partido más apretado (12-16). Y a punto estuvo de estarlo aún más pero, sobre la bocina, el lanzamiento de Marawan desde su propio campo y a puerta vacía se estrelló en el larguero.

La defensa y la actuación de Saeid fue positiva en el inicio de la segunda mitad, con un Abanca Ademar mucho más efectivo en esta faceta... pero no en ataque, errando, incluso, contragolpes. Los maristas estaban desaprovechando la oportunidad de meterse, definitivamente, en partido.

Pero sin ese acierto en ataque, era imposible. Porque GOG, tarde o temprano, empezaría a anotar, a mostrarse acertado en el lanzamiento y las opciones de remontar se esfumarían.

Y acabó sucediendo. Pese a los constantes cambios de Dani Gordo en busca de soluciones ofensivas, de fluidez, de luz en mitad de un túnel que dura ya una semana, el Abanca Ademar veía como el GOG se iba.

La renta llegó hasta los nueve goles (16-25) y Dani Gordo paró el partido en busca de evitar una sangría ofensiva, colocando una defensa con avanzado para tratar de incomodar más a los daneses.

El reto de los maristas hasta el final del partido fue el de recibir el menor número de goles posibles, el de que la hemorragia sangrase lo mínimo. Lo lograron los maristas, que dejaron el hueco en seis goles (21-27) y ya saben que, si quieren pasar de ronda, deberán ganar tanto al Kriens en el Palacio - y por más de cuatro goles - y al Gorenje Velenje en Eslovenia.

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