No hubo ni atisbo de milagro

Se necesitaba un milagro, de esos que solo puede obrar el Abanca Ademar, para superar al Barça. Pero no hubo, ni siquiera, opción a pensar en él. El Barça no dejó soñar al cuadro leonés y le ganó con total rotundidad (34-23) en las semifinales de la Copa del Rey.

La premisa de Manolo Cadenas era aguantar en partido todo lo posible, pero ese periodo no fue superior a los diez minutos. El Barça Lassa nunca se fía del Abanca Ademar, y menos con el de Valdevimbre en el banquillo, y los azulgrana salieron a la pista de la Caja Mágica con una gran intensidad.

Mantuvo el tipo en el marcador el cuadro marista unos diez minutos. Ese fue el tiempo en el que el luminoso mostraba igualdad, aunque sobre la cancha se atisbaba la relativa sencillez con la que el Barça encontraba lanzamiento, especialmente en las figuras de Palmarsson y Mem, mientras que el Abanca Ademar elaboraba y elaboraba sus ataques para finalizar en situación ventajosa.

El partido superó la barrera de los tres goles de renta con los diez minutos de juego superados y el Barça voló. El Abanca Ademar estaba manteniendo un nivel aceptable en ataque, si bien es cierto que con un gran número de pérdidas que generaron goles fáciles para los azulgrana.

La renta se disparó y ni siquiera el cambio de portero del cuadro leonés frenó al Barça. La diferencia crecía ante un Abanca Ademar que, con mucho corazón pero imprecisiones, no lograba descifrar la fórmula para desactivar el tornado catalán.

Los cambios en meta, las rotaciones ni las distintas tácticas ofensivas eran suficientes ante este Barça. La sangría de goles no cesaba y los azulgrana se fueron con 20 goles en su marcador al descanso. El sueño ya se había disipado.

En la segunda parte, el Abanca Ademar, fiel a su espíritu, no bajó los brazos. No dio el partido por perdido y siguió peleando, aunque el resultado era muy adverso y el Barça no bajaba el pistón. La renta azulgrana crecía y no había forma de hacer un 'torniquete' al marcador leonés.

Hubo momentos en los que la renta bajó de los diez goles gracias a esa 'garra' a la que no dejó de recurrir el cuadro de Cadenas. Pero el partido había dejado de tener historia hacía tiempo. El Barça disfrutaba pensando en la final - que disputarán ante Benidorm - y los maristas deseaban que llegara ya el final.

Acaba así la andadura del Abanca Ademar en la Copa del Rey y ya vuelve a pensar en la Liga Asobal. Benidorm, con su billete para la final, ha logrado también un hueco en la Copa EHF la próxima temporada, por lo que alcanzar la segunda posición es todavía más vital para los de Manolo Cadenas.