El pueblo de León con nueve contenedores para 13 habitantes y sin camión que recoja la basura
La recogida debería realizarse dos veces por semana en época estival y «no llega a cumplirse ni una vez»
«Una profunda preocupación y malestar ante la reiterada dejadez de las administraciones en cuestiones esenciales para la vida diaria». Con estas palabras lamenta la Junta Vecinal de Correcillas, junto a numerosos vecinos y vecinas de la localidad la situación que viven en el pueblo.
El incumplimiento «sistemático de los servicios contratados, la precariedad de las telecomunicaciones, la indefensión jurídica en disputas sobre terrenos comunales y la ausencia de medios para cumplir trámites administrativos básicos» son algunas de las quejas que para ellos reflejan el «deterioro» de la atención pública en Correcillas, una localidad perteneciente al municipio de Valdepiélago, en la provincia de León.
Basura sin recoger
Uno de los principales problemas en verano es la recogida de basuras, que debería realizarse dos veces por semana en época estival y «no llega siquiera a cumplirse una vez por semana». El calor y el aumento de vecinos hacen que este sea un problema grave en estos meses, pero la situación no mejor en otras épocas del año.
En invierno es «aún más alarmante, habiendo meses enteros sin recogida alguna». Para solucionar el problema que tienen cuando los contenedores se llenan, en lugar de incrementar la frecuencia del servicio, «se optó por la solución contraria: añadir más contenedores, aumentando la presencia de basura sin control y empeorando la imagen», lamentan en un comunicado desde la junta vecinal.
Los vecinos de Correcillas, lamentan que a día de hoy hay nueve contenedores instalados, lo cual resulta desproporcionado para la población existente. «Pero lo más grave es que todos ellos son de basura general, sin existir ni uno solo para recogida selectiva de papel, vidrio o envases», aseguran.
Y este problema no se da solo con la recogida de basura, sino que también lo han tenido «en lo referente a la recogida de enseres, cuando no se llevaron todos los objetos acumulados y fue necesaria la insistencia del ayuntamiento para que volvieran a recoger lo que quedaba».
Un pueblo con fibra óptica
Pero no todo es malo en la localidad de Correcillas, ya que hace ya dos años que se instalaron seis kilómetros de cable de fibra óptica para llegar a Correcillas, después de trabajos de desbroce e instalación. Sin embargo, los vecinos siguen sin poder conectarse.
Desde la Junta Vecinal «no se ha podido obtener ninguna explicación más allá de la supuesta falta de permisos, y las consultas a la jefatura provincial de instalaciones solo han traído respuestas vagas e inútiles», lamentan. La situación es «aún más grave si se tiene en cuenta el desmantelamiento de las redes de cobre», lo que ha dejado a la localidad sin opciones viables: el teléfono vía satélite o radio no funcionan correctamente.
Actualmente, la única conexión posible es a través de una antena de repetición de cobertura móvil instalada por la propia Junta Vecinal. Esta antena, recientemente modernizada por el apagón del 3G, es insuficiente cuando hay muchos usuarios conectados, imposibilitando a menudo realizar llamadas.