Setas en La Cepeda el otoño de 2024. Peio García

Preocupación entre los amantes de las setas: la temporada micológica se prevé «complicada» por una sequía «terrible»

La ausencia de lluvias en verano y las temperaturas que en septiembre han superado los 30 grados en León hacen peligrar la temporada con temor a los efectos de la ceniza de los incendios

Sábado, 20 de septiembre 2025, 09:17

Preocupación justificada entre los amantes de la setas ante un inicio de temporada micológica que un año más se retrasa y que llega marcado por la falta de lluvias, la sequedad de los suelos y los efectos de los incendios que asolaron este verano buena parte de la provincia de León.

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Porque a la sencilla pregunta de cómo se presenta este año la temporada, los expertos no se muestran nada optimistas. «Se presenta mal, muy mal», empieza José María Escapa, presidente de la Asociación Micológica Leonesa San Jorge. Porque lo hace en unas condiciones poco halagüeñas con poco o nada de lluvia este verano que ha derivado en una sequía «terrible».

El mes de septiembre ha estado marcado, además de por la ausencia de lluvias que ayuden a poner el campo a punto, por rachas de viento que contribuyen «a secar todavía más el suelo» y temperaturas superiores a 30 grados sin previsión de precipitaciones suficientes para propiciar que salgan las setas.

Temporada «complicada» aunque si llueve ya «estamos a tiempo»

Todo ello hace pronosticar que la temporada va a ser «complicada». Aunque Escapa intenta ser algo optimista y espera que mejore la situación porque «estamos a tiempo», las lluvias no pueden demorarse en exceso. «Si lo hace, habrá especies que este año no van a salir», avanza, ya que no se darán las condiciones para que lo hagan.

A estas alturas del año especialmente en las zonas de montaña y los hayedos podría haber salido ya alguna seta de haberse cumplido las condiciones óptimas, pero en un verano marcado por la ausencia de precipitación y las temperaturas que han batido récord ya es prácticamente imposible.

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Lo cierto es que esta situación ya se lleva viendo varios años. Cada vez tarda más en llover y cuando lo hace de forma óptima «es entrado octubre o noviembre, cuando las temperaturas son mucho más bajas y la temporada se complica muchísimo». El cambio climático que está relegando las estaciones intermedias hace que del verano se pase al invierno sin un otoño como los de siempre, y también se nota en la micología.

Porque septiembre es un mes «clave» para los amantes de las setas pero «si no hay lluvia y estos cambios de temperaturas se mantienen las temporadas se van a atrasar mucho». De hecho, este año todavía no saben cuándo empezará. «El otoño se va retrasando, nos plantamos directamente del verano al invierno y vemos cómo las temporadas empiezan ya entrado octubre o noviembre y muchas especies ya no salen», concluye Escapa.

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Los efectos de la ceniza de los incendios

Preocupa este año también otra variable: los incendios. El efecto de los fuegos que este verano han arrasado buena parte de la provincia de León también se notará en la temporada micológica. Evidentemente, en las zonas calcinadas la producción se da por perdida, sobre todo en la zona de pinares que es lo que más ha ardido, donde «no va a salir nada».

El temor llega por el efecto de la ceniza. En condiciones normales y en cantidades justas, puede ser «un buen nutriente», pero si se cumplen los peores temores y las lluvias que caigan en los próximos meses son torrenciales, el arrastre de la enorme cantidad de ceniza hacia los ríos y zonas no quemadas puede ser la puntilla a una temporada nada halagüeña antes de que haya empezado.

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La situación en Castilla y León

El técnico del área de Micología y Truficultura de la Fundación Cesefor, José Miguel Altelarrea, señaló a Ical que es cierto que los bosques, al menos en Soria y Burgos, no presentan «estrés hídrico«, ya que durante la primavera y en junio las tormentas fueron frecuentes, sin embargo, esto no es suficiente para que se puedan recoger setas, ya que es necesario que se registren tormentas a finales de agosto y principios de septiembre y que las temperaturas sean suaves. «La producción en toda la comunidad está parada», indicó para apuntar que en otras regiones de España como Navarra, Cataluña y Aragón ya se han registrado las primeras fructificaciones.

Al respecto, precisó que las tormentas son «caprichosas» y si bien se han registrado varias danas en el tercio norte peninsular entre finales de agosto y septiembre, en Castilla y León han pasado casi de largo.

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Altelarrea indicó que, en los años anteriores, lo habitual era que durante la tercera semana de septiembre ya se diera las primeras floradas, sin embargo, también reconoció que es cierto que existen ciclos en la producción micológica porque depende mucho de las condiciones de humedad y temperatura. «Es frecuente que vengan septiembres secos y las campañas empiezan más tarde».

Los montes de la comunidad producirán, si se dan las condiciones adecuadas, boletus de diferentes especies, angulas de monte, rebozuelos, setas de cardo y amanitas y níscalos, entre otras especies.

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