El embalse de Barrios de Luna, al 27% de su capacidad, la imagen de la pertinaz sequía
En la misma fecha de 2021 contaba con el doble de agua embalsada
La imagen no deja indiferente a ninguna de las personas que discurran por la carretera junto al embalse de Barrios de Luna. Y es que lo que otrora eran litros y litros de agua se han convertido en un pantano que va perdiendo hectólitros hasta llegar a una cola totalmente seca y desértica.
Actualmente, el embalse está a un 27% de su capacidad con 83,2 hectómetros cúbicos de agua embalsada, del total de 308; curiosamente el pasado año eran 165,5 practicamente el doble que la actual, según Confederación Hidrográfica del Duero.
La situación del embalse es importante para ciudades como la de León. Y es que del mismo , se entrega su agua al río Luna, turbinándose su totalidad entre la minicentral hidroeléctrica a pie de presa y la de San Isidoro, en Mora de Luna, volviéndose a retener varios kilómetros aguas abajo en el contraembalse de Selga de Ordás, cuya función es de regulación y derivación del agua hacia el Canal Principal del Órbigo, dedicado éste al transporte del agua para riego, para el abastecimiento a la ciudad de León y para la obtención de energía eléctrica. A pocos kilómetros aguas abajo del contraembalse confluye el río Omaña, que pierde su nombre, así como el río Luna, para dar nacimiento el río Órbigo.
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Parece que mejora la situación en Porma y Riaño con el 47.9% de su capacidad en ambos, no así el de Villameca que se mantiene al 20%. En total, el agua embalsada en los pantanos de provincia alcanza los 845 hectómetros cúbicos, lo que supone un 47% de su capacidad total (1.772 hectómetros cúbicos).
Asimismo, cabe destacar que esta cifra supone 69 hectómetros cúbicos menos que en 2021 durante estas mismas fechas. Una reducción de casi un 4% que da buena cuenta de la falta de precipitaciones que experimentan las tierras leonesas y el conjunto del país.
Convenio de Albufeira
En este sentido, la Confederación Hidrográfica del Duero, CHD, también ha analizado el cumplimiento del denominado Convenio de Albufeira, que establece el marco de colaboración entre España y Portugal para la gestión de las aguas de la demarcación hidrográfica del Duero, al desembocar en el país vecino.
La Confederación ha reconocido que está habiendo «fuertes restricciones» en el flujo en la zona española, aunque se enmarcan en la situación de falta de agua, por lo que ambos países están trabajando conjuntamente para establecer una planificación para los meses de agosto y septiembre.
