Más de cinco millones para la restauración hidrológico-forestal en las zonas afectadas por los incendios
Los trabajos comenzaron el pasado 20 de octubre y priorizan la protección de los cauces, los abastecimientos y las zonas de mayor riesgo de erosión, mediante albarradas, fajinas, mulching y retirada de madera quemada en los principales valles afectados
La Confederación Hidrográfica del Duero ha anunciado este miércoles el inicio de los trabajos de restauración hidrológico-forestal en las zonas afectadas por los graves incendios ocurridos en agosto en la provincia leonesa, para las que el Miteco ha aprobado una partida de cinco millones con el objeto de acometer las obras de restauración en el ámbito de la demarcación hidrográfica del Duero.
La restauración integral del territorio afectado por este tipo de catástrofes requiere la acción combinada y proporcional de las distintas administraciones competentes según la naturaleza de los daños. En este sentido, los trabajos de restauración a acometer por la CHD se centran en «prevenir procesos erosivos y reducir el riesgo de aportes de cenizas a los cauces, especialmente en las cuencas de abastecimiento a poblaciones y en las zonas identificadas con mayor riesgo potencial de erosión», según expresan.
Entre las medidas a realizar aparece la construcción de albarradas, fajinas y bermas en los cauces y cabeceras de arroyos para frenar el transporte de sedimentos y cenizas; los tratamientos de estabilización de suelos y mulching (cobertura con restos vegetales) en laderas afectadas, con el objetivo de evitar la pérdida de suelo y favorecer la recuperación de la vegetación; la retirada selectiva de madera quemada, tanto por motivos fitosanitarios como para prevenir la formación de tapones en los cauces, especialmente en las inmediaciones de poblaciones, puentes y otras infraestructuras; o las actuaciones complementarias de restauración de vegetación de ribera y masas forestales en dominio público hidráulico y zonas de especial interés ecológico.
Boca de Huérgano
Con 18.813 hectáreas y más de 230 kilómetros de cauces afectados en el incendio de Boca de Huérgano, las actuaciones han comenzado en las cuencas de los embalses de Riaño y Camporredondo, priorizando actuaciones en la cuenca de la Reserva Natural Fluvial del río Lechada y del hábitat del desmán ibérico.
Actualmente, se ejecutan obras de albarradas y fajinas en los arroyos que vierten al valle principal del río Lechada, pasando después a la cabecera del río Puerma y al arroyo de Mostajal, por encima de la población de Portilla de la Reina. Asimismo, se realizarán tratamientos de mulching por medios aéreos en el arroyo de Luriana, de difícil acceso.
También se revisarán los puntos de captación de agua de las poblaciones cercanas- Boca de Huérgano, Villafrea de la Reina, entre otras- para garantizar la seguridad del abastecimiento y paralelamente se actuará sobre la vegetación afectada en los cauces que pueda ocasionar problemas en el entorno de los núcleos de población o infraestructuras.
Llamas de la Cabrera
El incendio de Llamas de La Cabrera afectó a 13.523 hectáreas y 239 kilómetros de cauces en la demarcación del Duero. Se ha priorizado la actuación en el arroyo de la Chaqueta, cuenca alta del Arroyo Cabrito -un cauce de régimen permanente con un potencial riesgo erosivo-hidrológico alto-, así como la cuenca alimentadora de la Reserva Natural Fluvial del río Duerna.
Se actúa en las cabeceras aplicando mulching por medios aéreos y terrestres, así como la construcción de balsas de retención de cenizas, para reducir las pérdidas de suelo, aporte de lodos y cenizas a los cauces y captaciones de agua de abastecimiento de poblaciones como Molinaferrera, Piedras Albas y Busnadiego, También se están acondicionando caminos para facilitar el acceso a las zonas afectadas para acometer estos trabajos.
Garaño y Canalejas
En Garaño se calcinaron 1.373 hectáreas y se vieron afectados 14 kilómetros de cauces en la demarcación, y las obras se centran en los arroyos del Fierro y de los Prados, afluentes del río Luna, próximos a la población de Garaño. Se ejecutarán albarradas, fajinas y pequeñas balsas para retener cenizas y sedimentos, y se continuarán los trabajos por otros valles como el del arroyo de Portilla.
Asimismo, ya se están finalizando los trabajos de diagnóstico y evaluación de necesidades de restauración en los incendios de La Uña, Canalejas-Almanza y Murias de Paredes, con el objetivo de definir y acometer las actuaciones más urgentes en aquellos puntos donde la afección al dominio público hidráulico o el riesgo de erosión así lo requieran.