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María Jesús Revuelta en el patio de su casa con uno de sus siete gatos. El Norte
Un retrato de soledad

Un retrato de soledad

María Jesús Revuelta, una exfuncionaria de 76 años que reside en el pueblo zamorano de Villaralbo, es una de las 154.500 personas mayores que viven solas

Alicia Pérez

Zamora

Lunes, 22 de julio 2019, 07:26

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Más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas en España, concretamente 2.037.700. En Castilla y León, esa cifra es de 154.500 y, de ellas, 102.300 son mujeres, lo que representa el 66%, según los últimos datos del número de hogares unipersonales de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del INE, correspondientes al año 2018. La edad aumenta la posibilidad de vivir en soledad y estos datos reflejan que, en su mayoría, son mujeres. La sociedad y las instituciones se encuentran ante un problema ligado al envejecimiento que cada vez preocupa más.

Este mismo año, el Defensor del Pueblo ha reclamado que se aborde urgentemente la soledad de las personas mayores en España y ha puesto de manifiesto su preocupación ante el progresivo incremento de ancianos sin ninguna compañía en su día a día.

La Junta de Castilla y León también es consciente del aumento de los hogares unipersonales en la comunidad. En la 'Estrategia de prevención de la dependencia para las personas mayores y de promoción del envejecimiento activo en Castilla y León 2017-2021', apunta que las personas que viven solas tienen un mayor riesgo de experimentar aislamiento social.

Una de las 154.500 personas mayores de 65 años que viven solas en la comunidad es María Jesús Revuelta Alonso. Tiene 76 años y reside en el pueblo zamorano de Villaralbo, que cuenta con más de 1.800 habitantes. Asegura que su soledad es deseada y que es por elección. Soltera «convencida» y sin hijos, la única familia que tiene, después de que falleciera su hermana, son sus sobrinos.

Tiene problemas de salud: ha sufrido pérdida de visión y también le falla una pierna. Explica que tiene una discapacidad del 56%, pero aun así quiere vivir sola. Su soledad no busca compañía.

«Soy muy rara, soy muy independiente», afirma consciente de su carácter fuerte y poco convencional, en su finca de Villaralbo, donde tiene siete gatos y un pequeño gallinero del que recoge huevos blancos y morenos.

Le gusta leer, escribir y redactar cartas que envía a los periódicos. Se confiesa una enamorada de Miguel Delibes y de su novela 'El hereje'. «Es un libro que he comprado, he regalado, he leído y lo he descuartizado», asegura sobre su pasión lectora.

Oriunda de Santander, de donde procedía su padre, trabajó como funcionaria en el Archivo Histórico Provincial de Zamora, al que define como «el mejor sitio del mundo». Ya no recuerda cuántos años trabajó como administrativa en el Archivo, pero sí que la jubilación le llegó en el año 2008.

Nunca llegó a casarse. Asegura que es «soltera convencida desde que tenía 16 años».

A pesar de las dificultades del día a día por sus achaques y sus dolores físicos, insiste en que le gusta estar sola y reconoce que en su situación también ha tenido que ver algo su carácter. «No hay quien me aguante, es verdad, hay que reconocerlo. Yo soy rara, por ejemplo, duermo muy poco y creo que eso ha hecho que sea más rara o más independiente», reflexiona.

En esa soledad elegida, no quiere ni oír hablar de la posibilidad de vivir en una residencia de mayores. No se adaptaría. «A mí me hablan de una residencia y digo: muy bonita, jaula de oro, pero yo no voy». «He elegido esta forma de vivir», afirma, aunque también reconoce que a veces tiene pequeños «bajoncitos» o momentos de emoción. «A ratos pesa mucho, pero como es elegida por mí... Cuando quiero cojo un taxi porque no puedo caminar y le digo al taxista que me lleve donde me apetezca. Eso no se puede hacer cuando dependes de un marido y de unos hijos. Esa independencia que tengo es el chute al que me agarro para cuando me da el bajoncito, que me dan pocos», explica.

María Jesús Revuelta utiliza el taxi para trasladarse si necesita hacer gestiones o ir a consultas médicas. Se las apaña para afrontar sus tareas diarias. En Villaralbo es una vecina conocida y recibe la visita de los sobrinos. Pero su única compañía permanente es la de sus siete gatos, que campan a sus anchas por el patio con jardín de su residencia. Atenderles, cuidar el gallinero, leer, cocinar... son sus entretenimientos cotidianos.

-¿No le importa vivir sola?

-No es que no me importe, es que me encanta.

Las previsiones del Instituto Nacional de Estadística apuntan a que la vida en solitario seguirá aumentando. El INE prevé que el número de hogares unipersonales en el total de la sociedad va a seguir creciendo y para 2031 superarán los 5,5 millones en España. Las estimaciones para Castilla y León auguran que en 2031 el porcentaje de población de la comunidad que vivirá en soledad será del 33,2%.

Una de estas personas que viven solas es María Jesús Revuelta.

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