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Laboratorio de la gripe del Hospital Clínico de Valladolid. :: Henar Sastre
Los mayores cada vez se vacunan menos y el 16% abandonaron la antigripal en diez años

Los mayores cada vez se vacunan menos y el 16% abandonaron la antigripal en diez años

La cobertura mejora entre los profesionales de Sacyl y las mujeres embarazadas de la región

Ana Santiago

Valladolid | León

Miércoles, 17 de abril 2019, 10:22

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«A pesar de que las vacunas antigripales son seguras y efectivas –además de que en España están cubiertas por la sanidad pública–, la cobertura vacunal frente a la gripe continúa siendo inaceptable en España, incluso entre los grupos de riesgo». Así lo recoge el informe conjunto de las sociedades científicas de Médicos de Familia, Pediatría, Geriatría, Salud Pública yVacunología. Así lo comparte la Cosejería de Sanidad, el Instituto Carlos III y el Centro Nacional de la Gripe delClínico de Valladolid

La OMS recomienda alcanzar una cobertura de vacunación anual del 75%, tanto en los mayores de 65 años como en la población con patología crónica de riesgo, y aumentar la cobertura en profesionales sanitarios y otros grupos de riesgo. No llega la población de Castilla y León a dicho porcentaje y eso pese a ser una comunidad que puede presumir de buenos datos vacunales en una comparativa nacional.

Un año más, aunque de forma ligera, la cobertura ha descendido entre las personas mayores, incluso entre las que viven en centros residenciales donde la programación de esta actividad preventiva está muy protocolizada. Una comparativa con la temporada 2006–2007, hace algo más de un decenio, registra un descenso de la vacunación en los mayores de 65 años del 16% y un poco más contenido entre los de más de 75 años y entre los que viven en centros geriátricos, pero también en declive.

La inmunización reduce la gravedad en contagiados y los ingresos en la UCI

Aunque la antigripal no haya logrado evitar padecer la enfermedad sí es eficaz, al menos, para disminuir la gravedad de la infección. Un estudio epidemiológico del Grupo de Investigación, Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles, liderado por la catedrática Ángela Domínguez de la Universidad de Barcelobna y del Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), del Instituto de Salud Carlos III. El trabajo, publicado en la revista científica Eurosurveillance, detecta menos fallecimientos e ingresos en la UCI en las personas vacunadas contra la gripe. Para ello se han estudiado todos los casos graves de gripe, 1.727, ingresados en doce hospitales de Cataluña entre las temporadas gripales de 2010-2011 y 2015-2016; de los cuales 591 ingresaron en UCI y 223 murieron. Los resultados demuestran que entre estos últimos, la vacunación era menos frecuente –solo el 21,2%– que entre el resto de los pacientes con sintomatología más benigna, de los que se había vacunado el 30%. Así, la efectividad de la vacunación para prevenir el ingreso en UCI o la muerte de los hospitalizados con gripe fue del 23% y del 44%, respectivament, en los mayores de 65.

A estos datos habría que añadirles la efectividad de la vacuna para prevenir la gripe y sus complicaciones y hospitalizaciones. Juntos hacen evidente la necesidad de vacunar.

Ya solo entre la última campaña antigripal y la anterior, hay descensos en estos grupos. En los mayores de 65 años se pasa del 62,04% al 61,11% y, de entre ellos, el tramo por encima de los 75 años registra un descenso del 72,20% al 71,85% y llega a perderse un punto en el grupo por encima de los 60, al bajar del 54,81% al 53,83%. Estos descensos en un solo año no tendrían mayor importancia si no continuaran una tendencia muy marcada en los últimos más de diez años (solo mejoró ligeramente en la de 2017-2018) en los que se pasó de un 77% de inmunizados entre los mayores de 65 años a perder 16 puntos de protección. De cumplir sobradamente la recomendación de la OMS, a situarse 16 puntos por debajo en cuanto a los mayores se refiere.

La temporada epidémica de 2018-2019 finaliza tras haber tenido una duración e incidencias «normales»

El descenso entre los mayores es generalizado en toda España aunque los expertos no acaban de encontrar una razón clara más allá de cierta relajación de las costumbres y los consejos y, en algunas temporadas, una mala conflucencia de fechas de la campaña vacunal con festivos y puentes. En lo que sí coinciden es en la necesidad de potenciar estas campañas con información publicitada, implicación de las farmacias y concienciación de los medicos y enfermeros para su recomendación en consultas.

Además, lograr coberturas altas favorece al concepto global de salud pública y ofrece resultados plausibles para toda la población.

Solo el 8% de los 574.101 vacunados contrajeron la enfermedad

El dato positivo del informe de laDirección de Salud Pública de Castilla y León es la considerable mejora en los datos de trabajadores de Sacyl y embarazadas. Entre los primeros, las mejores cifras las recoge la Gerencia de Emergencias, el personal que trabaja en las ambulancias y que decide ponerse la antigripal registraba un alto porcentaje en comparación a sus compañeros de profesión ya hace un año, era del 51,08% la temporada pasada, y en esta última campaña ha subido al 55,59% y también en AtencionPrimaria aumenta la concienciación y del 34,68% de 2017-2018 se ha subido al 38,87% en esta última etapa. El peor dato lo registra Especializada, aunque también se incrementa, y de solo un 28,53% de profesionales en un año ya se ha subido al 32,41%. Lejos de lo deseable pero cumplido el objetivo de superar el mínimo del 30%.

Entre las razones de los sanitarios para no vacunarse figuran «el no considerarse persona de riesgo, la falta de preocupación, la falta de tiempo, el miedo a los efectos adversos o las dudas sobre la efectividad de la vacuna», recoge el citado informe de las sociedades científicas que, no obstante, apelan a informarse y a la ética dado que no solo pueden contagiar a sus compañeros sino a los pacientes, algunos con un estado de salud especialmente comprometido.

El personal que atiende a las personas mayores en residencias también descuida esta prevención para ellos y sus pacientes y ancianos y la cobertura bajó el 2% desde el 30,80% de 2017-2018.

Destaca este estudio que, en general, existe «una baja percepción del riesgo de infección por el virus de la gripe y de la gravedad de la enfermedad; así como una falta de información precisa sobre la efectividad de las vacunas, particularmente entre los profesionales sanitarios. Es necesario y urgente concienciar e implicar a este colectivo, incluyendo también a los farmacéuticos como agentes de información, para que se vacunen y recomienden la vacunación».

EL DATO

  • 574.101 personas de todas las edades se han vacunado la pasada temporada en Castilla y León frente a las 574.048 del ejercicio anterior.

El dato más positivo que recoge el trabajo de SaludPública es el de las embarazadas, una población diana a la que se dirigen las campañas en busca de protección sobre todo del feto y que ha vuelto a crecer pasando de una cobertura del 25,60% a 39,01% de las gestantes.

Los aumentos en la cobertura de las futuras madres y del personal de Sacyl dan un resultado de toda la población del 22,21%, solo ligeramente inferior al 21,80% de la pasada temporada. En cuanto a la vacunaciónde los empleados en los centros de trabajo de las mutuas también vuelve a bajar de 9.847 personas a solo 9.194 en un año.

Incidencia

En cuanto a la incidencia de esta recién temporada gripal en Castilla y León ha sido una epidemia «moderada y más en comparación con la anterior que fue muy fuerte y, finalmente, solo han circulado dos vitrus de la gripe A, el H1 y H3, y de la B hemos aislado cuatro casos solo», explica Iván Sanz Muñoz, responsable del Centro Nacional de la Gripe ubicado en el Clínico de Valladolid.

Según los datos de la Red Centinela de Castilla y León, la tasa de casos acumulada es del 2,5% del total de la población, con un rango que va del 9% en los menores de 5 años al 0,8% por encima de los 75 años. Los casos de gripe que están vacunados representan el 8% del total, similar al pasado año y dentro de lo esperado.

En cuanto a la eficacia de la vacuna, Iván Sanz destaca «que este año su composición ha sido acorde a los virus circulantes y con mucha heterogeneidad genética. Otra cuestión es que lograr una efectividad muy alta depende de una cobertura muy alta», destaca. Como siempre, las personas sin vacunar son mucho más suceptibles de contagiarse y de padecer complicaciones, como demuestran los datos.

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