Los hospitales privados de la Comunidad critican la falta de colaboración con la Junta que solo hace un «uso» y una «utilización» de sus medios en momentos puntuales

Con motivo del encuentro digital 'Sanidad privada, aportando valor', los responsables de algunos de los complejos asistenciales de la Comunidad repasaron la labor realizada por sus centros durante la pandemia, sobre todo durante la primera ola de la pandemia. Aller lamentó que la administración pública haga un uso de la sanidad privada cuando no puede asistir a todos sus pacientes. «Ha habido centros que fueron aprovechados durante los meses más duros de la pandemia pero otros, no», significó. Y eso, precisó, se traduce en que la contribución del sistema privado a lo público haya caído en los últimos años. «Yo no entiendo la colaboración de esta manera», sentenció.

En el mismo sentido, se pronunció el responsable de la Fundación Hospital General Santísima Trinidad, quien consideró, según recogió la Agencia Ical, que la colaboración debe tener dos partes. Señaló que todos los centros privados de la Comunidad tuvieron una disposición «absoluta» para poner sus medios a disposición de la administración durante la pandemia, incluso antes de la publicación del decreto que supuso la intervención de la sanidad privada para ponerla al servicio del Sistema Nacional de Salud. «La colaboración no es solo la utilización por que no pedimos participar en la toma de decisiones pero ni siquiera se nos consultó para aportar información», declaró.

Manuel Benavente planteó la necesidad de realizar un estudio para evaluar las consecuencias para la salud que ha tenido la pandemia del COVID. No en vano, cargó contra la gestión de la administración pública durante la crisis sanitaria que se centró «única» y «exclusivamente» en la ausencia de enfermedad y sobre todo, del COVID. Y es que precisó que se ha descuidado la atención de otras patologías. «Algo que no estaba justificado, teniendo los medios privados infrautilizados», sentenció. Por último, lamentó que las administraciones públicas no hayan cogido el «guante» de la colaboración de los centros privados en beneficio de los ciudadanos.

Por su parte, la gerente del Hospital Campo Grande de Valladolid, Belén Gallego, añadió, según Ical, que los centros privados como el suyo contribuyeron, duranta la pandemia, por velar «conjuntamente» por la salud de los ciudadanos. En este sentido, puso el ejemplo que durante la crisis sanitaria realizaron en sus instalaciones casi 600 cirugías de enfermos oncológicos no demorables.

Repunte de la asistencia

Los tres intervinientes apuntaron que la asistencia en sus centros se ha normalizado, hasta el punto de haber a datos prepandemia. Incluso, como es el caso del Campo Grande de Valladolid, su gerente afirmó que se había incrementado. «Por muchos factores, a raíz del COVID, ha habido una mayor demanda asistencial por esa necesidad de atención», precisó Gallego. Por su parte, Ricardo Aller y Manuel Benavente abordaron la falta de profesionales, sobre todo en algunas especialidades y Enfermería, que también afecta a los hospitales privados de la Comunidad, por lo que pidieron a la administración una mayor implicación para solucionar este problema. Por último, denunciaron que la Consejería de Sanidad aún no abonado la prestación del servicio que prestaron sus hospitales durante la primera ola del COVID.

En la actualidad, el 57 por ciento de los hospitales y el 23 por ciento de las camas de Castilla y León son de titularidad privada. Centros que, según lo expuesto por la Fundación IDIS, llevan a cabo el 16,7 por ciento de los actos quirúrgicos, el 12,7 por ciento de los ingresos y atiende el 17,8 por ciento de las urgencias. «Pone de manifiesto la necesaria colaboración entre los sectores público y privado para conseguir una mejor sanidad que beneficie al conjunto de la población. Apostamos por el modelo cooperativo y complementario», afirmó.

En la misma línea, se pronunció el presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad, Juan Abarca, quien dejó claro que el sistema privado no busca ser una «alternativa» a lo público si no un «complemento», gracias a la cooperación entre ambos sistemas, tal y como ocurrió durante la pandemia. «Hay que aprovechar los recursos de la sanidad privada para garantizar la accesibilidad y la equidad», añadió.

Abarca apostó por trabajar en la continuidad asistencial para evitar las duplicidades, las ineficiencias y las listas de espera, que pasa por una libertad de elección del ciudadano, en función de las coberturas contratadas.

Sanidad «infrafinanciada»

Además, el presidente de Idis denunció que el sistema sanitario público esta infrafinanciado desde hace «mucho tiempo» y las perspectivas para los próximos años son «insuficientes». «Es necesario incrementar la financiación y aprovechar los recursos disponibles tanto públicos como privados en beneficio del paciente. Eso se hace más patente en Castilla y León -con una población envejecida y un paciente crónico- donde hay que contemplar al individuo como una persona y no hacer diferencias entre la atención sanitaria y socio sanitaria», expuso.

El encuentro digital sirvió, también, para hacer una radiografía del seguro privado en Castilla y León, que ya cuenta con 411.530 beneficiarios. La Comunidad ha registrado un incremento anual del 3,4 por ciento en el número de asegurados y del 3,6 en el volumen de primas en el periodo entre 2016 y 2020. Esto supone que Castilla y León representa el 3,4 por ciento del mercado nacional en volumen de primas.

21 hospitales y 2.202 camas

El sector sanitario privado dispone de 21 hospitales (el 57 por ciento del total de la Comunidad) y 2.202 camas (23 por ciento del total). Además, concentra el 43 por ciento de los equipamientos de resonancia magnética y el 40 por ciento de los TAC. La gerente del Hospital Campo Grande de Valladolid señaló que el gasto sanitario en provisión privada en Castilla y León representa el 26,1 por ciento del gasto total (incluyendo los conciertos). De hecho, la Comunidad destinó 127 millones de euros a la partida de conciertos en 2019, lo que supone el 3,2 por ciento del gasto público en sanidad. Los conciertos para el programa especial de transporte son los que representan un mayor porcentaje de las cuentas (53,8 por ciento), seguido de los conciertos de atención especializada con entidades privadas (21,9 por ciento).

Además, alertó que el porcentaje destinado a conciertos, por parte de la Consejería de Sanidad, sobre el gasto sanitario total ha disminuido en 1,2 puntos porcentuales respecto a 2008.